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Un tema que en general aglutina a un amplio sector de oposición (no a todas) es la desaparición o cuando menos reducción de las pensiones a adultos mayores y de otros apoyos que se entregan a madres solteras, a personas con discapacidad, a niños en educación básica a jóvenes en educación media superior y superior, a campesinos vía sembrando vida", a jóvenes que se capacitan para una vida laboral.
Aunque alguno de estos apoyos está protegido constitucionalmente, no se requieren eufemismos para decir que se desaparecerán (si se obtiene la mayoría legislativa suficiente), esto con la intención de lograr mayor votación (aunque puede resultar contraproducente)
Dado que ya algunos de los «prominentes» y «pomposos» opositores se han pronunciado en favor de: cerrar el aeropuerto de Santa Lucia, dejar de construir el Tren Maya, es más dejar de hacer cualquier gran obra pública que implique recursos presupuestales.
Así que en materia de obra pública se puede usar la figura retórica: «no más inversión del gobierno, solamente asociaciones público privadas». Ya sin suavizar el tema, se puede señalar que sean preferentemente grandes obras de los constructores que ofrezcan mayor cantidad de empleos.
Por otra parte, los recursos presupuestales liberados mediante este mecanismo, se puede proponer usarlos para apoyar a las empresas privadas (de los amigos o no) que son las que generan empleo.
A propósito de los empleos es conveniente que con el fin de aumentar la productividad y el nivel de empleo nacional, las empresas no incrementen los salarios más allá de un tope determinado (preferentemente por decreto), siempre menor a la inflación. Se puede justificar (el decreto) como cuestión de interés nacional.
Además, hay alguna propuesta para negociar con el crimen organizado o con parte de éste, lo cual reduciría sustancialmente los índices de violencia según ellos, casi como en el calderonato,
Dado que como demostró López Obrador, los niveles de corrupción en las estructuras administrativas durante los 36 años (1983-2018) eran verdaderamente ofensivos, indecorosos y hasta injuriosos, los servidores públicos deberán de ganar el doble de lo que ganaban antes de la debacle electoral del 2018, bajo el argumento de que: «solo así se puede garantizar que no haya más corrupción», sería tiempo de generar un "retiro digno" para el presidente, los secretarios, los directores de organismos, para toda la "casta dorada" que deje el gobierno con una jugosa pensión (como la que ya se entregó a Gurria, Penchyna u Ochoa Reza, pues con ello se evitaría que fueran tentados por los poderes fácticos después) y aprovechar para prometer castigo ejemplar a quien se corrompa, más allá de la cárcel (quizá retomar la propuesta de Jaime Rodríguez Calderón (a) El Bronco) inclusive la horca en plaza pública.
Como colofón se puede proponer una intensa campaña para atraer capitales para la producción de energías limpias, especialmente con empresas particulares extranjeras, garantizándoles contratos de largo plazo a precios elevados, siempre se puede defender esto, basados en los compromisos internacionales contraídos por México en el tema medioambiental.
Esto es obviamente un divertimento, pues cualquier cosa que pueda prometerse, comprometerse, ofrecerse e incluso cualquier tema qué para efectos electorales sea abordado por la oposición tiene un rating en contra de cuando menos 60%.
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