Más o menos así se expresa Alejandra Barrales Magdaleno, en su toma de protesta para ser
Presidenta nacional del PRD, ignorando (por conveniencia) que hace algunos
meses dejaron de ser cabeza de cualquier cosa.
Dicen que su designación fue una muestra de “buena
voluntad” de Nueva Izquierda hacia Miguel
Ángel Mancera, sin embargo trascendió que hubo un “acuerdo” para que a
cambio Mancera les dejara el PRD del DF; un mero intercambio de propiedades, un
acuerdo patrimonialista como si las estructuras partidistas fueran de su
propiedad, como ellos acostumbran manejar esos ents de interés público, como
meras cajas de recursos púbicos.
Dicen que el ”artífice” del entramado que permitió
los “acuerdos”
que no se dieron a conocer fue nada menos que el “señor de las ligas” Bejarano, que como dije antes ya
entendió que después de la pulverización
hay que construir la unidad y que manda señales claras de hacer un gran
proyecto de izquierda nacional, aunque los discursos sean a la inversa.
En un discurso que se parecía tanto al de Ochoa Reza (que acaba de ser impuesto
en el PRI), dijo la señora Magdaleno
que “el
reto más importante es trabajar por la unidad, recuperar la confianza de la
gente”, sin darse cuenta o sin querer darse cuenta que la confianza de
la gente se perdió poco a poco y que la recuperación de ella, no es cuestión de
vuena
boluntad (así), ellos (y ellas) no son estúpidos, piensan que nosotros
lo somos y nos dicen discursos que nos llenan las orejas, pero no satisfacen
nuestros oídos.
Hace algunos años, cuando Heberto Castillo “declinó en sus aspiraciones” para
ser presidente de la república a favor de Cuauhtémoc
Cárdenas nos dijeron que “es la
oportunidad histórica” de sacar al PRI para meter al PRI, ahora nos dicen
que “es
el momento” de sacar al PRI para meter al PRI, pero no nos dicen como
desmontar al régimen que ha dominado al país durante 90 años.
El PRD hace muchos años dejó de representar a las fuerzas
progresistas nacionales y casi coincido con Pablo Gómez cuando dice que; “hay que recuperar dignidad del partido”
pero creo que ya en ese partido la dignidad es algo que no se puede recuperar.
Ahora nos dice Barrales que buscará ser quien se
encargue de dialogar con quien quiera dialogar (el diálogo para ella puede ser
acuerdo o negocio) como lo ha sido para las últimas administraciones
perredistas, de ese “diálogo” han obtenido mucho dinero,
pero han pasado de un 17 por ciento de preferencia electoral a menos del 9 y
han entregado (aparte de la dignidad) una gran capacidad de movimiento.
Nos dice que “no
aceptarán imposiciones” (más que de quien las pague) y que “no irán
a la cola” (pues no entiendo a la cabeza de que podrán ponerse).
En fin, el PRD tiene nueva
presidenta y debo festejarlo, pues como dije hace unos meses “me
vale madre lo que hagan por allá” y entre más perrejadas hagan mejor,
pues logran que la población de México tome conciencia de lo que no es la
izquierda.
En fin ya llegaron a si nivel de
mierda y ahora para que salgan de ahí requieren más que discursos de buena
voluntad y como dijo Pablo Gómez “ya
veremos quién se queda a apagar la luz” cuando esa estructura se
desmorone.
SALUD
Te recomiendo
Más o menos así se expresa Alejandra Barrales Magdaleno, en su toma de protesta para ser
Presidenta nacional del PRD, ignorando (por conveniencia) que hace algunos
meses dejaron de ser cabeza de cualquier cosa.
Dicen que su designación fue una muestra de “buena
voluntad” de Nueva Izquierda hacia Miguel
Ángel Mancera, sin embargo trascendió que hubo un “acuerdo” para que a
cambio Mancera les dejara el PRD del DF; un mero intercambio de propiedades, un
acuerdo patrimonialista como si las estructuras partidistas fueran de su
propiedad, como ellos acostumbran manejar esos ents de interés público, como
meras cajas de recursos púbicos.
Dicen que el ”artífice” del entramado que permitió
los “acuerdos”
que no se dieron a conocer fue nada menos que el “señor de las ligas” Bejarano, que como dije antes ya
entendió que después de la pulverización
hay que construir la unidad y que manda señales claras de hacer un gran
proyecto de izquierda nacional, aunque los discursos sean a la inversa.
En un discurso que se parecía tanto al de Ochoa Reza (que acaba de ser impuesto
en el PRI), dijo la señora Magdaleno
que “el
reto más importante es trabajar por la unidad, recuperar la confianza de la
gente”, sin darse cuenta o sin querer darse cuenta que la confianza de
la gente se perdió poco a poco y que la recuperación de ella, no es cuestión de
vuena
boluntad (así), ellos (y ellas) no son estúpidos, piensan que nosotros
lo somos y nos dicen discursos que nos llenan las orejas, pero no satisfacen
nuestros oídos.
Hace algunos años, cuando Heberto Castillo “declinó en sus aspiraciones” para
ser presidente de la república a favor de Cuauhtémoc
Cárdenas nos dijeron que “es la
oportunidad histórica” de sacar al PRI para meter al PRI, ahora nos dicen
que “es
el momento” de sacar al PRI para meter al PRI, pero no nos dicen como
desmontar al régimen que ha dominado al país durante 90 años.
El PRD hace muchos años dejó de representar a las fuerzas
progresistas nacionales y casi coincido con Pablo Gómez cuando dice que; “hay que recuperar dignidad del partido”
pero creo que ya en ese partido la dignidad es algo que no se puede recuperar.
Ahora nos dice Barrales que buscará ser quien se
encargue de dialogar con quien quiera dialogar (el diálogo para ella puede ser
acuerdo o negocio) como lo ha sido para las últimas administraciones
perredistas, de ese “diálogo” han obtenido mucho dinero,
pero han pasado de un 17 por ciento de preferencia electoral a menos del 9 y
han entregado (aparte de la dignidad) una gran capacidad de movimiento.
Nos dice que “no
aceptarán imposiciones” (más que de quien las pague) y que “no irán
a la cola” (pues no entiendo a la cabeza de que podrán ponerse).
En fin, el PRD tiene nueva
presidenta y debo festejarlo, pues como dije hace unos meses “me
vale madre lo que hagan por allá” y entre más perrejadas hagan mejor,
pues logran que la población de México tome conciencia de lo que no es la
izquierda.
En fin ya llegaron a si nivel de
mierda y ahora para que salgan de ahí requieren más que discursos de buena
voluntad y como dijo Pablo Gómez “ya
veremos quién se queda a apagar la luz” cuando esa estructura se
desmorone.
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