Hacia finales de enero pasado, The Economist publicó un
reportaje que puede traducirse como “El Marasmo Mexicano” entonces
algunos diarios y analistas políticos nacionales decidieron tomar una frase del
mismo para sintetizar el artículo referido “el presidente que no entiende,
que no entiende” sin embargo en el cuerpo del mismo se hacían
innumerables referencias a los eventos que habían afectado la imagen de Peña Nieto y con ello la evaluación de
su administración, para terminar con “el cinismo de Peña Nieto, beneficia a Andrés
Manuel López Obrador”
Aunque el proceso electoral federal recién concluido, parece
que sólo mostró esa lapidaria frase en el espacio del DF; aunque Morena apenas
logró rebasar los 8 puntos porcentuales de voto nacional y el PRI de Peña llegó
al 30%; aunque el PRI y sus “fieles” aliados logran mantener una
mayoría en la Cámara de Diputados; incluso aunque la “encuesta” de
Buendía&Laredo (publicada el 15 de junio pasado en El Universal) diga que Peña Recupera tres puntos porcentuales en su
aprobación y que volvería a ganar las elecciones si se volvieran a realizar.
Partido
|
2012
|
Gana
|
Pierde
|
2015
|
PAN
|
42
|
36
|
23
|
55
|
PRI
(y aliados)
|
170
|
57
|
42
|
185
|
PRD
(y aliados)
|
88
|
8
|
62
|
34
|
Morena
|
14
|
14
|
||
MC
|
10
|
10
|
||
Panal
|
1
|
1
|
||
Independiente
|
1
|
1
|
Hay un dato que puede mostrar el nivel de desencanto
regional respecto de la política, veamos:
En el proceso electoral recién concluido 127 distritos
electorales cambian de partido o coalición, es decir más del 40% de los
electores deciden trasladar la función legislativa.
Esa misma población permitió con su voto directo que 26
distritos fueran a fuerzas políticas no mayoritarias, comunicó de manera clara
su intención de que haya nuevos factores de opinión en ese poder.
Al PRD, la población le arrancó 54 distritos electorales
netos, permitiendo al PRI lograr 15 más de los que obtuvo en 2012 y al PAN le dio
13 diputaciones de mayoría relativa más de las que obtuvo tres años antes.
Ello diría que el mayor “enojo” se manifestó contra el PRD y
el menor contra el PAN; pero esto fue muy notorio en zonas específicas de la
república, el DF y Guerrero y Oaxaca fueron especialmente desastrosos para el
PRD; para el PAN Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas fueron muy desfavorables; mientras
que el PRI recibe los mayores castigos en las Baja californias, México y
Puebla; así ese partido político se convierte en ganador de los espacios
perdidos por el PRD y el PAN y el PAN recupera parte de los espacios perdidos
en los lugares en que el PRI es castigado.
Pero ese descontento poblacional “circunstancialmente” no
se muestra en entidades federativas con los más altos niveles de rezago social,
así, en Chiapas el PRI no pierde distrito alguno e incluso gana el único que
estaba en manos del PRD; en estados con un altísimo control corporativo local
(Durango, Hidalgo, Nayarit, Yucatán y Zacatecas) el PRI mantiene su total
predominio, siempre bajo el supuesto de que el proceso electoral representa los
intereses de los votantes.
Quitando esos cinco estados de la república (35 distritos
electorales federales) es la mitad de los cargos en contienda los que cambian
de partido, los que la población decidió entregar a una fuerza política
diferente para que los “represente”, lo interesante del dato
es que uno de cada siete de esos movimientos lo realizó a favor de fuerzas
emergentes, de una opción no tradicional.
Otro dato interesante se muestra en la “concentración” del voto
de las “fuerzas emergentes” así Morena logra 11 de sus 14 diputaciones
uninominales en el DF, una más en la zona conurbada (Texcoco) y ―sin tener una
clara explicación― dos más en zonas urbanas de Veracruz (Xalapa y
Coatzacoalcos) mientras que MC se hace de las 10 diputaciones en Jalisco; la
diputación del Panal es en Yautepec, Morelos y la independiente es la de Clouthier en Sinaloa.
Morena, sangra al PRD; mientras MC reparte su logro con las
pérdidas de PRI y PAN; lo que me lleva a pensar que una parte importante de la
población de Jalisco, no busca la izquierda, sino que se le acabó la confianza
en la derecha; pero también me confirma que esa parte de la población que ahora
simplemente volteó hacia MC por ser la única posibilidad ahí, puede o está
dispuesta a dejar de ser cautivo de las “fuerzas tradicionales” hay que
buscar ―muy interesante búsqueda― opciones que a hagan voltear hacia esa
posibilidad.
Bueno, pues para Peña
Nieto que no entiende y no quiere entender, el que la población le haya
dado la victoria al PRI (con su palero el PVEM) simplemente e dice que todo
está bien; que los mexicanos estamos muy contentos con su “gobierno” y que va a
navegar entre algodones los tres siguientes años.
Pero así como la
población del DF cambió; la población de Jalisco y Nuevo León les mostró su
cansancio y desencanto; una fracción importante de los mexicanos le dijeron que
no están contentos; así puede volver a pasar en 2018; pues no puede seguir sustentando su triunfo en los reductos (casualmente también del crimen organizado) que mantiene como Chiapas, Durango, Hidalgo, Nayarit, Yucatán y Zacatecas
SALUD
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