martes, 23 de junio de 2015

“no entiende” (ni quiere entender)

Hacia finales de enero pasado, The Economist publicó un reportaje que puede traducirse como “El Marasmo Mexicano” entonces algunos diarios y analistas políticos nacionales decidieron tomar una frase del mismo para sintetizar el artículo referido “el presidente que no entiende, que no entiende” sin embargo en el cuerpo del mismo se hacían innumerables referencias a los eventos que habían afectado la imagen de Peña Nieto y con ello la evaluación de su administración, para terminar con “el cinismo de Peña Nieto, beneficia a Andrés Manuel López Obrador

Aunque el proceso electoral federal recién concluido, parece que sólo mostró esa lapidaria frase en el espacio del DF; aunque Morena apenas logró rebasar los 8 puntos porcentuales de voto nacional y el PRI de Peña llegó al 30%; aunque el PRI y sus “fieles” aliados logran mantener una mayoría en la Cámara de Diputados; incluso aunque la “encuesta” de Buendía&Laredo (publicada el 15 de junio pasado en El Universal) diga que Peña Recupera tres puntos porcentuales en su aprobación y que volvería a ganar las elecciones si se volvieran a realizar.

Partido
2012
Gana
Pierde
2015
PAN
42
36
23
55
PRI (y aliados)
170
57
42
185
PRD (y aliados)
88
8
62
34
Morena

14

14
MC

10

10
Panal

1

1
Independiente

1

1
Hay un dato que puede mostrar el nivel de desencanto regional respecto de la política, veamos:
En el proceso electoral recién concluido 127 distritos electorales cambian de partido o coalición, es decir más del 40% de los electores deciden trasladar la función legislativa.

Esa misma población permitió con su voto directo que 26 distritos fueran a fuerzas políticas no mayoritarias, comunicó de manera clara su intención de que haya nuevos factores de opinión en ese poder.

Al PRD, la población le arrancó 54 distritos electorales netos, permitiendo al PRI lograr 15 más de los que obtuvo en 2012 y al PAN le dio 13 diputaciones de mayoría relativa más de las que obtuvo tres años antes.

Ello diría que el mayor “enojo” se manifestó contra el PRD y el menor contra el PAN; pero esto fue muy notorio en zonas específicas de la república, el DF y Guerrero y Oaxaca fueron especialmente desastrosos para el PRD; para el PAN Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas fueron muy desfavorables; mientras que el PRI recibe los mayores castigos en las Baja californias, México y Puebla; así ese partido político se convierte en ganador de los espacios perdidos por el PRD y el PAN y el PAN recupera parte de los espacios perdidos en los lugares en que el PRI es castigado.

Pero ese descontento poblacional “circunstancialmente” no se muestra en entidades federativas con los más altos niveles de rezago social, así, en Chiapas el PRI no pierde distrito alguno e incluso gana el único que estaba en manos del PRD; en estados con un altísimo control corporativo local (Durango, Hidalgo, Nayarit, Yucatán y Zacatecas) el PRI mantiene su total predominio, siempre bajo el supuesto de que el proceso electoral representa los intereses de los votantes.
Quitando esos cinco estados de la república (35 distritos electorales federales) es la mitad de los cargos en contienda los que cambian de partido, los que la población decidió entregar a una fuerza política diferente para que los “represente”, lo interesante del dato es que uno de cada siete de esos movimientos lo realizó a favor de fuerzas emergentes, de una opción no tradicional.

Otro dato interesante se muestra en la “concentración” del voto de las “fuerzas emergentes” así Morena logra 11 de sus 14 diputaciones uninominales en el DF, una más en la zona conurbada (Texcoco) y ―sin tener una clara explicación― dos más en zonas urbanas de Veracruz (Xalapa y Coatzacoalcos) mientras que MC se hace de las 10 diputaciones en Jalisco; la diputación del Panal es en Yautepec, Morelos y la independiente es la de Clouthier en Sinaloa.

Morena, sangra al PRD; mientras MC reparte su logro con las pérdidas de PRI y PAN; lo que me lleva a pensar que una parte importante de la población de Jalisco, no busca la izquierda, sino que se le acabó la confianza en la derecha; pero también me confirma que esa parte de la población que ahora simplemente volteó hacia MC por ser la única posibilidad ahí, puede o está dispuesta a dejar de ser cautivo de las “fuerzas tradicionales” hay que buscar ―muy interesante búsqueda― opciones que a hagan voltear hacia esa posibilidad.

Bueno, pues para Peña Nieto que no entiende y no quiere entender, el que la población le haya dado la victoria al PRI (con su palero el PVEM) simplemente e dice que todo está bien; que los mexicanos estamos muy contentos con su “gobierno” y que va a navegar entre algodones los tres siguientes años.

Pero así como la población del DF cambió; la población de Jalisco y Nuevo León les mostró su cansancio y desencanto; una fracción importante de los mexicanos le dijeron que no están contentos; así puede volver a pasar en 2018; pues no puede seguir sustentando su triunfo en los reductos (casualmente también del crimen organizado) que mantiene como Chiapas, Durango, Hidalgo, Nayarit, Yucatán y Zacatecas

SALUD

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