jueves, 9 de octubre de 2014

Seguimos aprehendiendo capos, sin aprender para qué

Al principio de la “administración” actual nos dijeron: que se trataba de una “nueva estrategia” y esa empezó “adquiriendo” con nuestro recurso tiempos y espacios en los medios de comunicación, callando a la “prensa”, evitando la publicación de hechos de violencia, una estrategia costosa y poco real de acuerdo con algunas fuentes, pues la realidad superaba de manera diaria a el estado de paz que se nos vendía en los medios.

Tras esa breve etapa (unos seis meses) se nos comunicó que había nueva estrategia y que consistía esencialmente en una “mayor coordinación” con las fuerzas de seguridad local y entre las fuerzas de seguridad federal (en resumen que se pondrían de acuerdo todos para hacer su trabajo) pero en realidad, las estructuras de seguridad pública local estaban tan podridas (desde finales del siglo anterior se tenía un diagnóstico muy concreto al respecto) que no eran parte del plan, así que bastó (en principio) que las organizaciones federales encargadas de atender el problema lo hicieran con un mismo objetivo y ese era a la luz de los propios programas del Estado, detener a los capos del narcotráfico (122 fue su meta) aunque nunca se nos explicó para qué o cómo habría eso de modificar el clima de violencia existente.

Pues ya detuvimos al Z-40, al Chapo y a otros líderes menores de otras organizaciones criminales y la violencia sigue en los niveles de 2012 o peor; es más siendo un poco críticos respecto de la situación, podríamos afirmar que hoy ya la criminalidad se apoderó de las instituciones (no sólo de las corporaciones policiacas locales) ha infiltrado además muchas de las estructuras administrativas municipales y algunas estructuras administrativas estatales, cuentan con un poder de corrupción que les permite el control de grandes franjas de la economía formal (es más en algunos casos no se distingue hasta donde llega lo legal e ilegal en la economía real nacional) SALUD

Bien, Vicente Carrillo Fuentes es parte de las estructuras originales del origen del tráfico de drogas, junto con su hermano (El Señor de los Cielos) y el tío de ambos Ernesto Fonseca Carrillo fue fundador del cartel de Sinaloa, hacia finales de los ochenta y principios de los 90, la operación de esa estructura criminal funcionó bajo un solo mando, sin embargo el fortalecimiento del Cartel del Golfo y tras la estructura operativa que esa organización genera con Los zeta (un cuerpo de elite para atacar a sus enemigos) Amado Carrillo decide tomar un camino independiente (aliado con el cartel de Cali (Colombia) y trasladar la cocaína directamente para lo cual se posesiona primero de Chihuahua (alrededor de 1994) en donde instala varias pistas para la “bajada” de la droga y después extiende sus operaciones a Cancún y Quintana Roo (con la protección oficial de Mario Ernesto Villanueva Madrid) y después de Yucatán (también con la protección de Víctor Cervera) el norte de Veracruz, también logró control de amplias zonas del territorio (algunos reportes señalan que tenía coptadas autoridades estatales en unas diez entidades federativas y en unos 130 municipios con aeropuerto) es decir tenía presencia (según esos reportes en más de 20 estados y el AICM)

Los recursos provenientes de la actividad de trafico de drogas, fueron colocados (convenientemente) en Banamex (entonces de Roberto Hernández) y desde ahí se “filtraron” a "actividades legales” especialmente del sector turístico nacional (aunque también llegaron a construcción y vivienda) y en los “bancos” de Carlos Cabal Peniche que se encargó de llevarlos a paraísos fiscales.  SALUD

Tras la muerte de “El señor de los cielos” en 1997, “El Viceroy” se hace cargo de la operación de la organización criminal denominada Carrillo Fuentes, manteniendo cohesión estructural hasta 2008 en que se presenta una tremenda guerra con el cartel de Sinaloa, la segregación de Los zeta y un cambio de paradigma en las estructuras criminales, pues el mercado local era tan importante como el internacional y el dominio de plazas para la comercialización se convirtió en la prioridad.

Vicente Carrillo Fuentes, controlaba actividades en Chihuahua, parte de Durango, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, México y el Distrito Federal; había logrado una amplia cadena de distribución de estupefacientes y con ello además jugosas ganancias de actividades como la extorsión, robo en carreteras y comercio de lo robado, venta de alcoholes y otros productos “clonados” o robados.

La organización criminal había “evolucionado” (o diversificado como dicen en la PGR) hacia actividades muy entremezcladas, mantenía control importante en bares y centros nocturnos de todas esas entidades federativas, de Cancún, de Veracruz (puerto y zona metropolitana) de la zona conurbada del DF (estado de México) y Cuernavaca.

Según me dicen, la investigación proviene de la DEA y fue entregada a la Marina (aunque esta vez si permitieron la participación de la Sedena y PFP) está detenido y seguro tendrá muchas cosas que decir, pero no creo que a los interrogadores les interese seguir la pista ni del dinero, ni de los sobornos y “apoyos” que ofreció.

Detuvimos con ayuda de la DEA a El Viceroy pero como en el caso de El Z-40 y de El Chapo, pasaremos a seguir atrapando cabezas sin cortar las raíces.

SALUD

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