miércoles, 29 de octubre de 2014

Rezar y ¿Cómo pa qué?

Así lo dijo: "Envío un saludo especial al pueblo mexicano que sufre la desaparición de sus estudiantes y por tantos problemas parecidos, que nuestro corazón de hermanos esté cerca de ellos, orando en este momento" pues bien que oren, que lloren y hasta que sigan chorando (hasta que el pueblo los aguante)

Ya hay graves símbolos de cansancio popular, ya hay también emisores de estupidez (que se les da de manera natural) como un desplegado insertado por la clase empresarial (Consejo Coordinador Empresarial) mexicana en la que pide (sin orar) un nuevo pacto, para “acabar de hacer lo que requiere MéxicoSALUD

Ese texto acaba diciendo: "México nos exige un esfuerzo de ésta magnitud, comprometámonos todos por un Pacto para el Fortalecimiento del estado mexicano" aunque ellos ven ese fortalecimiento en relación directa con su capacidad de seguir explotando al pueblo y reproduciendo su capital, para ellos México es suyo y los mexicanos algo que hay que mantener en niveles de supervivencia para garantizar sus niveles de utilidad.

Entre la oración de Francisco y la exigencia del CCE, sólo hay una diferencia, el primero la hace desde lejos, ajeno al verdadero sufrimiento nacional y los segundos los hacen desde aquí, enterado del nivel de presión social que se vive de manera cotidiana en las calles, en las plazas públicas, en las comunidades y en las ciudades.

Ambos “piden” por la preservación de sus privilegios, por el mantenimiento del estatus que esta sociedad le dio en algún momento a ambos estamentos ya la sociedad ahora mantiene severas reservas respecto de la religión (de las iglesias en general) y desde hace mucho tiempo han señalado a los “empresarios” como los verdaderos causantes de los niveles de miseria que enfrentan amplias capas poblacionales nacionales.

El siguiente estrato de apestados y quizá el más detestado por los grupos poblacionales en México son los políticos, que an perdido todo tipo de credibilidad, así que la “exigencia” del CCE que sólo se puede poner en marcha gracias a la voluntad de estos, está absolutamente muerto por la forma de chorar (no es un error) de nuestra clase política, de los empresarios y de la iglesia católica; ellos se han encargado de alimentar su propio descrédito.

El último nivel jerárquico de esa cadena de abusos hacia los mexicanos (aunque es parte del “empresariado” nacional) se cuece aparte, los medios esos poderosísimos intereses detrás de la comunicación, han pasado a ser depositarios de la ira colectiva y ahora mantienen un perfil también reactivo ante los niveles manifiestos de rebeldía de amplias capas poblacionales.

Todos ellos si deben ponerse a rezar para que la ira popular (no por la desaparición de 43 estudiantes normalistas) resultante de los niveles de injusticia, alimentada por la violencia institucional contra todo tipo de organización social y sustentada por la inmensa impunidad que entre ellos se proveen; no llegue a niveles de revuelta.  SALUD

Hoy México y algunos grupos de mexicanos ya cuentan con una incipiente capacidad de organización para manifestar su inconformidad, pero aun falta algo y parece que poco a poco aparece de manera más clara una capacidad de alineación en el objetivo.

Pues bien, una vez definida la necesidad de hacer (impulsar o generar) un cambio, es hora de mostrar que si contamos con un proyecto alterno de nación y que ellos sigan rezando y exigiendo.

Hasta la victoria.

SALUD

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