jueves, 23 de mayo de 2013

Otra vez Michoacán

Como lo dije antes, Michoacán cuyas administraciones públicas que desde la década de los 70 han estado coptadas por productores de enervantes (especialmente marihuana) con territorios en los que no entras a menos que seas parte de ellos.

Toda esa franja que va desde Apatzingán y hasta Aquila es decir, la colindancia entre Jalisco y Colima y el Pacífico Sur, han sido “territorios independientes” aunque pertenezcan al estado de Michoacán y al Estado mexicano.

En el calderonato, Michoacán fue el “bastión” de la guerra contra el crimen organizado, apenas el 11 de diciembre de 2006 Francisco Javier Ramírez Acuña anuncia la Instalación del Programa Conjunto Michoacán, con la presencia de tres mil elementos federales (SEDENA, Marina y PFP) y hace unos días se “estructuró” un nuevo programa para “recuperar” los territorios (que según CaldeRón nunca estuvieron en manos del crimen organizado), ahora se le denomina “Estrategia Michoacán” u “Operativo Michoacán” el nombre es lo de menos.

Segob asegura que “la estrategia de seguridad del Gobierno federal está dando resultados porque va a fondo, tiene objetivos claros y hay total coordinación con los estados, como en Michoacán donde se avanza para recobrar la paz”, sin embargo su página de inicio, su sala de prensa y su sitio WEB “olvida” no sólo indicar cuales son los objetivos, sino hasta mencionar el evento.  SALUD.

Dice el titular de esa Dependencia que el operativo será permanente y que dejarán Michoacán “hasta que haya condiciones de seguridad y se devuelva la paz a todos sus habitantes” pues SALUD, creo que tendremos que esperar algunos lustros, quizá hasta algunas décadas.

Por que estos “administradores” públicos pensarán (bueno si es que lo hacen) que haciendo las cosas igual que antes, van a obtener resultados diferentes.

El problema de esos territorios ahora ocupados para la producción, transformación, embalaje y transportación para su venta de marihuana y otros psicotrópicos, se encuentra en raíces muy viejas, ahí no hay mayor actividad económica que la relacionada con el crimen organizado, la producción agropecuaria fue abandonada desde hace entre dos y tres décadas, no ha habido desarrollo industrial y de los servicios mejor no hablamos.

Esa tierra fue abandonada por sus “autoridades” desde principios de los años 80, no es que las mafias hayan ido ha instalarse ahí, desde siempre (quiero decir desde antes de la llegada de la revolución) en esas tierras se ha sembrado marihuana, es parte de las actividades económicas que mantenían a su población.

Las autoridades hacían como que no pasaba y los productores les mantenían generosamente (como dice Anabel Hernández, mantenían a las lacras administrativas para poder realizar sus actividades económicas) dado que el contubernio lo permitía después (en la década de los 90) se empezó a producir cocaína que se trasladaba a Manzanillo para ser comercializada en Estados Unidos y Asia (junto con la marihuana)

Hoy ahí hay laboratorios para el “producción” de metanfetaminas que se trasladan primero a Colima (en donde llegaban los químicos o precursores para su procesamiento) y después a todo el mundo, no es ya el negocito familiar de producción para el autoconsumo y la venta en pequeña escala, está controlado por verdaderas mafias internacionales y se les piensa atacar con vigilancia militar, sólo podemos esperar dos cosas:

Que los mafiosos copten a los militares y en unos eses (quizá un año) las cosas se replanteen, es decir se llegue a un acuerdo para transitar con sus productos a cambio e que salpiquen a los “funcionarios” federales correspondientes; que se presenten enfrentamientos entre las fuerzas federales con los malosos (como los llamaba Zedillo) y se destruyan unos cuantos plantíos, para después encontrar cause económico de las actividades ahí realizadas, es decir que las posiciones hasta ahora obtenidas por el crimen organizado, sean defendidas por sus vasallos (la población que vive de ello) bajo acciones de guerrilla, esto representaría una guerra de baja intensidad permanente durante muchos años y la latente posibilidad de que brinque las fronteras estatales (Jalisco y Colima) para convertirse en un verdadero foco de contaminación nacional.

Ya desde principios del siglo se ha hablado de la creación de bases sociales por parte de la delincuencia organizada, no se si es esa zona de país en donde mayor interrelación existe entre la población y la actividad delincuencial, pero si estoy seguro que es ahí en donde la población está dispuesta a enfrentarse a las “fuerzas del orden” para mantener su modus operandi, su modo de vida.

El escenario de una guerra de guerrillas no está lejos.

SALUD.

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