Ya hoy desde la Constitución Política se hace referencia a
la función de la comunicación vía satélite y de las facultades del Estado para
mantener su rectoría (cuarto párrafo del Artículo 28), se reglamentan ambas
facultades en dos leyes (Ley Federal de Radio y Televisión y la Ley Federal de Telecomunicaciones)
y otros ordenamientos.
Pero están tan llenas de buenas intenciones que se
convierten en letra muerta por ejemplo los artículos 9, 10, 11 y 12 de la
primera ley que facultan a diferentes dependencias del Ejecutivo Federal en la materia,
simplemente NO SE CUMPLEN, por incapacidad (que no incompetencia) de sus
autoridades.
La segunda ley es un ordenamiento surgido a mediados de los
años 90 (en la época de la modernidad nacional) reformada hasta el cansancio
para “adecuarla” a las necesidades e la post modernida (así), impugnada hasta
por los mismos promoventes de las reformas la hoy conocida como ley telerrisa
(así) es tan obsoleta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró su
inconstitucionalidad y “pidió” al Congreso de la Unión su corrección misma que
AUN NO HA PODIDO SER REALIZADA. SALUD.
En fin, esas no se aplican no por que no sirvan, sino porque
los administradores decidieron NO aplicarlas y pues además dicen que se
requiere una gran reforma para poder “modernizar” a nuestro país (cuantas veces
he escuchado semejante sandez)
El “pacto por México” retoma la necesidad de una reforma en
telecomunicaciones y prestos nuestros siempre trabajadores miembros del
Congreso de la Unión, se pusieron a trabajar en ello, ya hasta el Senador
Javier Lozano (pobre tener que cargar con ese apellido) presentó una propuesta
(bastante retrógrada)
En fin, como los administradores NO hacen su chamba, tendrán
que chambear los legisladores para hacer una nueva reglamentación que tampoco
cumplan los administradores o quizá mejor en una que si estén dispuestos a
cumplir pues estará a la medida de los verdaderos patrones de México las
televisoras y los grandes consorcios de la comunicación.
No entiendo bien del tema, pero estoy absolutamente consiente
de que esos grandes consorcios de las comunicaciones en nuestro país están
dispuestos a “invertir” unos billetitos (muy poquitos) para “adquirir” la buena
voluntad de algunos de nuestros legisladores y dejar las cosas muy a su manera,
es decir inoperable o carente de capacidad para lo que requiere México.
Han demostrado con creces que desde siempre les vale madre
la ley y si pueden hacerla a su manera pues mejor.
Así que aunque urge una legislación capaz de llevarnos a
democratizar los medios, lo más seguro es que tengamos una legislación para
mediatizar la democracia.
SALUD.
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