martes, 27 de octubre de 2015

Hora de aplicar la ley en Guerrero

Así, con ese desparpajo lo dice Héctor Astudillo, que hoy toma protesta como gobernador constitucional de ese estado de la república, pero que ha vivido del presupuesto público desde los años 80 (por cierto siempre como peón de José Francisco Ruiz Massieu) y que ha desempeñado infinidad de cargos públicos en administraciones locales (sin haberla aplicado)

Así, cínicamente el señor Astudillo nos receta como su “carta fuerte” para esa encomienda a otro ruizmassieuista (convertido al foxismo de foxilandia) como su secretario de Gobierno; el señor Florencio Salazar (que según muchos conocedores locales es más chueco que un resorte) se encargará de aplicar la ley.

Esos dos superhéroes habrán de enfrentarse con todas las fuerzas que les dan sus superpoderes a todos los males que le asisten a esa tierra olvidada, no de hace 80 años, es más ni soquiera de hace 200 años, es más ni siquiera de hace  años.

Vuelve la palomilla de velociraptores (de la peor calaña salinista) a salvar una entidad que ellos sumieron en la peor de las crisis, sólo como parte de la información anecdótica Guerrero es hoy la entidad con menores índices de desarrollo social, es hoy la peor calificada en materia de seguridad, es hoy la entidad federativa con mayor rezago social, gracias a José Francisco y los “ineptos” ruizmassieuistas que desde hace tres décadas la “gobiernan” (en 1985 se ubicaba entre el 27 y 30 a la cola)

En Guerrero Carlos Salinas y su “amiguito” y cuñado José Francisco Ruiz Massieu realizaron grandes negocios (incluyeron por supuesto al destacadísimo Diego Fernández de Ceballos) a costa del erario público federal y local (a costa de los guerrerenses).

Hoy regresan para acabar con esa pobre tierra que desde hace más de 20 años se encuentra dominada por los cárteles del narcotráfico; según datos de diversas agencias estadounidenses, de la PGR y del CISEN, los 81 municipios que lo conforman, están en algún grado infiltrados por organizaciones criminales, 75 de ellos están absolutamente controlados por alguna organización criminal.

Guerrero, es el foco rojo más impresionante que tiene México, ahí la connivencia entre autoridad y criminalidad es de tal magnitud que simplemente no hay manera de distinguir entre ellas; Guerrero tiene los cuatro de los primeros cinco municipios con mayor índice de pobreza en el país; Guerrero manifiesta tal nivel de inconformidad social que está a punto del estallido social; Guerrero cuenta con territorios tan inhóspitos que ni la fuerza pública se atreve a caminar.

Pero ya el señor Astudillo nos deja ver con claridad el camino a seguir al decir: “no será nada fácil, pero hay que pactar, para controlar la situación” muestra clara de su intención de sobrellevar la situación a cambio de ceder a los grupos de poder local (incluidos los del crimen organizado) parte del control territorial local.

A ese paso, hoy sólo me puedo imaginar una mucho más acelerada descomposición social y muy pronto el primer brote de insurrección nacional.

Aplicar la ley será el camino, empezando por el Artículo 39 constitucional.

SALUD

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