Los que explican desde la teoría popular la famosa frase de “el
horno no está para bollos” aseguran que ese particular panecillo no debe
colocarse en el interior de un horno muy caliente pues rápidamente alcanzará su
cocción exterior y la masa interior quedará cruda; señalando que la frase hace
alusión a la presión que en una persona o en un colectivo de personas se ha
acumulado, está a punto de alcanzar el clímax y estallar.
Tres días en la Sierra de Guerrero me dicen que ahora sí, el
horno está para bollos y que no se quemará el exterior y quedará crudo el interior;
llegué el martes ya por la noche hasta Tehuixtla (en la parte sur de Morelos)
me recibieron un compañero de andanzas de los 70 y dos camaradas que dijeron
ser parte del MIP (Movimiento Indígena Popular) y me indicaron que hay muchas
organizaciones sociales independientes en toda la Sierra que han venido
haciendo trabajo de adoctrinamiento, capacitación y entrenamiento en las
comunidades.
El miércoles muy temprano (casi a las 4 de le mañana) ya
estábamos listos para salir (en principio dijeron que estaríamos en Huitzuco (al
norte de Guerrero) después de visitar unos seis o siete comunidades) alrededor de
las 16 ó 17 horas; en realidad llegamos hasta Coaxitlán (en la frontera de amos
estados y ahí nos “alcanzó” una parte de algo que se auto denomina PRO (ellos
dijeron ser Prodefensa y estar dedicados a la organización social y defensa de
los derechos comunitarios) los “comandantes” Lucha y Pedro, me mostraron
las comunidades en que actúan (ellos dicen intervienen) desde ahí y hasta una
comunidad llamada Xantiopan (dicen que yá está en la colindancia con Puebla)
Hay (según el PRO) unas 40 ó 50 comunidades que ya están
organizadas y esperando “el momento adecuado”, dicen también
que en esa parte del estado de Puebla y hasta Izucar de Matamoros hay otras más
y que esas están integradas casi en su totalidad por comunidades indígenas que
han sido despojadas de tierras y aguas y relegadas a niveles de pobreza.
Pedí conocer lo que estaban haciendo en esa región y como a
las 16 horas enfilamos hacia Teocalcingo (casi en el vértice de las tres entidades
federativas) ahí tomamos café y platicamos una buena parte de la noche.
Es una verdadera delicia platicar con gente de las
comunidades, de los pueblos originarios locales; de nuestra historia y de
nuestra percepción del país que apenas unas horas antes el señor Peña había descrito como: “un
país responsable, en el que se puede confiar, creer y crecer” mientras ahí
ellos simplemente siguen viendo todo igual que hace 20 años o incluso peor que
hace treinta años.
Nuevamente en la madrugada del jueves iniciamos nuestra
caminata pero a un pintoresco poblado llamado Chaucingo, lugar en el que se
gestó (hace apenas un par de meses) una sublevación contra la autoridad
municipal de Huitzuco por el incumplimiento en la entrega de fertilizantes,
platiqué ahí con Don Fidel (un
anciano como de 80 años de edad) que me explicó entre su lengua originaria (náhuatl
de la montaña y español) que “ya están hasta la madre de promesas e
incumplimientos” como lo dice hoy un extraordinario reportaje de Guadalupe
Fuentes y Juliana Fregoso, publicado el sin embargo y llamado EPN LANZÓ DECÁLOGO CADA 8.2
MESES COMO PRESIDENTE, LA MAYORÍA SIN CUMPLIR.
Ellos que sufren ahí las consecuencias de una rampante
corrupción de todos los órdenes de gobierno, saben que el discurso hueco de
Peña es sólo una manera de decir que siguen sin hacen nada en materia de
castigo a la corrupción.
Ya en Huitzuco, por la tarde de ese día me enteré con
detalle de la organización que guarda el movimiento popular local, estuvieron
más de seis organizaciones con una inmensa cantidad de siglas, en las que prevalecen
denominaciones como Popular, Revolucionaria, Independiente, Lucha y hasta Insurrección.
Me llamó la atención el grado de conocimiento de la
historia, el desenvolvimiento oral de las mujeres y hombres que están inmersos
en esas luchas; estoy sorprendido de la inmensa capacidad de organización de
cientos (miles) de jóvenes que saben que el único camino es la lucha armada y
que no hay nada que pueda cambiar a México más que la decisión de su pueblo.
Estoy convencido que la organización comunitaria encontrada
ahí es similar a la de bastas zonas de Oaxaca, Chiapas, Tlaxcala, Veracruz y
hasta Guanajuato Jalisco o Zacatecas.
Me es muy gratificante poder escribir a sabiendas que hay un
camino y muchos mexicanos con fuerza para transitarlo; aunque pienso, tanto prepararnos para derrumbar el sistema y este se está derrumbando sólo.
SALUD
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