domingo, 31 de mayo de 2015

Otra cosa que tampoco concluyó Chuayffet

Hace tiempo escribí una biografía de Emilio Chuayffet, la conclusión entonces fue que “nunca acabó nada de lo que había iniciado en su vida”: fue Presidente municipal de Toluca pero despachó como Secretario de Educación y Cultura de Alfredo del Mazo; no pudo imponer a su sustituto en la presidencia municipal y quedó mal con el profe Hank; pese al apoyo del profe, nunca se consolidó como un pilar de la estructura hanksista (pues decía Carlos Hank que él no era de Atlacomulco sino de Tianguistengo); después fue Secretario General de Gobierno de Mario Ramón Beteta, con la consigna de posicionar a Alfredo del Mazo para la candidatura a la Presidencia de la república y tampoco lo logró; fue el primer titular del IFE y no realizó nada relevante; su elección como gobernador fue muy cuestionada y a la mitad de esa administración (que tampoco terminó pues la abandona para hacerse cargo de la Segob en 1995) “perdió el control” de la legislatura local; una evaluación de su “administración” en Segob, simplemente lo hace ver MUY mediocre, sólo por recordar no concretó la reforma electoral y su desastroza actuación en el caso de San Andrés Larráinzar, pero lo pior (así) fue el financiamiento a paramilitares chiapanecos y la matanza de Acteal, lo que lo sacó de ahí apestado; después fue a la LIX legislatura y “se equivocó” al intentar engallarse frente a verdaderos gallos de pelea, recibiendo aquel “¿Qué epitafio quieres en tu tumba?” de la otrora todo poderosa profesora.

Aquella entrada concluyó “Ya ahora después de las primeras batallas en materia de Reforma educativa, parece que será otro proyecto inconcluso de EMILIO CHUAYFFET CHEMOR
No es que no me importe la educación, soy un convencido de la necesidad de lograr una educación de primer mundo y conozco algunos de los procesos educativos que deben modificarse para lograrlo (más de 50 post al respecto lo demuestran); es más puedo asegurar que la evaluación docente es un proceso fundamental en la mejora de la capacidad (las capacidades de los maestros), es decir, saber cuál es el nivel de los docentes, permitirá saber cuál es la necesidad de formación o actualización que requiere.

No me alegro del “fracaso” de algo que estaba fracasado desde que se decidió que un fracasado lo condujera.

Me molesta que lejos de negociar una verdadera reforma educativa, se haya centrado todo en una reforma laboral docente.

Tampoco me pronuncio respecto de la necesidad de que se vaya Chuayffet, pues desde mi particular punto de vista, nunca debió de haber llegado, pero como entre ellos los pleitos personales los pagamos los mexicanos, pues lo pusieron ahí para mostrarle a Elba Esther Gordillo un poder ilusorio, sólo demostrando que la profesora desde la cárcel es mucho más poderosa que el hombrecito que “dirigió” la educación nacional durante casi tres años.

Pero es importante que los procesos perdidos durante esos tres años, se recuperen de inmediato, es ahora, cuando la sociedad (empezando por los legisladores que dicen ser sus representantes) retomen el tema y al margen de filias y fobias, se realice una verdadera reforma educativa que sea capaz de poner a México a la vanguardia en esa materia.

Comprometiéndose a mejorar la calidad de manera integral, teniendo como UNO de sus ejes la formación, actualización y capacitación docente.

Una reforma en la que el INEE sea un mecanismo para mejorar la calidad docente, pues hoy la hoguera ya quemó a Chuayffet, pero la educación sigue siendo una preocupación.

SALUD

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