viernes, 12 de abril de 2013

Emilio Chuayffet Chemor


A diferencia de usted, yo, Diputado Chuayffet, soy un hombre en toda la extensión de la palabra, no soy un desviado. Tengo una vida personal de la que me siento orgulloso. Mi familia, y en particular mis hijos, son la mejor expresión de una vida honorable

 Miguel Ángel Yúñez Linares

“¿qué quieres que diga tu epitafio?”
Elba Esther Gordillo 

tras haberla sustituido en la coordinación de la fracción priista en 2003

A
Nació en:                  Distrito Federal

Fecha:                       3 de octubre de 1951

Padre:                       Dr. Emilio Chuayffet Chuayffet
Que según dicen los que creen estar bien enterados tuvo una gran amistad con Jorge Jiménez Cantú, exgobernador mexiquense y que fue Delegado del IMSS en Toluca hacia los años 1976-1978 quizá con el apoyo de Jiménez Cantú que en ese entonces era gobernador, aunque en realidad la relación del Dr. Chuayffet era con Carlos Hank González.


Madre:                     Ruth Chémor de Chuayffet

Ambos originarios de Toluca, estado de México.


Esposa:                     Olga Soto de Chuayffet

Hija:                         Carolina Chuayffet Soto

Que en 2009 casó con Jorge Lira Quirarte, hijo de Armando Lira Lechuga que fuera Subdirector de Registro y Control de Activos de la Agencia Estatal de Seguridad y que muchos dicen que es prestanombres (testaferro) de Chuayffet Chemor desde hace más de 20 años.

Emilio cursó sus primeros estudios en la escuela primaria "Miguel Alemán" una de las más tradicionales de Toluca, en donde no fue un destacado alumno, aunque sobresalía en oratoria y geografía.

Finalmente realizó estudios de Derecho en la UNAM y se graduó con Mención Honorífica al titularse como abogado con la tesis “La naturaleza jurídica del Distrito Federal"  y además siendo el mejor promedio de su generación 1970-1974.

Apenas concluidos sus estudios se convirtió en secretario particular de Arturo Llorente González, que era subsecretario del Trabajo entre 1974 y 1976, cuando el titular de la dependencia era Porfirio Muñoz Ledo.

Cuando Llorente fue “designado” Delegado en Benito Juárez y por designación directa de Carlos Hank González (entonces Regente del DF) hacen a Chuayffet Subdelegado en Benito Juárez (1976-1981) y después Delegado (1981).

De manera paralela (sin contravenir disposición legal alguna) fue presidente del comité municipal del PRI de Toluca entre 1976 y 1978, ya preparando el terreno para una eventual escalada política posterior.

Ya desde entonces esta delegación era una de las demarcaciones territoriales del DF con mayor desarrollo humano, por lo que poco había que hacer ahí, aunque inició el desmantelamiento de la zona “irregular” de Xoco y vendió parte de los terrenos recuperados a los hermanos Losada Moreno, de lo que entonces era Gigante, otro negocio realizado por el señor Chuayffet en esa demarcación fue el relacionado con la basura, especialmente en las zonas comerciales y residenciales, en donde obtuvo beneficios muy importantes, además se encargó de garantizar que los negocios en la construcción del metro de Don Carlos, estuvieran bien y apoyó con recursos delegacionales cuando pudo.

Para las formas y estilos del régimen priista, fue un extraordinario funcionario cubrió las espaldas de su padrino e hizo su ronchita, además logró colocarse entre los predilectos del capo Hank y obtuvo una candidatura (que en aquel entonces contaba con la garantía de ganar)
Sin embargo, en los pasillos de la delegación se rumoraba mucho respecto de sus “extrañas” preferencias sexuales, no por ser homosexual, sino por las maneras, pues entonces todavía la Administración Pública contaba con personal de limpieza para sus oficinas y ahí trabajaba un joven (con nacionalidad canadiense) de nombre Julio Wiltman o Witman al que literalmente acorralaba en cada espacio que tenía y además mantuvo (según dicen) amenazado con expulsar del país si no accedía a sus instintos.
Deja ese cargo cuando se convierte en candidato a la presidencia municipal de Toluca también por recomendación de Carlos Hank, que lo hace casi como su entenado.

Gana la Presidencia Municipal y casi de inmediato la abandona para ocupar la Secretaría de Educación, Cultura y Bienestar Social del Gobierno del Estado de México (1982-1987), durante la administración de Alfredo del Mazo González y Alfredo Baranda García en la parte más importante de la descentralización educativa.

Al dejar este cargo la legislatura local declara inhábil a Gabriel Escobar y Ezeta para ocupar el cargo de Presidente Municipal de Toluca y designa sustituto a Jaime Almazán Delgado para concluir el trienio 1982-1984, Escobar es parte del grupo de Francisco Rojas Gutiérrez y de los grupos académicos de la Universidad Autónoma del Estado de México, mientras que Almazán es abyecto seguidor de Hank y el grupo Atlacomulco.

Así pues, la evaluación de un político que hace campaña para un cargo de elección popular y tras ganarlo, lo abandona a unos meses de haber tomado posesión, lejos de ser buena, puede ser muy mala.
Además la fórmula de ocupar un cargo público y simultáneamente uno partidista (que no estaba prohibido en aquel entonces) fue repetida por Chuayffet, pues cuando era titular de Educación estatal presidía el Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del PRI en el estado y como había sucedido anteriormente al presidir el Comité municipal del PRI en Toluca, ocupó esta posición para afianzar amarres que posteriormente le servirían para ser gobernador del estado.
Durante el desempeño del cargo de secretario de Educación estatal, tuvo un enfrentamiento precisamente con Alfredo Baranda (entonces secretario de Finanzas del estado) por las posiciones respecto de la descentralización educativa y los recursos que la federación trasladaba para esa actividad y por la participación que el estado realizaba en esa área, pues según Baranda había que reducir la participación y según Chuayffet había que aumentarla.

De cualquier manera, al inicio de la administración de Del Mazo González la participación en educación básica estatal era superior al 50 por ciento y al finalizar la de Baranda García era menor al 45 por ciento, es decir hubo un retrotraimiento (o cuando menos un estancamiento) de recursos destinados a esa función por parte de estado.

Algunos enterados dicen que su posición al interior de esas administraciones era de poder, pues representaba a Hank González y lo hacía sentir, pero a la vez era de una inmensa soledad y amargura, pues los otros secretarios le hacían casita (como bulgarmente se dice) es decir lo rehuían especialmente durante la última parte de la administración.
En algún momento se llegó a hablar de la posibilidad de que dejara la administración estatal, para venir a la federación pero no se concretó.
Como puede observarse, un titular de una dependencia estatal que a pesar de su importancia (y de la que le confería ser recomendado de Hank) no pudo incrementar su pedazo de poder (con mayores recursos) merece una evaluación apenas mediocre.
Se dice que la sucesión de 1987 Mario Ramón Betetacobró” a Salinas una factura pendiente (para que lo apoyara) y se montó en la candidatura a la gubernatura, al ser un hombre sin presencia y sin arraigo local, pues su carrera había sido en áreas financieras federales, Hank con la aprobación de Salinas le “impuso” a Chuayffet como Secretario General de Gobierno y con ello se convirtió en vicegobernador o gobernador de facto.

La realidad es que Chuayffet desde la posición en que se quedó se dedicó a realizar los amarres pertinentes a nivel local y nacional, para posicionar a Alfredo Del Mazo (que había sido designado Secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal)

El encargo, que le dio su padrino Hank lo llevó a organizar “fiestas” para personalidades del mundo empresarial, cultural, político y financiero, en una de ellas estando presentes varios secretarios de estado, Chuayffet perdió los estribos y tras tomar un mantel (redondo) se lo amarró arriba de la cintura para bailar (por lo que se le conoce con el sobrenombre de La Tehuana)

Las fiestas (pagadas con recursos privados y públicos) tanto su protector (Carlos Hank) y Del Mazo eran anfitriones y hacían referencia a la necesidad de fortalecer la política, sin embargo, Del Mazo no fue candidato y tuvo que aceptar la embajada de Bélgica y tras los reflectores de Atlacomulco, Chuayffet esperó el posicionamiento de Hank para retomar camino.

Así en 1989 fue “designado” Procurador Federal del Consumidor y de manera conjunta con Hank (que había sido designado en Sectur) construyó el andamiaje que lo llevaría a la gubernatura del estado.

Primero haciéndolo pasar por un conocedor de la materia electoral ante Salinas, hasta conseguir que lo nombrara como titular del IFE (institución naciente en esa administración) y después generando (Hank) todos los apoyos necesarios para hacer creer a Salinas que parte de la recuperación electoral del PRI en las elecciones federales de 1991, habían sido “artificio” de Chuayffet.

Para el cambio de poder estatal de 1993 cobra a factura al ser nominado para la candidatura a la gubernatura estatal y pese a todo logró vencer a Bravo Mena y a Alejandro Encinas.  Aunque la votación no le fue muy favorable en los niveles de presidencias municipales y congreso.  Es importante recordar que Enrique Peña Nieto fue el Tesorero del Comité Ejecutivo estatal del PRI en esa campaña y juntó buena lanita del Grupo Atracomucho para la misma.

Tras esa participación Peña Nieto fue recomendado por Chuayffet como secretario particular a Arturo Montiel (que había sido nombrado secretario de Desarrollo Económico)

De hecho, en el siguiente proceso electoral local (1996), el PRI perdió el control de la mayoría relativa del Congreso local obligando a Cesar Camacho Quiroz (que se había quedado como sustituto) a un proceso de negociación mucho más fina.

Así pues, sólo acompañó a Salinas la última parte de su gobierno y trató de que la relación fuese amable, recurrió para ello a su inmensa capacidad de mimetismo, a los recursos del Grupo Atlacomulco y a los recursos públicos estatales, para realizar eventos con los gobernadores (priistas) en los que se encargaba de enfatizar los “logros” de la administración federal y la necesidad de apoyar a Salinas en el último tramo, además como una manera de congratularse con el titular del poder ejecutivo federal, propuso la creación del municipio Valle de Chalco Solidaridad, dado que ese había sido el laboratorio de Salinas para probar su programa social.

Además al finalizar la administración salinista organizó una “fiesta” en la que se despidió de Salinas entre loas y lágrimas.

En su administración como gobernador del estado de México, se probó por primera ocasión la modificación integral de una Constitución Política estatal, como paso previo a la creación del andamiaje jurídico nacional que reclamaba la modernidad nacional, de hecho, se modificaron 150 artículos de esta y a partir de ello, el sistema de justicia penal, civil y administrativo.  Entendiendo que el estado de México era el crisol perfecto para tratar de lograr equipararlo a la República mexicana (de ahí viene la frase aquella de que esa entidad es el laboratorio nacional) Salinas se proponía conocer la reacción política local a este gran proyecto, sin embargo el último año de gobierno salinista se convirtió en un verdadero martirio y nunca se evaluó adecuadamente primero el resultado de los cambios y después los efectos reales de estos, además de que tras la salida de Chuayffet de la gubernatura se abandonó el cause de acción.
Tras la llegada de Zedillo a la Presidencia de la República y con la debacle de Esteban Moctezuma como Secretario de Gobernación y fiel a sus principios, abandona la Gubernatura para hacerse cargo de esa Secretaría en 1995.

Cómo evaluar a un personaje que de manera permanente deja el cargo para el que fue electo, además de que (aunque no fuese su proyecto) abandonó el seguimiento de las acciones que en el ámbito legal estaba realizando, pues a su “nuevo jefe” no le interesaba esa parte o la emergencia económica presentada a partir de 1995 dejó en un tercer lugar de prioridad ese proyecto.
En aquel entonces, una gran cantidad de “analistas” políticos consideraron que la presencia de Chuayffet en Gobernación era el candado impuesto por Salinas para garantizar impunidad y quizá hasta para dar continuidad a algunos de los proyectos modernizadores iniciados y que aun no se concluían, sin embargo, Chuayffet era simplemente un alfil de Hank para garantizar su impunidad.

Sus alianzas fueron con Alfredo Del Mazo Baranda, Óscar Espinosa Villareal, Cesar Camacho Quiroz (a quien se le considera hecho a su medida), Alfredo Álvarez Lima, Julio Cesar Ruiz Ferro, Jesús Murillo Káram y Manlio Fabio Beltrones Rivera.

A la postre su apuesta parece haber sido la correcta y la evaluación hace suponer que establece enlaces de largo plazo bajo la premisa de seguridad.
Además estructuró una red al interior de las fuerzas armadas (por instrucciones directas de Zedillo) para contrarrestar la acción de las fuerzas beligerantes (EZLN y EPR), cuya principal estrategia consistió en un cerco informativo y el fortalecimiento de grupos paramilitares que golpearan desde adentro las estructuras insurgentes.

Esto ha sido, suficientemente documentado y aunque nunca ha sido aceptado por Chuayffet como su responsabilidad, se puede llegar fácilmente a comprobar siguiendo el dinero que para “acciones de desarrollo social” ordenó fuera destinado a las “organizaciones” de las que surgen los paramilitares.

Es importante señalar que la política de estado implementada para la desarticulación del EZLN y EPR es absoluta responsabilidad del titular del Ejecutivo Federal (en este caso Ernesto Zedillo Ponce de León) la figura de Chuayffet es responsable de: la estructura de la estrategia y (sobre todo) los mecanismos de financiamiento de los grupos paramilitares y la entrega de armas y capacitación en materia de contrainsurgencia, la calificación de estas acciones, aun considerando que los insurgentes habían declarado la guerra al estado mexicano, sólo puede ser considerada como aberrante en un estado democrático, que además estaba negociando con ellos.
Al interior de la Segob, Chuayffet contó con Rafael Rodríguez Barrera, ilustre cenecista campechano, político de trayectoria y formado bajo los viejos esquemas, también ligado a Hank y a Beatriz Paredes y con Cesar Becker Cuellar, entonces figura técnica para fortalecer su accionar jurídico (hoy lo acompaña en SEP también)

Del equipo interno poco se puede decir, sólo mencionar que en los Talleres Gráficos estaba Roberto Khalil Jalil, con quien realizó negocitos muy jugosos y que en el CISEN dejó a Jorge Tello Peón (casi como un “favor” a Salinas)
La principal encomienda a su llegada a la Segob, fue la reforma electoral, sin embargo, su actuación quedó muy en duda, pese a haber logrado que avanzara, aquí es importante recordar el enfrentamiento epistolar con Manuel Camacho (ya entonces resentido con el sistema) y tras el que se ganó el mote de “El Pequeño Chuayffet Ilustrado” pues tras una carta de Camacho, criticando la actuación del titular de la política interna, este contestó con correcciones ortográficas.

Además aquella fallida intervención en el conflicto zapatista en donde tras llegar a los llamados Acuerdos de San Andrés Larráinzar. Cuya iniciativa sería elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), integrada por legisladores de los diferentes partidos y su compromiso público jamás cumplido bajo el argumento “institucional” de que tenía deficiencias de técnica jurídica y público de que eran una mamarrachada (con unas copas de más), lo recuerdan como un político falto de palabra y borrachín.
“Ustedes disculpen, pero cuando me comprometí con ustedes me había tomado 18 chinchones (anises) y no estaba en condiciones propias para asumir un acuerdo de esa naturaleza”, se justificó.
En el proceso electoral local del estado de México de 1996, pese a la posición de Chuayffet y al despliegue que realizó para lograr un apabullante triunfo, el PRI perdió el control de la legislatura y surgieron los denominados corredores azul y amarillo que gobernaron los municipios aledaños al DF y  la mayor parte de la población de esa entidad federativa.

Este hecho, es quizá el que marca el inicio del declive o caída de Chuayffet no ante Zedillo, sino ante el PRI y sus jerarcas, pues los errores se pagan.
Vino después la crisis creada previa a la instalación del Congreso en la LVII de la Cámara de Diputados, pues al no contar con mayoría el PRI Chuayffet intentó sobornar cuando menos a 20 diputados de partidos opositores al PRI, para que no asistieran o cuando menos llegaran tarde a la sesión instaladora, la molestia al interior de la fracción parlamentaria del PRI y en algunos de los círculos cercanos a Zedillo parecían hacer insostenible la posición de Chuayffet, sin embargo todo hizo mutis.

Es importante señalar que hasta Carlos Medina, dijo: “probablemente el propio secretario se sobrelimitó, fue más papista que el Papa y pretendió interpretar los intereses del presidente” es decir parecía que Salinas retiraba su apoyo a Chuayffet a través de Medina.

Sin embargo, el control de daños de Chuayffet, se encaminó no a la falta de atención de un problema que era de su competencia, sino a la intencionada intervención que tuvo en sentido contrario a la atención de esa responsabilidad.
Además ya entonces la posición de Francisco Labastida (tirador a la candidatura presidencial y a la postre candidato) y Elba Esther Gordillo (Flamante Senadora y con fuerte influencia al interior del PRI) fue de repudio a la actuación de Chuayffet.
Después la historia de la Masacre de Acteal el 22 de diciembre de 1997 ya ahora Chuayffet acepta” haber estado enterado de “la difícil situación que se vivía en algunas comunidades chiapanecas desde finales de 1996”, sin embargo traslada la responsabilidad a conflictos intercomunitarios, textualmente dice:  “Hasta entonces yo creía que se trataba de una estrategia equivocada, pero cuando vi la operación directa de los paramilitares me di cuenta de que era una estrategia contrainsurgente y que la paz que proclamaba Chuayffet era una contradicción, pues el gobierno era el generador de la violencia”, la pregunta es ¿qué hizo para corregir esa situación?

Omiso o verdadero artífice de ese (y otros) acto homicida, Chuayffet no puede deslindar responsabilidad, no ha podido hasta ahora y seguro no podrá jamás.
Dejó el cargo de Secretario y pasó a la sombra, tras la derrota del partidazo en 2000, fue hasta 2002 cuando reaparece en el proceso de cambio de dirigencia del PRI, asume junto a su otrora adversario Labastida el papel de negociador y logran la fórmula Madrazo-Gordillo en presidencia y secretaría general del CEN, haciendo parece un acuerdo de todas las partes, que no lo fue, la política falló y Chuayffet nuevamente se alió con el que, según él a futuro le garantizaba mayores beneficios.

Por cierto, en esa renovación, Chuayffet fue nombrado Secretario Técnico del Consejo Político Nacional del PRI (quizá el cuarto o quinto cargo de importancia en el CEN)

Electo Diputado para la LIX Legislatura en la que también estaba Gordillo (entonces Secretaria General del CEN del PRI) y mientras Chuayffet representaba los intereses de Madrazo mientras que Elba los propios en la lucha por el “control” del grupo parlamentario se convierte en Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional con lo que la profesora se siente humillada e inicia su migración hacia lo que ahora conocemos.

Ahora es quizá pertinente recordar que tras aquella batalla, Elba Esther Gordillo se acercó hasta la curul de Chuayffet y le preguntó “¿Qué epitafio quieres en tu tumba?” pregunta que con mucha razón es considerada una amenaza y que ya ligada a uno de los últimos discursos de Gordillo (antes de su detención) en la que lanza el epitafio para la suya, puedo suponer que Chuayffet reviró el mismo (aunque en privado o a través de terceras personas) Lo que demuestra que una batalla no es mas que parte de la guerra.
En esa responsabilidad Chuayffet sólo es recordado (y ya ha sido ampliamente documentado) por su activa participación para “convencer” a algunos miembros de su bancada para apoyar el desafuero de López Obrador, triste episodio de la degradación de la política, aun para los más convencidos foxistas.
Nuevamente es diputado federal en 2009, sólo para convertirse en títere operador de Salinas a favor de la candidatura de Peña Nieto a la presidencia en 2012, pero además, traicionando a su protector de años atrás Alfredo Del Mazo González al trabajar a favor de Eruviel Ávila en la construcción de la candidatura del estado de México (dejando fuera a Alfredo del Mazo Maza).

Nuevamente, valorar a un político sin principios, sin convicciones, sin leatades, será la constante de este país, nos permitimos como mexicanos ese tipo de políticos y los premiamos.

Ya ahora a después de las primeras batallas en materia de Reforma educativa, parece que será otro proyecto inconcluso de EMILIO CHUAYFFET CHEMOR.

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