domingo, 15 de mayo de 2011

Del gran cacique a los cacicazgos múltiples

El cacique en México no nace con una carga despectiva, es más bien una figura.  Es el personaje que ejerce influencia en un ámbito político comunitario. 

En algunas comunidades nacionales es incluso una categoría necesaria.

Es un personaje capaz de equilibrar el poder local, de jugar como árbitro.

Recuerdo cacicazgos como los de Gonzalo N. Santos en la Huasteca potosina o el de Emilio M. González en Nayarit fue apoteótico.

Sin embargo hasta mediados de la década de los 80, los cacicazgos locales se supeditaban al gran cacicazgo nacional.  Siempre había mecanismos de "control federal" para restringirlos.  Todavía durante el salinato, se dieron golpes de poder para controlarlos.

Pero fue en ese lapso cundo se perdió la capacidad para controlarlos, las caídas de fausto Zapata en SLP y de Ramón Aguirre en Guanajuato, son la muestra más palpable del dequebrajamiento del "Gran Cacique"

Los grupos locales adquirieron fuerza propia y lograron mecanismos de control y base social, el último acto de autoritarismo federal se ejerce durante el zedillato en Chiapas.

Así, desde entonces las redes de contubernio y connivencia dejaron de ser efectivas, el Gran Cacique se convierte en una figura más.

Los cacique locales (regionales) se fortalecieron.

El régimen se partió primero en unas cuarenta partes y después en unas cinco mil.

Para "hacer negocio" había que ponerse de acuerdo con el cacique local.

Hoy, para hacer negocio hay que financiar campañas y colocar al administrador.

Hoy, la estructura de poder local, está por arriba de la estructura formal.  Hay dos estados, el formal y el real (fáctico), México tiene dos gobiernos.


El sr Churchill y sus churchilitos (32 ó 2417) sólo son parte del poder, la parte que en sus sueños etílicos les da su mente.

Ese pequeño tamaño de mente que les hace creer que son "grandes" hombres.  "Grandes Hombres" como Churchill (alcoholiquín),  "Grandes Hombres" como Calles (alcoholiquín), "Grandes Hombres" como Reyes Heróles (alcoholiquín) 

Hombres alcohólicos que gobiernan o que creen que gobiernan.

Hombres que en su pequeña mente creen tener el poder o una parte de él.

Pero si Salinas con su diabólica capacidad, no pudo controlar los poderes fácticos.

¿Cómo esperan estos alcoholiquitos hacerlo?

Hoy México esta sumido en interminables cacicazgos, los señores del poder fáctico (el crimen organizado) gobiernan, ellos son los dueños de conciencia y voluntad de los alcohólicos que pusieron a administrar el país, son dueños de territorio y de estructuras sociales que les sirven.

Hoy, los señores del narco controlan, política, social y económicamente nuestro país.  Son los verdaderos gobernantes.

Revertir esa realidad requiere organización.

Requiere sanear las estructuras del poder político nacional.

Está en nuestras manos lograrlo.

Saludos Fraternos