martes, 12 de marzo de 2013

Desde 62 el Maoísmo Empezó a Actuar con Obreros y Campesinos


En memoria de los compañeros
De Emery Ulloa, Detenido en Tlatelolco en 68.
300 Personas en el Campo Militar Número Uno.
Rebasó el Movimiento a Todos los Partidos.

Nidia Marín

Primera parte de cuatro

Publicado el 28 de marzo de 1985 en Excelsior.

Detenido el 2 de Octubre en Tlatelolco, junto con cerca de 300 hombres, mujeres y niños, Federico Emery Ulloa, dirigente estudiantil universitario en 1968, relató: "Nos trasladamos al Campo Militar Número Uno. Allí nos dijeron que había tomado el poder el Ejército. Nunca me reconocieron porque me corté el bigote con un cortauñas y me cambié el peinado. Estuve una semana, salí más radical y me fui al campo a organizar campesinos de acuerdo con los planteamientos maoístas".
Esforzándose por controlar sus nervios que, sin embargo, lo traicionan y le provocan un ataque de hipo, Emery Ulloa, considerado en aquel entonces por las autoridades como un líder peligroso, debido a su dirigencia del maoísmo en México, señaló:
Desde 1962, más o menos, nosotros empezamos a trabajar con obreros y campesinos. En 68 ya estábamos en la Facultad de Ciencias también. El movimiento estudiantil rebasó todos los grupos, organizaciones y partidos. Nosotros ingresamos en el momento que estalló el movimiento y todo el mundo tuvo que participar. Podría clasificarse a los que intervinieron a nivel de dirigencia en dos: los que participaron y vivieron el movimiento en sí y los que participaron en el movimiento para sí; es decir, los que tenían una intención política, los que ubicaban el movimiento dentro de una concepción más amplia: un movimiento revolucionario, un cambio social. Dentro de la primera clasificación estaba la mayoría de los jóvenes representantes de los comités de lucha, lo que es, digamos el movimiento espontáneo.
Ciertamente agregó se puede decir que el movimiento es espontáneo, en general, pero dentro había una dirigencia que tenía conciencia y en la que participaba gente con una claridad política como Raúl Alvarez Garín, Heberto Castillo, la gente del Partido (Comunista), los troskistas y los maoístas, que tenían también una posición, que sabían que el movimiento iba a ser derrotado. Me refiero a los maoístas, porque nuestra idea era generar cuadros, aprovecharlos, así como la formación de jóvenes, en una posición revolucionaria, para continuar la lucha esencialmente en el campo y esto, era un movimiento clandestino...
"Era la comuna pouplar..."
Cuando dices que en la dirigencia estaban los que vivieron el movimiento para sí, ¿te refieres a los que buscaban beneficios políticos más amplios o a los que pretendían medrar? ¿Trataron de corromper dirigentes las gentes del gobierno?.
            “No. Me refiero a un interés político de lograr una organización para realizar un cambio social, porque en el otro aspecto que mencionar yo creo que no. Esa la es comuna popular, es decir, estabas ahí enfrente de la asamblea, siempre frente a los muchachos... no había manera. ¡Claro que había provocadores, había policías, la derecha también estaba metida, aunque en la dirigencia era un movimiento de izquierda..!"
¿El MURO, por ejemplo?
"Sí, el MURO que estaba infiltrado socavado, tratando de desviar el movimiento o haciendo provocaciones, pero esto era lo marginal, porque la esencia del movimiento era otra y ahí no hubo corrupción. Se ha hablado de que los líderes que participaron, que si después están acá o están allí, pero durante el movimiento no, porque no había posibilidades. Sí se sabe de casos de muchachos que hablaron con funcionarios o que trataron de negociar, pero no era posible negociar nada."
Tengo entendido que había cheques enviados por funcionarios públicos, quizá con la pretensión de que el movimiento no acabara para beneficiarse con el río revuelto.
¿Es así? preguntó la reportera.
"Fíjate que yo no me enteré del envío de ningún cheque. Tenía mucha relación con gente que coordinaba la cuestión de las finanzas, como Luis Jorge Peña, como "La
Nacha" (Ignacia Ramírez). Todo se obtenía mediante el boteo y lo que juntaban los muchachos." 

Detención y disfraz

 La entrevista se efectuó en una cafetería de la Zona Rosa, a dos cuadras de su trabajo en la COSSIES, organismo dependiente de la Secretaría de Programación y Presupuesto, entre turistas estadunidenses y lectores de periódicos de media mañana.
¿Cuándo te detuvieron? se le interrogó.
"El 2 de octubre en Tlatelolco. Estaba junto con Sócrates Amado Campos Lemus, cerca del micrófono. La última oradora había sido una niña, dirigente de la escuela técnica Wilfrido Massieu. Desapareció. Desde ese día no volvimos a saber de ella", expresó sin recordar el nombre da la muchacha.
¿Te torturaron en el Campo Militar?, fue la pregunta.
"No. El 2 de octubre me detuvieron con centenares de personas más y nos llevaron al Campo Militar: niños, mujeres, hombres, de todo... Y entonces, no me identificaron. Es cierto lo que dice Sócrates, le preguntaron si era y el dijo que no, que no era yo. También es cierto que llevaban fotografías para identificarnos, pero en el mitin yo estaba con bigote y al llegar al Campo Militar un ferrocarrilero me prestó un cortauñas con el cual me lo corté, lo más que se pudo. Me cambié el peinado, es decir: me disfracé. Llegaban y gritaban "Federico Emery Ulloa" y yo no me movía... Ahí nos tuvieron en una crujía donde estábamos como trescientas gentes, señoras, niños y como te dije, de todo...
"Nos dijeron que había tomado el poder el ejército añadió, que iban a fusilar a todos los dirigentes y demás. Pero había un voceador, un muchachito de unos diez años, que llevaba un radio de transistores al que se le estaban acabando ya las pilas, pero nos subíamos a una ventana que había para escuchar. Entonces oímos las declaraciones de Perelló (Marcelino) y... qué sé yo".
"Quizás originalmente fueron salvas..."
¿Y si dijo que el ejército había disparado con balas de goma?
"Sí lo dijo."
¿Por qué lo diría? ¿No sería porque en efecto él confiaba en haber negociado?
"No. Yo creo que tenía más información que eso y quizás originalmente en un principio se dispararon salvas... después ya no. A lo mejor a él de alguna manera la información de que el ejército iba a utilizar salvas y lo dijo. ¡Qué mal; no lo dijo el ejército, lo dijo Perelló!
¿Cuánto tiempo estuviste en el Campo Militar número uno?
"Una semana. Entraban y buscaban a los líderes, preguntaban... después, para afuera. Y yo salí más radical que antes. Estaba indignado al ver la represión tan brusca. Y como nosotros los maoístas ya estábamos en un movimiento más o menos clandestino, pues, nos fuimos al campo a trabajar con los campesinos.
"Habíamos ya dejado a un lado la idea del foco guerrillero, del "Che" Guevara y de Debray (Regis), porque es cierto que hubo una época que se confundió el maoísmo, con Debray y Guevara y que era cuando teníamos contacto con Lucio Cabañas, con Genaro Vázquez Rojas y apoyábamos esos movimientos; pero para después del 68 ya no."
Por cierto, ¿es verdad que Genaro Vázquez Rojas estuvo disparando desde la Escuela Normal el día que entró el Ejército al Casco? interrumpió la reportera.
"¿El 23 de septiembre? Yo creo que no, porque no participó para nada en el movimiento del 68 contestó.
Los Chinos Nunca Fomentaron los Movimientos Guerrilleros: Emery U.

Segunda parte de cuatro

Publicado el 29 de marzo de 1985

"Cuando el maoísmo agonizaba, en 1969, varios de sus líderes fueron detenidos. Fue entonces cuando un siquiatra, Salvador Roque, me torturó. Me dio una droga que, tiempo después supe era Escopolamina. Me producía ciclos de terror, euforia, agresividad y alegría. Cuando principiaba el lapso de terror, Roquet me decía: ¡Tú eres un ratón! ¡Vete a ese rincón! Y me quedaba en cuclillas en el rincón de aquel mugroso cuarto tiemble y tiemble. Se acercaba. Yo soy un grito, expresaba y estiraba la mano como si me fuera a arañar".
Los ojos verdes de Federico Emery Ulloa, reflejaban, tal vez como entonces, el miedo. El gesto de la angustia se hacía presente con una profunda arruga en entrecejo.
Su respiración se aceleraba y su voz se entrecortaba; el recuerdo le estaba haciendo daño, pero continuó:
"Eran ciclos muy definidos. Primero, ¡el miedo, el miedo, el miedo! Después el coraje hasta tratar de destruir. Luego la euforia, la alegría hasta la risa y la carcajada.
"Al mismo tiempo continuó con un proyector de 8 milímetros me exhibía películas pornográficas y pasaba diapositivas de pinturas realizadas por locos ... ¡sí, sí, por locos de manicomio! "¿Qué que te parece esta pintura?", me decía... y la música de Wagner a todo volumen me lastimaba los oídos o yo no sé qué...
¿Y qué le contestabas; qué te parecía la pintura?, fue la pregunta.
"No sé, no sé... muchas cosas no las recuerdo. Pero después empezó un cuestionario, un interrogatorio completo. "¿A quién conoces en Sonora..? ¿A quién conoces en Tamaulipas? ¿A qué acuerdo llegaste con los chinos? ¿Qué te dijo Mao Tse-tung..?" Serían una diez horas, de las ocho o diez de la noche hasta en la mañana... hasta que yo ya no podía hablar, la lengua se me hacía bolas..", dijo.
"A los tres días de eso, me enviaron a Lecumberri. Llegar allá, era llegar al cielo..", agregó.
Cuando llegó Nassar Haro
A estas alturas de la entrevista, cuando Emery Ulloa tenía pequeñas gotas de sudor en la raíz del encanecido cabello que 17 años atrás era rubio, de improviso, se levantó y tras un "compermiso", salió de la cafetería. La reportera espero por diez minutos y el corpulento hombre, de 42 años, regresó más calmado. Se retomó el hilo de la entrevista con la pregunta:
¿Te detuvieron por tu participación en el movimiento del 68 o por tus actividades como maoísta?
"Por lo de 68. Lo demás era secundario, realmente. Mi proceso fue por lo de 68. Mes y medio me tuvo secuestrado Miguel Nassar (subdirector de la Federal de Seguridad, entonces). Diario, o casi diario, me golpeaban. Por las noches me encadenaban y ponían un candado. ¡Y claro, todos los días, había interrogatorio! Luego me ordenaban: `¡Vámonos a la carretera!', y yo creía todos los días que sí me iban a matar...
"Después llegaba Miguel Nassar Naro siguió en su relato. Y les decía: "¿Pero por qué tratan mal a Federico?", para en seguida expresarme: "Oye Federico, te traje unos cigarros, de esos que te gustan, sin filtro... Vamos a platicar... ¿Dónde está fulano?"
¿Y qué le respondías?
"No se, no sé... Me tenían en una casa vieja, abandonada, con un catre... A veces llevaban tortas. Había un baño al que pasaba cuando no estaba encadenado.
"Después de mes y medio ahí, como realmente yo no sabía nada y a fuerza querían implicar que los chinos estaban financiando el movimiento, me hicieron el interrogatorio terrible que te conté, con Salvador Roquet, que trabajaba para Gobernación y posiblemente para la CIA. Esto es porque, posteriormente, alguna vez que se preguntó ¿dónde está la CIA en México? (el procurador Ojeda Paullada metió a la cárcel a Roquet, con motivo de que curaba a los pacientes con drogas... Yo creo que sí colaboraba con la CIA".
De la redicalización y su participación
Traje café de lana, bien cortado, corbata a rayas guinda y gris y camisa blanca de algodón, Emery Ulloa, de 1.82 metros de estatura, blanco, no mal parecido, fumaba más tranquilo, mientras escuchaba otra pregunta.
¿Qué hiciste cuando te fuiste al campo y trataste a Genaro Vázquez Rojas y a Lucio Cabañas?
"Estuvimos en varias regiones, organizando a los campesinos, preparándolos.
¿Es cierto, como dijo Sócrates Amado Campos Lemus, que estuviste en Corea?
"No nunca estuve en Corea. Estuve en China y no para entrenarme..."
A mí me dijeron, Federico, que recibías junto con otros muchachos de aquel tiempo, ayuda económica de los chinos para desarrollar el maoísmo en México, pero que ustedes les hicieron chicanadas, ya que para justificar el dinero, se iban al Ajusco y se fotografiaban, metralleta en mano, como si de verdad fueran guerrilleros y luego les daban las fotos.., le comentó la reportera.
"¡Eso es absurdo interrumpió, mientras con los labios un poco apretados trataba de sonreír.
"Los chinos dijo nunca fomentaron movimientos guerrilleros, en ninguna parte. Ellos siempre respetaron las posiciones las revoluciones de todo el mundo y a los países.
Me decían: "Nosotros te podemos platicar cómo le hicimos acá, nuestra historia y allá ustedes sabrán si se vale o no se vale, si se puede o no se puede". Recibíamos de China muchas publicaciones: Pekín Informa, cantidad de folletos, libros de Mao-Tse-Tungo, etcétera. Ese, realmente, fue todo el apoyo.
Epoca de guerrilla urbana
¿Fue en ese tiempo en el que se desarrollaron muchas denominadas células de estudio en las que participaban jóvenes?, se le preguntó.
"Rico Galán y demás", respondió.
No, entre los jóvenes, eufóricos por lo ocurrido en 68, se le dijo.
"Después del 68 fue la guerrilla urbana señaló. La Liga 23 de Septiembre, cuyo nombre dicen que provenía de la fecha en que entró el Ejército en el Politécnico. Era la guerrilla, como te decía, por la influencia de la Revolución Cubana del Che Guevara, del foco guerrillero... Era aquello de, "nos juntamos tres valientes y hacemos la Revolución", ¿no? Era para los que participaron en la Revolución Cubana el cambio en sí, el cambio de cómo. Entonces acá se daban la explicación superficial y fácil de "se puede... así que vamos". Luego vuelta a la teoría con Debray (Regris), la revolución en la revolución que llenó América Latina.
"Cuando estuve en China en 1964 agregó yo iba con la concepción de Debray, y decía que en México la cosa estaba fácil. Allá los chinos, muy tranquilos, muy amables, mensurados, como también le dijeron al Che, expresaron: "eso no es cierto, lo que pasó en Cuba es otra cosa; ustedes no lo han entendido pero es otra cosa". Entonces nosotros no estábamos, pues, por el foco guerrillero, ni andábamos organizando guerrillas, sino que estábamos organizando la lucha campesina, la lucha de masas, para posteriormente tener una fuerza política y quizás militar".
¿En qué estados estuvieron?
"En el norte, en Durango... por cierto que Sócrates el día 2 de octubre, después del mitin, se iba a salir del movimiento para irse a Durango, al campo, porque ya sentíamos que la represión estaba encima y que Sócrates iba a ser uno de los que liquidarían... pero ya no llegó, también lo detuvieron."
Cuando la represión se sintió en serio
¿Cuándo supieron que estaban derrotados en el 68?
"Después de la toma de Ciudad Universitaria. Fue cuando se sintió en serio la presión, y la represión del Estado, la fuerza. Pero ya no se podía parar el movimiento,
teníamos que seguir", respondió.
Debe ser terrible la impotencia, ¿qué trataban de hacer ustedes no obstante darse cuenta que estaban derrotados?, se le preguntó.
"Tratábamos de evitar la represión lo más que se pudiera. Por ejemplo, el mismo 2 de octubre estaba programada una marcha de la Plaza de las Tres Culturas al Casco de Santo Tomás. Pensamos suspenderla hacer el mitin en Tlatelolco y ahí terminar. Esa era una manera de evitarla, lo cual no era fácil. En mucho, no dependía de nosotros, sino del Estado, pero éste se encontraba decidido a apagar el movimiento como fuera... Algunos teníamos conciencia de eso, Perello (Marcelino), no. El siempre dijo que el movimiento era irreprimible y lo fundamentaba en que los líderes no se podían vender y que si los metían a la cárcel surgirían otros; en que siempre estarían las asambleas generando nuevos líderes y en fin que era irreprimible.
"Los que sí teníamos conciencia de que el movimiento estaba derrotado siguió diciendo, que nos iban a dar, buscábamos evitar la represión."
Pero, ¿en qué fundamentaban ustedes eso de que sí les iban a dar?, se le dijo.
"Bueno, teníamos enfrente las Olimpiadas y se pensó en la famosa tregua olímpica, cosa totalmente absurda porque un movimiento está y camina, como aquél; teníamos la experiencia de otros movimientos que habían sido reprimidos violentamente por el mismo Presidente, como el movimiento médico, el movimiento popular en Sonora... y estaba claro que esto iba a pararlo el Estado".
¿Llegaste a odiar a alguien como consecuencia de todos aquellos acontecimientos?
"No, a Díaz Ordaz no... ni siquiera a Miguel Nassar Haro. Se ve que es un hombre del sistema, que estaba cumpliendo su función..."
Con la Derrota del 68 Murió el Maoísmo en México: Emery U.
No era un Movimiento Consistente, Afirma
Todos sus Dirigentes Fueron a la Cárcel
El Fracaso y la Enseñanza fue muy Grande

Tercera parte de cuatro

Publicado el 30 de marzo de 1985

"Le faltó solidez". Y con esta frase, Federico Emery Ulloa, líder estudiantil 17 años atrás, admitió que con la derrota del movimiento del 68, el maoísmo en México ya no se volvió a levantar.
"El maoísmo no era un movimiento consistente. Los 15 o 20 dirigentes fuimos a dar a la cárcel. Las bases eran relativas, clandestinas que te dicen a la hora de la hora: "no, pues yo no sé". Como te digo, no había solidez, eran más que nada ideas de Mao que se difundían y que, aparentemente, se aceptaban. Había movimientos campesinos fuertes, como el de Durango, por ejemplo. El maoísmo terminó entre el 68 y el 69". dijo.
Nativo de Acaponeta, Nayarit, hijo de un ingeniero metalúrgico inglés que explotaba minas de plata por aquellos rumbos, y de una maestra rural, Emery Ulloa, clavó la mirada en el café negro que consumía durante la entrevista y escuchó la pregunta:
El maoísmo no resistió, pero hubo corrientes que sí continuaron ¿cuáles fueron éstas?
"El Partido Comunista, el trotskismo, Heberto quien surgió del Movimiento de Liberación Nacional, con un nacionalismo democrático, progresista, cardenista, con mucha influencia de la Revolución Cubana. La corriente que formó sí tenía posibilidades reales de existir. El maoísmo no las tenía."
¿Consideras que la forma de ser del mexicano, sus fundamentos religiosos, no le dieron esa posibilidad?, se le preguntó.
"No, fíjate que había cosas del maoísmo, muy claras, muy concretas, muy precisas, como las citas de Mao, que la gente sí las entendía e incluso buscaba aplicarlas, no en el afán de hacer la revolución, sino de poner en práctica algunas ideas."
¿Censurabas tú el culto a la personalidad con Mao Tse-Tung?
"Creo que nosotros mismos participábamos de ese culto, contestó.
A estas alturas, ¿qué piensas tú del maoísmo, de como lo desarrollaron en México? ¿Consideras que fue un error de juventud?, se le inquirió.
"No. Más bien como una experiencia. Me enseñó muchísimo... Para mí fue un fracaso grande y una enseñanza grande...", fue su respuesta.
Como dicen en el boxeo, ¿te dieron con el puño en la nariz, te sentaron? Pero y luego ¿te levantaste?, se le puntualizó.
"Sí. Me levanté a reflexionar."
Castro Bustos Falcón y Roquet
En aquella cafetería de la calle de Liverpool, la voz de una mujer retumbó en un aparato de sonido, en busca de un tal señor Smith. Eso obligó tanto a la reportera, como al ingeniero civil, a casi gritar.
¿Volviste después a la UNAM?, se le dijo.
"Sí. Volví y empecé a trabajar ahí... Por cierto que años después encontré a Salvador Roquet, aquel siquiatra que me hizo víctima de la tortura refinada, en plena explanada de Ciudad Universitaria. Estaba con Castro Bustos y Falcón (Miguel y Mario, respectivamente, quienes en los principios de la década de los setenta se posesionaron, violentamente, de la rectoría de la UNAM, donde permanecieron casi seis meses), manejándolos. Yo colaboraba con el rector Pablo González Casanova, para ver si los sacábamos de ahí. Fui a hablar con ellos. Ellos me conocían muy bien..."
¿Qué dices que andaba haciendo Roquet? se le insistió.
"Estaba yo hablando con ellos en la explanada, por la noche. No había nadie más. Todo estaba solo en toda Ciudad Universitaria, cuando llegó Salvador Roquet a darles instrucciones. Los jaló, les dijo y seguramente les dio drogas: los tenía controlados."
¿No te dio coraje cuando lo viste?
"Lo que pensé es que tenía que seguir hablando con ellos."
La tortura no te causó problemas posteriores?
"No sé, a lo mejor lo que me pasa ahorita, que estoy tenso, nervioso. Aunque no creo que me haya afectado en mi personalidad... Nunca he visto un siquiatra, bueno aparte de Roquet..."
Por primera vez se rió a carcajadas, secundado por la reportera. Hasta la mesa llegó diligente un mesero y nuevamente sirvió café, a lo mejor para que se guardara silencio. Se continuó la entrevista y se le preguntó:
Cuando te acuerdas del "68, ¿cuáles son lo recuerdos que se imponen, los amargos o los mejores?
"No, fíjate que me acuerdo más de la accion. De la participación con los muchachos, con los jóvenes aquí y allá... las discusiones con Raúl (Alvarez Garín). Eramos amigos desde principios de los sesenta y nos llevábamos muy bien. Yo siempre he sido muy respetuoso de la ideología y de las posiciones de cada quien..."
¿Y los demás han sido respetuosos contigo?, se le interrumpió.
"Creo que sí... Raúl nunca aceptó el maoísmo. A él le parecía una cosa así, como te diré...superficial. Raúl es muy inteligente, pero tampoco me convencía su posición.
Era anti-PC, pero por muchas razones personales ¿no?, discutíamos teóricamente, discutíamos del movimiento, de los desplegados a veces, de los discursos... El discurso famoso de Barrón, Zárate (Raúl), Sócrates (Campos Lemus) y Fausto Trejo, el que se leyó en el Zócalo el 27 de agosto, lo hicimos alalimón Raúl (Alvarez Garín), Gilberto (Guevara Niebla) y yo... Era una cosa más bien retórica."
¿En 68 no eran ustedes demasiado teóricos y que, cuando se enfrentaron a la práctica, no supieron llevarla adelante?
"El movimiento era muy concreto, ya que se trataba de salir a la calle, de mantener una posición frente al Estado. Na había mucho que pensar en cuanto a tácticas o estrategias, para llevar el movimiento a un triunfo. Empezó, se echó a andar y había que seguir. Entonces las discusiones teóricas, por cierto, se dieron en todos los niveles. Eran las hora y horas ahí; que Lenin dijo, que Trotsky dijo, y etcétera; no tenían mucho que ver. Finalmente de lo que se trataba era ¿qué vamos a hacer mañana? ¿salimos a la calle? ¿vamos a hacer pintas o lanzamos brigadas? y demás. Era a lo que finalmente llegábamos, después de horas y horas de discusión".
De los beneficios políticos
Federico hurgó en la cajetilla de sus cigarros sin filtro. Estaba vacía. Entonces tomó uno con filtro y empezó a fumarlo, con intensidad.
¿Crees que muchos se han beneficiado con todo aquello?, me refiero políticamente, se le preguntó.
"Creo que sí. La Reforma Política es eso. Es legalizar las posiciones conquistadas. Es asumir una posición real de fuerza política.
¿Cuánto tiempo pasaste en la cárcel?
"Exactamente dos años. De ahí salí a Chile. Allá tuvimos contacto con los muchachos de acá. Supimos que la manifestación del 10 de junio se planeaba y en general, allá todos opinamos que no debía realizarse, porque no tenía objetivos reales, es decir que se había organizado esencialmente por el Movimiento en Monterrey, que ya estaba resuelto; la negociación ya estaba planteada. Por eso nosotros opinamos que no debía realizarse. Entonces llegamos a México y yo creo que ninguno de los que estuvimos en Chile participó en la marcha".
¿Quiénes estuvieron en Chile?
Raúl Alvarez Garín, Luis Gonzalez de alba, "El Búho" Valle, Luis Tomás Cervantes Cabeza de Baca, Fausto Trejo, en un grupo separado junto con Sócrates... y creo que son todos.
¿Estaba Manuel Marcué Pardiñas en Chile?
No. Él había salido de la cárcel meses antes de que nosotros fuéramos enviados a Chile. El se opuso a que nos fuéramos a Chile, porque decía que no podíamos aceptar una expatriación.
¿Estaba Manuel Marcué en la manifestación?..., se le preguntó.
Fue sólo a marchar y por cierto después lo persiguieron, le achacaron el movimiento. Seis meses estuvo perseguido hasta que consiguió un amparo.
¿Por qué diría Sócrates Campos Lemus, que Marcué Pardiñas estaba en Chile?
Yo creo que se confundió...
El PRI es el México Político, Dice Emery Ulloa, ex Líder del 68

Reyes Heroles Influyó Para Convencerme
No Hará Gran Cosa la Izquierda en México
Avances, Desde el Movimiento Estudiantil

Cuarta y última parte

Publicado el 31 de marzo de 1985

Dos Jesús es recientemente fallecido, influyeron en la posición política de Federico Emery Ulloa, dirigente estudiantil en el 68. Jesús Silva Herzog en cuanto a su radicalización después del movimiento y Jesús Reyes Heroles para convencerlo de todo lo contrario. Así, de maoísta que fue, pasó a ser priísta y su pensamiento actual es que "la izquierda este siglo no hará gran cosa en este país" y que "el PRI es el México político".
Y Federico, igual que otros muchachos que participaron en el liderazgo del movimiento estudiantil de aquellos años, también fue llamado por Luis Echeverría, cuando
éste ocupó la Presidencia de la República.
¿Tuviste alguna relación con el Presidente Luis Echeverría?, fue la pregunta.
"Sí. Por el año de 1973 o 1974 hubo una reunión en la UNAM (donde aún trabaja en la Secretaría de la Rectoría, como colaborador del rector Jorge Carpizo). Me pidieron que lo saludara y lo saludé. Me recordó muy bien. Se acordó de mi mamá. Me dijo: "Tu mamá es una maestra rural que trabajó en la sierra de Nayarit". Esto es, me contó la historia de mi madre", respondió.
¿Trabajaste para él?
"No. Me invitó a varias giras y estuve con él en diversos estados acompañándolo... Me interesaba conocer muchas cosas, sobre todo el campo y estuve en Sonora y Sinaloa, entre otros estados", contestó.
¿Fuiste a China cuando fue Echeverría?
"No. Y nunca me ofreció chamba... tampoco yo se la pedí".
Silva Herzog y Reyes Heroles
¿Hubo alguien que influyera en tu posición política?, fue otra pregunta.
"Paradójicamente, dos grandes mexicanos que murieron recientemente, en cierto modo, influyeron en mí. Primero, don Jesús Silva Herzog, en tener esa actitud radical...
Lo visitábamos algunos amigos y yo. Platicábamos, una, dos, tres semanas, durante meses. Fue un gran hombre. Ahora pienso que estaba decepcionado de la Revolución Mexicana. El nos decía: "de que tiene que haber un cambio, tiene que haberlo: en la revolución". Nosotros éramos muy jóvenes; a mí me impactó mucho".
Pero supongo que don Jesús Silva Herzog no les decía si el cambio revolucionario debía ser de acuerdo al maoísmo a guevarismo...
"¡No, para nada! interrumpió Federico. Nosotros lo veíamos como un hombre muy respetado, como el sabio mexicano".
¿Cuál fue el otro hombre?
"Don Jesús Reyes Heroles. Influyó para convencerme de todo lo contrario, de que la Revolución Mexicana tiene mucho que dar.
¿Entonces fue Reyes Heroles quien fundamentalmente, te convenció para que abandonaras el maoísmo?
"En parte fue mi experiencia y en parte don Jesús (Reyes Heroles) porque es cierto, platicamos muchas veces.
¿Crees que ambos actuaron como verdaderos maestros y te dejaron cometer los errores para luego encausarte?
"Sí, para decir "apréndelos".
¿Eres priísta?
"He sido delegado del PRI en los estados de Guerrero y Morelos... delegado de organización".
¿Cuándo se registró ese cambio?
"Antes del inicio de la campaña presidencial última, me invitaron a participar en el IEPES (Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales) donde elaboré estudios sobre todo en el área educativa. Después colaboré con Silvia Hernández, cuando la nombraron secretaria de organización y fue cuando me enviaron a Guerrero.
Entonces conocí lo que es el PRI."
Lo que es el PRI
¿Y qué es a tu juicio el PRI?, fue la interrogante.
"En Guerrero y Morelos visité los comités municipales, los seccionales y en serio vi que el PRI es el México político", afirmó.
¿Por el poder?, se le dijo.
"La gente participa esencialmente porque el PRI es el partido en el poder, pero también por tradición, por México... para ellos el PRI es México."
¿Cambiaste de camiseta como se dice vulgarmente? ¿La otra te quedó chica o grande?, interrogó la reportera.
"No, no es cambio de camiseta. Es experiencia política. Creo que la izquierda este siglo no va a hacer gran cosa en este país. Al pensar en cambios sustanciales en México no había otra posibilidad que mejorar cada vez más el Estado."
¿Pero crees que se puede con una estructura tan viciada?
"Yo creo, que ahora sí está haciendo un esfuerzo el Presidente. Quizá termine el sexenio y digan que fue lo mismo, pero yo creo que hay avances, precisamente a partir de 68; avances en la democracia, en la participación, en la conciencia política. Una prueba es la Reforma política."
Reyes Heroles fue el artífice de la Reforma Política, ¿qué decía sobre ésta?, se le preguntó.
"Sus ideas fueron siempre muy claras, muy precisas, de buscar la participación de todas las corrientes."
¿Pero, consideraba don Jesús que la Reforma Política era el resultado del movimiento del 68?
"No. Lo analizaba como una necesidad histórica, porque surgían corrientes distintas que expresaban posiciones de diversos sectores de la sociedad. Yo creo que 68 sí influyó en eso. El no lo dijo, o no lo aceptó" recalcó.
Los movimientos que ya se están dando
¿Crees que en estos tiempos pueda surgir un movimiento de la magnitud de aquél?
"Creo que no, porque el movimiento tuvo su origen en una opresión, en una imposibilidad de acción, porque no había vías de expresión. Creo que ahora el gobierno tiene una política específica para los jóvenes, tanto para los de zonas marginadas, como para los jóvenes obreros, para los jóvenes campesinos, para los pasantes que son, estos últimos los que más padecen el desempleo. Si lo llegara a haber, no será un movimiento con las características de aquél, sino por los problemas de marginación, aunque ya se están dando los movimientos en las colonias populares y también en los sectores estudiantiles."
Se dice que tú manejas muchachos de las preparatorias populares. ¿Es así?
"No. Durante el rectorado del doctor Soberón, me tocó organizar una coordinación por parte de la UNAM para tratar todos los asuntos con la Preparatoria Popular, que es una escuela incorporada. Entonces ¡claro que tuve mucha relación con los muchachos de la Preparatoria Popular!, pero desde una posición institucional de la universidad. Creo que, en cierto modo, se resolvieron algunos de los problemas que había y... los muchachos me estimaban... me siguen estimando algunos todavía.
Pero, no, no hubo ningún otro tipo de manejo" expresó.
¿Qué es para ti 1968?
"Es una respuesta de la sociedad que podía moverse, ante una situación de opresión, de represión, de endurecimiento del Estado; endurecimiento que empezó a generarse desde el mandato de Miguel Alemán y se vuelve cada vez más y más duro, y también por las características del Presidente de entonces, Gustavo Díaz Ordaz, quien tácticamente pudo haber manejado el movimiento, de otra manera.

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