miércoles, 20 de marzo de 2013

Monclova, su presidente y lo que puede decir (aunque no sepa)


Ayer Melchor Sánchez de la Fuente, presidente municipal de Monclova en  entrevista con el siempre “gentil periodistaCiro, dijo que en las redes se estaba “magnificando” el evento, pues las acciones eran para hacer justicia, es decir que estaban actuando de manera conjunta las fuerzas del Estado mexicano, para controlar la delincuencia (lo que eso quiera decir o signifique para Melchor y cada uno de los habitantes de esa ciudad industrial)

Luego dijo que pues si habían presentado cuatro bloqueos pero que en 15 minutos (como los del señor Fox seguro) se habían  despejado las calles y se habían quitado los vehículos utilizados para los bloqueos, SALUD.

Además reconoció que se presentaron dos tiroteos que habían durado más de una hora, pero que las “fuerzas del orden” actuaron en consecuencia y que otros “eventos aislados” no eran tan importantes, pues quizá para el no, pero para los habitantes de Monclova, para los que los refirieron en las redes sociales, para los que los sufrieron, parecían ser importantes. SALUD.

Luego le dijo a Ciro que Monclova tiene el mayor PIB de la república, pues SALUD, parece que tomó o fumó o se inyectó algo que lo hace ver cosas y además nos remitió a la página del INEGI, para comprobar su afirmación, tras realiza la consulta es importante referirle al señor presedente (así) municipal que la única cifra referenciada a Monclova en ella hace referencia al Indice Nacional de Precios al Consumidor, es decir Monclova es la ciudad más cara de México. SALUCITA de la buena.

Recurrí a la prensa escrita de Monclova para tratar de entender lo que había pasado y esto encontré:
El diario Calibre 57, parece que NO publica o dejó de publicar, La Voz que parce estar callada, La Prensa de Monclova que ni referencia hace a los eventos y finalmente El Tiempo de Conclova, que como buen diario local primero refiero que ayer fue cumpleaños del señor Sánchez y los empleados lo “sorprendieron” con una fiestecita y claro, después nos INFORMA de los otros eventos de violencia hasta con cuatro muertos y todo, pero hace mutis de los bloqueos, de las balaceras de una hora y de las otras balaceras. SALUD.

Callar los eventos de violencia que se presentan parece ser la mecánica para hacer parecer que no existe violencia, de hecho la página WEB del municipio en su Agenda sólo refiere dos reuniones privadas del titular y reunión del cabildo, SALUD.  Y en la misma página en los Eventos, claro está la figura del presidentito que no sabe leer estadísticas, escuchando bandas y entregando materiales dentales, el culto a la personalidad claro.

martes, 12 de marzo de 2013

México está en riesgo. No perdamos el tiempo.


¡Unete a este llamado!
Desplegado  publicado en 
México, D.F. a 6 de enero de 1997

Una Alianza a Favor de la República

El gobierno de México -monopolio del poder desde hace casi siete décadas-, no puede seguir indefinidamente en manos del mismo partido, ni sujeto al arreglo político que le dio origen.  Este régimen agotó ya su cometido. La sociedad cambió dramáticamente y es mucho más compleja que en los años veinte.  En cambio, las prácticas autoritarias y no democráticas de su gobierno permanecen intactas.  La nueva sociedad mexicana exige vivir en una república libre y soberana en la cual prevalezca el Estado de Derecho la efectiva división de poderes, un auténtico pacto federal, contrapesos reales al ejercicio de la autoridad, verdadera rendición de cuentas de los Gobernantes y una altemancia efectiva en el poder.

La mayoría de los mexicanos vive cada vez más graves carencias económicas y sociales, un frágil y asediado medio ambiente, una angustiosa inseguridad pública y exige mayor equidad, justicia y más amplias libertades.  Estas demandas inaplazables de la. sociedad nos obligan a decir un no rotundo a la preservación del monopolio del poder y al presidencialismo autoritario.  Tales demandas fundamentales son las de una sociedad que se propone llegar al siglo XXI con un sistema político moderno democrático y republicano, dentro de una nueva y, avanzada civilización política.

El poder actual se resiste al cambio y es intolerante ante la demanda de la sociedad de terminar con los privilegios de que gozan unos cuantos a costa de los intereses del pueblo.  Por ello, el gobierno ha renunciado a llevar a cabo una verdadera reforma política y ha provocado la crisis por la que atraviesa México; es claro que sus acciones han sido totalmente ineficaces para promover el desarrollo y detener el creciente deterioro político, económico y social que padecemos.  El régimen no escucha a la ciudadanía. El impulso definitivo a nuestras transformaciones sólo puede venir de la sociedad y de las diversas fuerzas políticas organizadas que conforman la oposición.

Como nunca antes, la transformación democrática de México está al alcance de la mano.  El temor de amplios grupos de mexicanos por el cambio se disipa aceleradamente y es creciente e1 número de ciudadanos convencidos de la necesidad -y de la posibilidad práctica- de lograrlo.  Prueba de ello es  la voluntad de amplios sectores sociales que, en uso de sus derechos electorales, se manifiestan, elección tras elección, por la alternancia.

Las dos fuerzas dominantes de oposición el PAN y el PRD. agrupan fundamentalmente a ese electorado que, de manera incontrovertible, se perfila ya como una nueva mayoría. Una mayoría que, sin embargo, abarca todavía a un electorado disperso y fragmentado que no tiene la eficacia y la contundencia política suficientes, para reemplazar finalmente al actual régimen político y consumar la transformación democrática de México.

Frente a esta gran oportunidad histórica, las diferencias que separan a las oposiciones no deberían ser ya motivo para posponer la realización de los cambios democráticos fundamentales que demanda la sociedad.  El momento político actual impone a los partidos de oposición --y a la sociedad en general- la responsabilidad de acortar sus distancias y de asumir conjuntamente el liderazgo que permita la reconstrucción republicana de México.

Con objetivos democráticos compartidos, los partidos de oposición, las organizaciones sociales, los sindicatos independientes, los movimientos populares, las organizaciones cívicas y políticas, los ciudadanos que exigen el cambio, pueden ser decisivos.

Unidos conjugan una nueva circunstancia social y política sin precedentes, capaz de hacer posible en la práctica la transformación ordenada e institucional de México, que podría emerger triunfante de las elecciones de 1997.  Juntos -por primera vez en muchos años-, pueden lograr que el poder legislativo afirme su independencia frente al ejecutivo y se convierta en un vocero real y efectivo de la sociedad.

Unidas la oposición y las fuerzas democráticas de la sociedad son capaces de conducirnos, de manera pacífica y responsable, al cambio de gobierno y al nuevo orden plural y democrático que deseamos.  Se trata de mirar hacia el futuro, de encontrar las coincidencias y eliminar las divergencias, de superar la desconfianza y alcanzar un amplio entendimiento político cuyo fin sea rehacer las bases del proyecto nacional republicano de México.

Los objetivos inmediatos de esta Alianza por la República han de ser:

1.         Construir, en la pluralidad y la concordia un nuevo consenso político básico sobre el que se sustente la República.

2.         Frente al endurecimiento del régimen emprender las acciones  necesarias en el plano jurídico, así como las acciones políticas y las movilizaciones ciudadanas que sean indispensables a fin de sentar las bases políticas y electorales de una nueva mayoría y de la alternancia ordenada del poder.

3.         Iniciar con reglas claras, sin revanchismos el combate organizado sistemático en contra de la corrupción y el saneamiento de la administración pública.

4.         Elaborar una estrategia de acción legislativa común para llevar a cabo en el Congreso de la Unión, en particular en la Cámara de Diputados, las tareas del cambio.

La Alianza por la República debe ser un instrumento político fuerte y eficaz. Debe tener la magnitud, la pluralidad, la visión y la solidez indispensables para conducir a la sociedad mexicana a un siglo XXI de efectivo desarrollo, bienestar y, democracia.

La creación de este instrumento político supone:

1.         Que las fuerzas de oposición, encabezadas por el PRD y el PAN, muestren la voluntad, la lucidez y el sentido de responsabilidad histórica para luchar por el mismo objetivo en el proceso electoral de 1997 y buscar una victoria en las urnas que asegure una definitiva transición democrática.

2.         Que los dirigentes, cuadros, militantes y simpatizantes de los principales partidos políticos registrados, asuman la decisión de luchar juntos para que en julio de este año, sean electos candidatos y candidatos de convergencia, con programas fundamentales comunes, al Congreso Federal, al gobierno y a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

3.         Que con esos propósitos, los dirigentes de oposición, inicien pláticas para buscar puntos de coincidencia.

La nueva ley electoral, fue aprobada sin consenso el 13 de noviembre de l996, por la mayoría autoritaria de los diputados del régimen, y el 19 del mismo mes por los senadores del PRI. Esa ley señala límites y condiciones arbitrarias para la creación de alianzas electorales para el Distrito Federal y para el Congreso Federal.

El tiempo apremia.  Por ello hacemos un urgente llamado a los ciudadanos convencidos de la necesidad de un cambio republicano y democrático en nuestro país, a unirse en esta gran Alianza por la República y a manifestarse a favor de ella por todos los medios a su alcance.  Los llamamos a promoverla con toda energía en el ámbito de los partidos, en las organizaciones cívicas, políticas y sociales, en los gremios y comunidades a los que cada mexicano pertenece.

México está en riesgo. No perdamos el tiempo.

¡Unete a este llamado!

México, D.F. a 6 de enero de 1997.

Mari Claire Acosta, Sergio Aguayo Quezada,  María Teresa Aguitar De Mendoza, Ricardo García Sainz, Gloria Amtmann, Homero Aridjis, Martha Beltrán de Andrade, Hilda Aguirre, Miguel Alvarez Gándara,  Martha Alvarado, Pedro Armendariz, Julieta Campos, Francisco Cano Escalante, Irma E. Castro, Raymundo Cárdenas, Luz María Cisneros, Alfredo Corella Gil Sarnaniego, Angélica del Valle, José Antonio Crespo, Margarita del Valle de Torres, Francisco Curi, Denise Dreesser, Concepción Guadalupe Garza, Julio Faesler,Verónica Garza, Zeferino Torre Blanca, Angela Gómez de Hernández,  Patricio Estevez, Rubén Aguilar, Enrique Semo, Enrique González Pedrero, Lucrecia Medina de Castro, Jorge González Torres, Adela Ponce de Márquez, Javier Livas Cantú, Flor Rabatte, Alejandro Martínez Camarillo, Laura Rangel de Parra, Jorge Padilla, Verónica Sada Pérez,  Raúl Padilla López, Bernardo León, Consuelo Saez Pueyo,  Ricardo Padilla Silva, Elda Vega de Tejada,  Graco Ramírez, Guadalupe Viesca, Marcos Rascon, Norma de Villa, Alejandro Rojas Díaz Durán, Guadalupe Loaeza, Víctor Flores Olea, Santiago Creel, Adolfo Aguilar Zinser, Verónica Aveleyra, Vicente Fox,  Cecilia Soto, Jorge Alonso, Elsa Bortoni, Tonatiuh Bravo Padilla, Patricia Bracho, Ernesto Camou Healy, Leticia Calzada, Enrique Canales, Jorge Castañeda, Rebeca Clouthier,  Raúl Castellanos, Tatiana Clouthier, Heberto Castillo, Néstor de Buen,  Cristina de Ezkauriatza,  Gilly White, Julie Furlong, Sergio de la Peña, Xochitl Gálvez, Saltiel Alatriste, Lupita González de Zermeño, Armando Fuentes Aguirre "Catón", Miriam de León, Oscar García Manzano, María Licea, María del Carmen Mendiola, Carlos Heredia, Jacoba Niembro de Lobo, Xavier Hurtado, Guadalupe Palacios, Francisco León Olea, Ricardo Valero, María Teresa D. de Rebollo, Porfirio Muñoz Ledo, Silvia J. de Rojas, Joel Ortega, Carolina Sada, Lourdes Sepúlveda, Guillermo Pizzuto, Bertha Alvarez de Padilla, Jaime Preciado, Elizabeth Treviño, Hedwieg Putz Botello, Pedro Saez, José Vicente Saiz, Crisoforo Salido, Arturo Salinas, Macario Schetino, Pedro Schueid Saez, Germán Dehesa, Lorenzo Meyer.

Expresa tu apoyo al Apartado Postal número 33-053 México, D.F.

Responsable de la publicación: Ricardo García Sainz, Santiago Creel, Jorge Castañeda, Francisco León Olea y Adolfo Aguilar Zinser.


Habla el Jefe del Estado Mayor de Díaz Ordaz


El de 68, Movimiento Comunista
"Cárdenas Apoyó a la UNAM Contra el Presidente"
Era Inaceptable Entonces Tener un Diálogo Público
"Heberto Castillo Puso en Bancarrota al MLN"



 EXCELSIOR publica a partir de hoy, (14 de mayo de 1986) extractos del libro titulado Gustavo Díaz Ordaz, recientemente publicado en edición privada por el general Luis Gutiérrez Oropeza, quien fue, precisamente, el Jefe del Estado Mayor Presidencial del fallecido ex mandatario.

Luis Gutiérrez Oropeza, General de Brigada

Primera de tres partes

Publicado el 14 de mayo de 1986

Un conflicto entre estudiantes en 1968 lo convierten en un problema entre la policía y alumnos de casi todos los centros de enseñanza.
Las agresiones estudiantiles contra la policía empiezan a tomar auge; los enfrentamientos se repiten, cada vez mayor número de lesionados y con este pretexto, los dizque estudiantes, organizan una manifestación de protesta para el día 26 de julio, que premeditadamente hacen coincidir con una manifestación comunista con la que ese día se conmemora el aniversario de la Revolución Cubana.
El choque entre integrantes de ambas manifestaciones y la policía se produce con más violencia y da origen a la detención de varias gentes de los grupos manifestantes.
La reacción de los participantes en los disturbios no se hace esperar y se inican los actos de vandalismo. Principalmente, a casas comerciales y transportes urbanos. Con este último procedimiento se afecta directamente a la gene humilde y a los trabajadores y empleados.
En estos hechos se detecta la presencia de grupos comunistas de choque que tienen como misión hacer más graves los problemas entre estudiantes y policías. Proceden a bloquear las calles con camiones que con violencia fueron arrebatados a sus conductores; se suspende el tránsito público y da principio el "paro colectivo" de instalaciones educativas. En pocas horas la alargada crece, engrosada ya no sólo por estudiantes de escuelas particulares, sino también por gente joven de diversos estratos sociales, desde luego no estudiantes, que nada tenían que ver con el problema, pero que decían apoyar el movimiento estudiantil.
En los disturbios de 1968 se recurrieron a toda clase de amenazas y formas de violencia. Hubo mítines, manifestaciones, peticiones de consignación de funcionarios, paros- relámpago de centros oficiales de estudio, "plantones", formación de consejos, comités coordinadores del movimiento y finalmente, petición de diálogo público entre autoridades y estudiantes que debería transmitirse por radio y televisión, con la presencia de periodistas nacionales y extranjeros.
La demanda de diálogo público en presencia de periodistas era inaceptable, puesto que el régimen no iba a presentarse a una maniobra de simple exhibicionismo, porque no era cierto que estuvieran dispuestos al diálogo, ni público ni privado. Era una simple artimaña con la que pretendían hacer aparecer ante la opinión pública que eran víctimas de la intransigencia de las autoridades y conseguir que apoyara sus pretensiones. La realidad era tomar la negativa de diálogo como pretexto para alargar los disturbios con mayores actos de violencia, todo el tiempo que fuera posible.
No había deseo sincero ni decisión seria para llegar al diálogo. No podía haberlos si entre los que se decían dirigentes no se ponían de acuerdo. Todos querían ser el número uno, tener el mando absoluto y disponer acciones de acuerdo con su personal criterio y conveniencia. Los que eran señalados como cuadro de mando, digamos como ejemplo, un domingo, al día siguiente habían sido revelados. No había directriz con la seriedad requerida y la autoridad suficiente para tener un diálogo. Sus actos eran producto del desahogo de sus frustraciones.
El grupo comunista había preparado un plan no para atentar contra el gobierno, sino contra el pueblo de México, que estaba colocando ante la alternativa de cambiar su régimen de gobierno y elegir entre la anarquía o la dictadura, e inicia la primera etapa de su plan aprovechando el menor incidente para intervenir con actos violentos y alterar el orden público. Pero su interés mayor es llevar los excesos hasta crear el caos en la ciudad de México y hacer fracasar la realización de los Juegos Olímpicos (...)
En el Estado Mayor del Presidente Díaz Ordaz se tuvo conocimiento de un probable "atentado" contra la persona del Presidente el día 1§ de septiembre, con motivo de su Informe al pueblo de México, en el recinto de la Cámara de Diputados. Hecho un estudio sobre las probables áreas críticas, se determinó que éstas eran: el Palacio Nacional, las calles de 5 de Mayo y Bolívar, en el tramo que da acceso al edificio de la Cámara de Diputados.
Como en la fecha citada no ocurrió ningún atentado, se pensó que podrían haber decidido llevarlo a efecto la noche del 15 de septiembre.
El 16 de septiembre el Presidente debía hacer un recorrido del Monumento a la Independencia al Palacio Nacional y permanecería en el balcón central de este edificio unas dos horas para presenciar el desfile militar.
Hizo el recorrido el presidente Díaz Ordaz en carro descubierto que se deslizó sin escolta a los lados, a una distancia de 3 o 4 metros de la gente del pueblo que formaba la valla y le aplaudía.
Durante el tiempo del desfile que fue fácil blanco para cualquier francotirador que estuviera apostado en algún balcón o en las azoteas de los edificios que circundan la Plaza de la Constitución.
El Presidente de la República estuvo informado día a día de las amenazas contra su vida; sin embargo, no cambió su proceder y comportamiento habituales en lo mínimo y enfrentó con entereza los riesgos "del oficio y del cargo" (...)
Y no parece ser coincidencia que en los meses críticos de 1968, según informe dado al Presidente Díaz Ordaz por el director de Pemex, se presentaran buques de guerra extranjeros frente a las costas del estado de Campeche, en aguas internacionales.
Los motivos de esa presencia eran fáciles de adivinar: se trataba de intimidar, de presionar al Presidente mexicano para que diera marcha atrás y dejara sin efecto su orden dada para que fueran canceladas las concesiones (contraídas durante el gobierno de Alemán).
Ante esta noticia, el Presidente dijo al director de Petróleos Mexicanos: Licenciado Reyes Heroles, sobre este asunto, ¿qué instrucciones le he dado?; a lo que el aludido contestó: "Que sean anuladas las concesiones, señor Presidente". Entonces, señor licenciado, no deje de hacerlo, le reiteró el Presidente. (...)
En la tarde del día 3 de octubre de 1968, notablemente preocupado, se presentó en Los Pinos el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, presidente del Comité Organizador de los XIX Juegos Olímpicos, deseaba ver, con urgencia, al señor Presidente Díaz Ordaz.
La urgencia, manifestó, se debía a que en la mañana de ese mismo día se habían presentado ante él los presidentes de las Comisiones Olímpicas (3) de los más importantes países europeos.
Que los tres dirigentes habían manifestado al arquitecto Ramírez Vázquez que el objetivo de su presencia era informarle que "ante la gravedad de los sucesos que estaban ocurriendo, sus respectivas delegaciones se proponían abandonar la ciudad de México, expuso por su parte que de ocurrir esto, otras delegaciones imitarían su ejemplo. Pero que, sin embargo, la decisión podría no llevarse a efecto si el Gobierno Mexicano compensaba su colaboración".
Este tipo de proposiciones, en cualquier idioma y en todos los medios, tiene el mismo nombre, la misma intención: Chantaje.
El Presidente Díaz Ordaz, enterado del problema, ordenó al arquitecto Ramírez Vázquez que hiciera del conocimiento de los tres presidentes de las Comisiones Deportivas Extranjeras: "Que México era un país pobre; que al ser distinguido con el otorgamiento de la sede de los Juegos Olímpicos, había hecho grandes esfuerzos en todos los aspectos, entre ellos y de manera principal el económico, para prepararse convenientemente y que los citados Juegos se realizarán en la ciudad capital de México en forma decorosa". Que si los presidentes de las delegaciones que le mencionaban el deseo de abandonar al país y otras seguían su ejemplo, él no trataría de impedirlo ni aunque con esa actitud propiciara la no realización de la Olimpiada. Le expresó también que a su gobierno le interesaba mucho que tales justas se llevaran a efecto, pero que para él tenía mucho más importancia la seguridad e integridad de México en todos los aspectos.
México tuvo su Olimpiada que fue considerada como la más extraordinariamente celebrada, hasta entonces, en la historia del deporte.

***

El general Lázaro Cárdenas y las pretensiones universitarias. El ingeniero Heberto Castillo Martínez, en 1961, fundó en México el Movimiento de Liberación Nacional (MLN). En la Asamblea Constitutiva habló el general Lázaro Cárdenas para apoyar a dicho organismo en sus "luchas revolucionarias".
Esta organización integró al comunismo ruso personajes prominentes de las casas de estudio: profesionales, artistas, escultores, es decir, la aristocracia del comunismo en cada país, y su acción fue dirigida también a estudiantes campesinos.
En relación con este movimiento, Heberto Castillo confesó abierta y claramente que la "agitación estudiantil fue auspiciada y dirigida por él y los maestros de su misma afiliación que lo secundaron".
Con Heberto Castillo actuaron los maestros: Ifigenia Martínez de Navarrete, Víctor Flores Olea, Eli de Gortari y otros. Su labor era tesonera y efectiva como una gota de agua que perfora la roca. Usando la imaginación, la fogosidad, el entusiasmo y la candidez de los líderes" y estudiantes del CNH, con sus cátedras, sus charlas en conferencias y a través de sus escritos, los convencieron, indujeron y manejaron, arrastrándolos en su loca aventura.
¿Para alcanzar el poder? ¡Sí! Ellos confiaban en que el conflicto estudiantil podría aprovecharse para hacer la revolución en México ya que, según su personal criterio y ambición, las condiciones eran propicias.
El general Cárdenas los animó y ayudó ofreciéndoles también protección en los contratiempos que tuvieran, ofrecimiento que cumplió escondiendo en su casa a Heberto Castillo, a maestros y a otros líderes del Movimiento de "68", quienes por faltas y delitos contra la ley, a mediados de septiembre, eran buscados por la policía.
El general Lázaro Cárdenas también estuvo entrevistándose con el rector de la Universidad Nacional, ingeniero Javier Barros Sierra. En dichas entrevistas lo incitó y convenció para que apoyara los actos de los estudiantes en los aciagos días del 68, pues consideraba que más que un derecho era obligación que la Universidad con su rector, se adhiriera y apoyaran el "Movimiento Estudiantil". Le manifestó concretamente que era una obligación del rector, maestros y alumnos, no sólo defender su casa de estudios sino la Constitución misma, que estaban violando.
El "cuartel general" era la Universidad. Allí se reunían universitarios, politécnicos y normalistas, y usaban no sólo las instalaciones universitarias, sino también el equipo, imprenta y mobiliario para elaborar todo tipo de propaganda dirigida a subvertir el orden público.
¿Cómo podría calificarse el hecho de que maestros y estudiantes, con la anuencia del rector, convirtieran las instalaciones de la Ciudad Universitaria en un "Cuartel General de Guerrilleros"?
El campo de batalla era la ciudad de México. En su llamada lucha se ultrajó a la población; se asaltaron y saquearon comercios; destruyeron vidrios de casas particulares; fueron secuestrados camiones del servicio público que luego quemaron junto con trolebuses; se robaron automóviles particulares; bloquearon las bocacalles con carros y camiones producto del pillaje. Todo esto era pregonado como el inicio de la "Revolución Estudiantil".
La noche del 15 de septiembre de 1968, los nuevos salvadores de la patria acompañaron a Heberto Castillo hasta las instalaciones de la UNAM, donde enarbolando el lábaro patrio dio el Grito de Independencia, emulando el acto del Grito de Dolores, ceremonia que cada año se hace en el Palacio Nacional. A continuación se habló de la formación de una "Junta de Gobierno" misma que, en la primera oportunidad, se pediría que fuera reconocida por países socialistas y comunistas y también por las repúblicas en donde estuvieran actuando abiertamente los Movimientos de Liberación Nacional o la Organización Latinoamericana de Solidaridad.
Si los instigadores del movimiento de 68, Heberto Castillo y sus seguidores hubieran triunfado, desde ese fatídico año México hubiera caído dentro de la órbita comunista y seríamos ahora otra Cuba u otra Nicaragua.
Es esta la razón por la que el Presidente Díaz Ordaz, el 18 de septiembre de 1968, ordenó al Ejército ocupar la Universidad Nacional Autónoma de México.
En ese momento México tuvo un Presidente a la altura de sus problemas. Los ataques, los agravios, fueron y aún son para el Presidente Díaz Ordaz; pero el daño real, el mal, lo repito una vez más, se le hizo a México, a la patria.
Se Enfrentó a Díaz Ordaz en 68

"Cárdenas, Agente de Moscú"

Llamó Flores Olea a "Morir o Matar" en Tlatelolco
Pretendía el CNH Impedir las Olimpiadas, Asegura
"La Masacre era Inevitable; la Tropa fue Agredida"

Luis Gutiérrez Oropeza, General de Brigada

Segunda de tres partes

Publicado el 15 de mayo de 1986

El general Lázaro Cárdenas, en su empeño de servir al comunismo ruso, llegó al extremo de presentarse inesperadamente para sorpresa de todos en el edificio de Los Pinos, donde solicitó ser recibido por el Presidente Díaz Ordaz, quien precisamente en esos momentos salía para asistir a una ceremonia. Como no había previa solicitud de audiencia, se pidió a dicho militar que esperara unos momentos mientras el Presidente era informado de su deseo.
Cárdenas, cuando estuvo en presencia del Presidente Díaz Ordaz, le manifestó la razón de su urgencia y agregó "Señor Presidente, he sido Presidente y considero que se está violando la Constitución".
A esta afirmación el Presidente Díaz Ordaz contestó: "Yo soy Presidente y además abogado; el proceder de mi gobierno se ajusta a un artículo de la Constitución, señor general".
¿Cuál es ese artículo?, replicó el general Cárdenas al Presidente.
A esta pregunta la respuesta de Díaz Ordaz fue: "El mismo artículo en que usted se apoyó para sacar del país al general Plutarco Elías Calles".
El general Cárdenas, confundido, guardó silencio. A continuación, el Presidente Díaz Ordaz dijo al general Cárdenas: "Mi general, ya me acordé del artículo; ese artículo es México, ¡México, mi general! Alentar la subversión y dar asilo a los subvertidores del orden y el respeto a las instituciones, eso sí es violar la Constitución, señor general. Con permiso agregó, queda usted en su casa".
El Presidente salió y dejó parado a medio despacho al general Cárdenas. Ya se alejaba el vehículo en que el Presidente Díaz Ordaz iba a cumplir sus compromisos cuando el general Cárdenas salió del despacho presidencial con la mirada perdida y con su sombrero en la mano.
¡Qué difícil debe ser aceptar dejar se ser!
¡Qué malo es confundir los tiempos!

***

Los Juegos Olímpicos del "68", Prejuicios y Amenazas.
Fue un antecesor, el Presidente López Mateos, quien tras librar obstinada lucha, obtuvo para México la sede de la XIX Olimpiada Mundial, con lo que insertó en nuestra historia un hecho importante: iba a ser la primera nación latinoamericana que recibiría tal honor. Sin embargo, la realización de aquélla corrió a cargo de Díaz Ordaz, que lo sucedió en el cargo.
Desde el principio del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, la izquierda radical que mucho se había soliviantado en el régimen anterior recibió órdenes precisas del comunismo internacional de aprovechar los preparativos de la Olimpiada para desarrollar en México la parte que, en la Revolución Mundial le estaba asignada.
Se trató de obstaculizar los preparativos para la realización de la Olimpiada, esencialmente con el problema estudiantil que pretendió desacreditar al país ante los ojos del mundo mediante una prensa internacional, más política que deportiva, que hizo acto de presencia en la ciudad de México. La Noche del 2 de Octubre. Hay quienes quieren hacer aparecer la agitación estudiantil del 68 como un movimiento de defensa de intereses nacionales.
Es inexacto: la noche del 2 de octubre de 1968 quedará en la historia del México con dos sellos: uno, de deslealtad y traición a la patria por políticos deshonestos; de los criollos de espíritu y de los que viven al amparo de ideas y banderas de países extranjeros, como algunos notables intelectuales, maestros y estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México que, desentendiéndose de su principal misión, entraron en el torbellino de las ambiciones y conveniencias que dieron forma a todo este aparato, agrandado por los mercenarios de la pluma.
El otro sello es: la hidalguía del Presidente Díaz Ordaz que, con su energía, y oportuna decisión puso a salvo los valores fundamentales de México.
En el renglón del orden y la seguridad nacionales, el gobierno no puede, no debe correr el riesgo de una falla, de un déficit, de un error o de una falla de hombría porque lo que está en juego es la vida de una nación.
Por ello Gustavo Díaz Ordaz no tuvo más opción que emplear la fuerza para contener la violencia en que nos querían envolver. Cuando falta autoridad hacen acto de presencia la anarquía o la dictadura.
Gustavo Díaz Ordaz, en su informe del 1o. de septiembre de 1968 había dicho al pueblo de México: "Ante la alternativa de escoger entre las estructuras mismas de México y las conveniencias personales, la decisión está tomada: defenderé los principios y arrostraré las consecuencias".
Si la noche del 2 de octubre fue sangrienta se debió a la premeditada agresión de que fue objeto el Ejército Mexicano por parte de los subversivos", cuya manifiesta intención era que ese día hubiera muertos, hecho que les daría una "bandera" para justificar sus actos y dar el golpe final. Lógicamente, la reacción del Ejército no se hizo esperar y tuvo que hacer uso de las armas para repeler la agresión.
Tengamos presente que ya sólo faltaban 10 días para la iniciación de los Juegos Olímpicos y que, entre las condiciones fijadas por el Comité Olímpico Internacional destaca de manera principal "que todo país designado como sede de una Olimpiada, 40 días antes de su iniciación debe garantizar que se vive en un ambiente de estabilidad política y tranquilidad".
Si hay alguna duda sobre los propiciadores de los hechos señalados anteriormente, basta con mencionar las reuniones con improvisados líderes estudiantiles y entrevistas privadas de maestros encabezados por Heberto Castillo con algunos políticos resentidos y con el general Lázaro Cárdenas y también leer la propaganda manuscrita que se hizo circular. De esta última destaca la que originó unos volantes reproduciendo una invitación de Víctor flores Olea para que concurrieran al mitin que iba a efectuarse en la tarde del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas. En dicha invitación, abiertamente, se incitaba a los asistentes a matar o morir. En la parte final del texto se asentó: "Todos los hombres han de morir, pero la muerte puede tener distintos significados".
(...) Un estudio a fondo, imparcial, sobre lo ocurrido en el 68 y especialmente el 2 de octubre hay elementos para hacerlo pondría a las personas y a los hechos en el justo lugar de la historia.
El Presidente de México decidió enfrentar con energía las difíciles circunstancias y actuó firmemente con la certeza de que su postura era la correcta. Ciertamente, la noche del 2 de octubre fue trágica, pero más lo hubieran sido los tiempos por venir si quienes proyectaron este "golpe" a México hubieran triunfado en su intento y lograr hundir al país.
La magnitud de los acontecimientos atemorizó a los que en ellos participaban y a sus simpatizadores políticos y oportunistas que negaron entonces y aún ahora rechazan la responsabilidad y culpa que tienen en los graves sucesos de 1968, principalmente en lo acontecido el 2 de octubre de ese año.
Los funcionarios timoratos y venales, pero más aquellos que ambicionaban llegar a la Primera Magistratura del país, recobraron la tranquilidad cuando en el informe del 1§ de septiembre de 1969, el Presidente Díaz Ordaz enfáticamente declaró al pueblo de México: "Asumo íntegramente la responsabilidad: personal, ética, social, jurídica, política e histórica por las decisiones del gobierno en los sucesos del año pasado".
Seguro de su correcto proceder, Díaz Ordaz actuó como lo hizo, pensando en que el pueblo no le habría perdonado si, por falta de valor, no hubiera tomado las determinaciones que en esos momentos eran ya inaplazables. A raíz de esos acontecimientos y de la acción que hubo de tomarse expresó: "El pueblo podrá perdonar
que me falle la cabeza, que se me imponga el corazón".
Afortunadamente por la indoblegable entereza de su gobernante, México no cayó en esos años en las garras del comunismo; y aunque algunos no lo acepten, hay que reconocer que en tan críticos momentos, Gustavo Díaz Ordaz resolvió el problema dentro de los lineamientos de la ley y de acuerdo con las facultades que la Constitución le confería para preservar la integridad de la nación y sus instituciones.
Ya renovados los poderes de la Unión, los autores del Movimiento del 68, los acelerados de la sedición y todos aquellos de marcada tendencia comunista que directa o indirectamente estuvieron coludidos en el citado movimiento, aceptaron sin objetar la oportunidad que, ya fuera por convenir a su gobierno o como respuesta por la destacada actuación que tuvieron en el conflicto estudiantil, les brindó el Presidente Luis Echeverría para colaborar en su régimen. Ya integrados a los cuadros oficiales, en muchos casos asignados, a cargos de responsabilidad y jerarquía, vieron colmados sus anhelos de poner en práctica las ideas por las que luchan y cumplir el compromiso que tienen con el comunismo internacional: Destruir a México, cambiando sus estructuras democráticas.
Sobre lo ocurrido en 68 se ha creado confusión debido a que los que han escrito sobre estos hechos no tuvieron vivencia en ellos; han hablado de los que saben de oídas, de lo que les contaron, de lo que, en su muy personal sentir, interpretaron de las noticias publicadas en esos días por los órganos de información periodística; otros simplemente se han referido a las opiniones escuchadas sobre el problema; los más califican los acontecimientos con la parcialidad de simpatizadores ideólogos y los hubo también que aprovecharon la división de opiniones que originó el problema para favorecer intereses puramente comerciales.
Ahora es casi seguro que los llamémosles golpistas estén esperando mejores y afianzar su posición dentro del sistema, para ser ellos los que escriban la historia de lo ocurrido en México en 1868. Podemos asegurar, sin temor de equivocarnos, que en esta historia los "antipatria" después de limpiar su imagen se harán aparecer como héroes ante el pueblo de México. Todos los mexicanos que amamos nuestras patria deberemos hacer conciencia y estar alerta para que esta infamia no se nos imponga como verdad.
Estamos seguros de que la verdad histórica sobre los hechos de 68 contendrán una interminable lista de infamias, deslealtades y traiciones que lesionaron, no al Presidente Díaz Ordaz, sino al pueblo de México, a la patria, que es digna y merecedora de mejor suerte. La mentira puede correr años, pero la verdad, con un solo paso que dé, la aventaja; desgraciadamente, los que menos hemos hecho por destruir esa mentira, somos todos los mexicanos, unos por apatía y otros por conformistas.
El innegable cambio que desde 1970 ha sufrido el país, nos da la razón que tuvo Díaz Ordaz para actuar como lo hizo; cierto es que con su patriótica actitud sólo retardó un poco los males que ahora padecemos.

Hubo Orden de Atacar a Díaz Ordaz
Era Incapaz de Hacer Comentarios, Retirado
"Se Necesita ser más Hombre Para Callara"
Roel lo Obstaculizó Cuando fue a España

Luis Gutiérrez Oropeza, General de Brigada

Tercera y última parte

Publicado el 16 de mayo de 1986

Al dejar Gustavo Díaz Ordaz la Presidencia de la República, se alejó del medio político con la dignidad que siempre lo caracterizó y fue incapaz de hacer comentarios o externar opiniones sobre una tarea que para él ya había terminado. Sólo habló cuando se le obligó a hacerlo.
Gustavo Díaz Ordaz se dedicó a viajar por el país y el extranjero, primero acompañado de su esposa, y posteriormente solo, ya que su esposa, por razones de salud, no podía acompañarlo; infortunadamente, el 18 de julio de 1974 dejó de existir su respetada esposa y leal compañera, doña Guadalupe Borja de Díaz Ordaz.
Don Gustavo Díaz Ordaz durante los seis años de gobierno del Presidente Echeverría fue blanco de ataques, de marcadas groserías por parte de funcionarios de jerarquía y aun de los de segunda fila, sólo que era visible que su proceder obedecía a instrucciones superiores.
En alguna ocasión en que los ataques dirigidos a don Gustavo fueron francamente irritantes por injustos, uno de sus ex colaboradores le preguntó porqué no contestaba a esa insultante actitud, y el ex presidente solamente dijo:  "Se necesita ser muy hombre para hablar, pero más hombre se necesita para quedarse callado. Si él no sabe respetar la persona de un Presidente yo sí; pero además, ¿qué lograríamos con este pleito?, sólo hacerle mucho daño a México. Si el licenciado Echeverría no ha aprendido a ser Presidente, espero que aprenda cómo debe portarse cuando deje de serlo".
Al terminar su mandanto, el licenciado Echeverría envió un emisario que buscara acercarlo nuevamente al licenciado Díaz Ordaz y reanudar el trato de amigos que durante su gobierno se había interrumpido. Don Gustavo Díaz Ordaz, tajantemente rechazó tal intento.
Embajador de México ante el Gobierno Español. El licenciado Díaz Ordaz recibió invitación para el acto de toma de posesión como Presidente de la República, del licenciado José López Portillo. Como una atención que obliga dispensar al nuevo mandatario, se puso a sus órdenes, pero por su mente no cruzó la idea de obtener comisión del gobierno ni mucho menos convertirse en representante diplomático de nuestro país.
El Presidente López Portillo deseaba y afanosamente buscaba reanudar las relaciones con la Madre Patria, pero en España se veía con recelo este deseo porque estaban presentes los ataques a su gobierno y al pueblo español que lanzó el Presidente Echeverría.
Ya en el terreno de poder presentar posibles candidatos a embajadores por parte de México, se tenía que recurrir a quienes no tuvieran "sello de Echeverría" aunque éste fuera el que distinguiera al mismo Presidente López Portillo. En España se expresó, aunque con el debido comedimiento, que aceptarían de buen grado a alguien probadamente desconectado del grupo echeverrista y, lógicamente se mencionó con beneplácito al licenciado Gustavo Díaz Ordaz.
El entonces secretario de Relaciones de México, Santiago Roel, se apresuró a dar por hecho que al licenciado Díaz Ordaz le agradaría el cargo y aceptaría de buen grado ser propuesto como embajador de México en España; pero don Gustavo de ninguna manera estuvo de acuerdo con esta propuesta y así se lo hizo saber por escrito al Presidente López Portillo, quien ya convencido por Santiago Roel, insistió y le pidió que aceptara. "...un Presidente no pide, ordena, afirmó siempre el licenciado Díaz Ordaz", por eso, dando una vez más muestras de su respeto a la institucionalidad, consintió en ser enviado para reabrir los cauces políticos y de amistad entre los dos países.
Una vez señalada la fecha en que el nuevo embajador Díaz Ordaz viajaría a España, el Presidente López Portillo le manifestó que, a partir del momento en que quedaran reanudadas oficialmente las relaciones diplomáticas México-España, si así lo decidía, podría renunciar a su cargo de embajador.
Díaz Ordaz siempre tuvo presente lo expresado por el mandatario mexicano y llegado el momento dimitió del cargo que contrariamente a su deseo tuvo que aceptar, pues siempre se dio cuenta de la falsedad y dolo con que se procedió para su nombramiento.
Piedras en el Camino. Se pueden calificar así los actos tanto del titular de la Secretaría de Relaciones como del personal de la misma para con el licenciado Díaz Ordaz, como se podrá apreciar por los siguientes comentarios:
1. Porque a la entrevista que Relaciones le preparó para la prensa al recién designado, en el edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, no solamente asistieron los reporteros de la fuente como es costumbre, sino que se llamó a otros periodistas políticos de bien marcada tendencia izquierdista que con insistencia le hicieron preguntas no sobre el cargo que iba a desempeñar, sino respecto a hecho ocurridos durante su mandato como Presidente, concretamente refiriéndose al movimiento de 1968.
2. La descortesía de la SRE para con el licenciado Gustavo Díaz Ordaz, al nombrar, sin consultarle, el personal de la embajada, pues es de suponerse que aunque sea por una obligada atención al recién designado, se le pida su anuencia para determinar qué personal estará a sus órdenes.
3. Un conocido medio de difusión comentó al arribo del embajador Díaz Ordaz a Madrid, que fue abordado por la prensa española y que entre otras cosas le hizo la siguiente pregunta: "¿Qué opinaba de las ofensivas declaraciones que Luis Echeverría como Presidente de México había hecho en contra del gobierno español?" El embajador Díaz Ordaz contestó poco más o menos lo siguiente: "...que lo que había dicho una persona no podía tomarse como el sentir de un pueblo y que prueba de ello eran los lazos afectuosos entre mexicanos y españoles". Inmediatamente, los representantes de la prensa mexicana lograron una entrevista con el secretario Roel para pedirle su opinión sobre lo declarado por el embajador Díaz Ordaz y la respuesta fue que era una opinión muy personal del aludido.
Se comentó entonces, en los medios políticos, que el secretario de Relaciones debía haber sido más preciso en su declaración sobre lo expresado por Díaz Ordaz y apoyarlo, y si no estaba de acuerdo, hacerlo notar pero clara, directamente, porque el licenciado Díaz Ordaz, como embajador, era un funcionario que dependía de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El licenciado Díaz Ordaz presentó las cartas credenciales que lo acreditaban ante el rey de España como embajador extraordinario y ministro plenipotenciario ante el gobierno español y asimismo como representante personal del Presidente de México.
La designación del licenciado Díaz Ordaz como embajador molestó visiblemente a otros funcionarios del mismo rango que habían sido nombrados por el Presidente Echeverría. El que a continuación se comenta es uno de esos casos.
En 1975, el entonces Presidente Echeverría nombró embajador de México en Francia al escritor Carlos Fuentes merecido premio a su destacada intervención en el movimiento de 1968. Su sueldo como embajador no debería rebasar los 8,000 dólares, pero por instrucciones presidenciales se le niveló a 20,000, más una partida especial de 40,000, o sea que recibía un total de 60,000 dólares al mes. Según el propio Carlos Fuentes, la razón de este especial trato económico era sus buenas relaciones con los gobiernos socialistas y comunistas y porque además estaba encargado de influir en el medio diplomático para que se designara Premio Nobel de la Paz al Presidente Luis Echeverría, distinción que con posterioridad podría servirle para aspirar con mayor éxito a la presidencia de la UNESCO. Luis Echeverría ni siquiera fue mencionado para ocupar ninguno de los dos honrosos cargos.
Fue por esos días que se hizo pública la designación del ex Presidente Díaz Ordaz como embajador de México en España, nombramiento que Carlos Fuentes tomó como pretexto para renunciar a su cargo diplomático en Francia, sustrayéndose así a una investigación que, de haberse efectuado, le habría ocasionado múltiples problemas.
La experiencia que da el malabarismo puesto en práctica para sobrevivir bien dentro del Erario.
Apenas presentadas las cartas credenciales por el embajador Díaz Ordaz al gobierno español, hizo acto de presencia en Madrid el ex embajador Carlos Fuentes que desde luego comenzó a maniobrar para que la izquierda española lanzara una "escalada" en contra del nuevo embajador; pero la izquierda española no lo apoyó en su propósito y se negó a secundarlo aduciendo que era el representante oficial de un gobierno amigo, pero que si eran grupos mexicanos los que la iniciaran, entonces ellos se les unirían.
Decepcionado de la actitud de la izquierda española, Carlos Fuentes se puso en contacto con su amigo y compañero Fausto Zapata, ambos de la misma ideología, y que fue el que encabezó todos los ataques contra el licenciado Díaz Ordaz en el gobierno de Echeverría, Zapata en esos días era embajador de México en Italia, y de acuerdo ambos, Zapata fue trasladó a Madrid con objeto de prepararle un "homenaje" al ex embajador Carlos Fuentes. En ese acto surgiría la pregunta obligada: ¿Por qué la renuncia de Carlos Fuentes como embajador de México en Francia? Pero la realidad de esta reunión era que ésta sería la señal de "arranque" para que la izquierda española iniciara sus ataques al embajador Díaz Ordaz.
De estos hechos es testigo el personal mexicano que aún presta sus servicios en la embajada de México en España.
¿No es absurdo que en su empeño por desacreditar a Díaz Ordaz se pretendiera que en un país extranjero, un embajador de México (Zapata) preparara un "homenaje" a un ex embajador de México para que fuera éste el inicio de una escalada de ataques a un mexicano también representante diplomático de México?
Días después, el gobierno mexicano cesó en sus funciones de embajador de México en Italia a Fausto Zapata, y también ya reanudadas las relaciones diplomáticas con la Madre Patria, Díaz Ordaz dimitió como embajador.

Desde 62 el Maoísmo Empezó a Actuar con Obreros y Campesinos


En memoria de los compañeros
De Emery Ulloa, Detenido en Tlatelolco en 68.
300 Personas en el Campo Militar Número Uno.
Rebasó el Movimiento a Todos los Partidos.

Nidia Marín

Primera parte de cuatro

Publicado el 28 de marzo de 1985 en Excelsior.

Detenido el 2 de Octubre en Tlatelolco, junto con cerca de 300 hombres, mujeres y niños, Federico Emery Ulloa, dirigente estudiantil universitario en 1968, relató: "Nos trasladamos al Campo Militar Número Uno. Allí nos dijeron que había tomado el poder el Ejército. Nunca me reconocieron porque me corté el bigote con un cortauñas y me cambié el peinado. Estuve una semana, salí más radical y me fui al campo a organizar campesinos de acuerdo con los planteamientos maoístas".
Esforzándose por controlar sus nervios que, sin embargo, lo traicionan y le provocan un ataque de hipo, Emery Ulloa, considerado en aquel entonces por las autoridades como un líder peligroso, debido a su dirigencia del maoísmo en México, señaló:
Desde 1962, más o menos, nosotros empezamos a trabajar con obreros y campesinos. En 68 ya estábamos en la Facultad de Ciencias también. El movimiento estudiantil rebasó todos los grupos, organizaciones y partidos. Nosotros ingresamos en el momento que estalló el movimiento y todo el mundo tuvo que participar. Podría clasificarse a los que intervinieron a nivel de dirigencia en dos: los que participaron y vivieron el movimiento en sí y los que participaron en el movimiento para sí; es decir, los que tenían una intención política, los que ubicaban el movimiento dentro de una concepción más amplia: un movimiento revolucionario, un cambio social. Dentro de la primera clasificación estaba la mayoría de los jóvenes representantes de los comités de lucha, lo que es, digamos el movimiento espontáneo.
Ciertamente agregó se puede decir que el movimiento es espontáneo, en general, pero dentro había una dirigencia que tenía conciencia y en la que participaba gente con una claridad política como Raúl Alvarez Garín, Heberto Castillo, la gente del Partido (Comunista), los troskistas y los maoístas, que tenían también una posición, que sabían que el movimiento iba a ser derrotado. Me refiero a los maoístas, porque nuestra idea era generar cuadros, aprovecharlos, así como la formación de jóvenes, en una posición revolucionaria, para continuar la lucha esencialmente en el campo y esto, era un movimiento clandestino...
"Era la comuna pouplar..."
Cuando dices que en la dirigencia estaban los que vivieron el movimiento para sí, ¿te refieres a los que buscaban beneficios políticos más amplios o a los que pretendían medrar? ¿Trataron de corromper dirigentes las gentes del gobierno?.
            “No. Me refiero a un interés político de lograr una organización para realizar un cambio social, porque en el otro aspecto que mencionar yo creo que no. Esa la es comuna popular, es decir, estabas ahí enfrente de la asamblea, siempre frente a los muchachos... no había manera. ¡Claro que había provocadores, había policías, la derecha también estaba metida, aunque en la dirigencia era un movimiento de izquierda..!"
¿El MURO, por ejemplo?
"Sí, el MURO que estaba infiltrado socavado, tratando de desviar el movimiento o haciendo provocaciones, pero esto era lo marginal, porque la esencia del movimiento era otra y ahí no hubo corrupción. Se ha hablado de que los líderes que participaron, que si después están acá o están allí, pero durante el movimiento no, porque no había posibilidades. Sí se sabe de casos de muchachos que hablaron con funcionarios o que trataron de negociar, pero no era posible negociar nada."
Tengo entendido que había cheques enviados por funcionarios públicos, quizá con la pretensión de que el movimiento no acabara para beneficiarse con el río revuelto.
¿Es así? preguntó la reportera.
"Fíjate que yo no me enteré del envío de ningún cheque. Tenía mucha relación con gente que coordinaba la cuestión de las finanzas, como Luis Jorge Peña, como "La
Nacha" (Ignacia Ramírez). Todo se obtenía mediante el boteo y lo que juntaban los muchachos." 

Detención y disfraz

 La entrevista se efectuó en una cafetería de la Zona Rosa, a dos cuadras de su trabajo en la COSSIES, organismo dependiente de la Secretaría de Programación y Presupuesto, entre turistas estadunidenses y lectores de periódicos de media mañana.
¿Cuándo te detuvieron? se le interrogó.
"El 2 de octubre en Tlatelolco. Estaba junto con Sócrates Amado Campos Lemus, cerca del micrófono. La última oradora había sido una niña, dirigente de la escuela técnica Wilfrido Massieu. Desapareció. Desde ese día no volvimos a saber de ella", expresó sin recordar el nombre da la muchacha.
¿Te torturaron en el Campo Militar?, fue la pregunta.
"No. El 2 de octubre me detuvieron con centenares de personas más y nos llevaron al Campo Militar: niños, mujeres, hombres, de todo... Y entonces, no me identificaron. Es cierto lo que dice Sócrates, le preguntaron si era y el dijo que no, que no era yo. También es cierto que llevaban fotografías para identificarnos, pero en el mitin yo estaba con bigote y al llegar al Campo Militar un ferrocarrilero me prestó un cortauñas con el cual me lo corté, lo más que se pudo. Me cambié el peinado, es decir: me disfracé. Llegaban y gritaban "Federico Emery Ulloa" y yo no me movía... Ahí nos tuvieron en una crujía donde estábamos como trescientas gentes, señoras, niños y como te dije, de todo...
"Nos dijeron que había tomado el poder el ejército añadió, que iban a fusilar a todos los dirigentes y demás. Pero había un voceador, un muchachito de unos diez años, que llevaba un radio de transistores al que se le estaban acabando ya las pilas, pero nos subíamos a una ventana que había para escuchar. Entonces oímos las declaraciones de Perelló (Marcelino) y... qué sé yo".
"Quizás originalmente fueron salvas..."
¿Y si dijo que el ejército había disparado con balas de goma?
"Sí lo dijo."
¿Por qué lo diría? ¿No sería porque en efecto él confiaba en haber negociado?
"No. Yo creo que tenía más información que eso y quizás originalmente en un principio se dispararon salvas... después ya no. A lo mejor a él de alguna manera la información de que el ejército iba a utilizar salvas y lo dijo. ¡Qué mal; no lo dijo el ejército, lo dijo Perelló!
¿Cuánto tiempo estuviste en el Campo Militar número uno?
"Una semana. Entraban y buscaban a los líderes, preguntaban... después, para afuera. Y yo salí más radical que antes. Estaba indignado al ver la represión tan brusca. Y como nosotros los maoístas ya estábamos en un movimiento más o menos clandestino, pues, nos fuimos al campo a trabajar con los campesinos.
"Habíamos ya dejado a un lado la idea del foco guerrillero, del "Che" Guevara y de Debray (Regis), porque es cierto que hubo una época que se confundió el maoísmo, con Debray y Guevara y que era cuando teníamos contacto con Lucio Cabañas, con Genaro Vázquez Rojas y apoyábamos esos movimientos; pero para después del 68 ya no."
Por cierto, ¿es verdad que Genaro Vázquez Rojas estuvo disparando desde la Escuela Normal el día que entró el Ejército al Casco? interrumpió la reportera.
"¿El 23 de septiembre? Yo creo que no, porque no participó para nada en el movimiento del 68 contestó.
Los Chinos Nunca Fomentaron los Movimientos Guerrilleros: Emery U.

Segunda parte de cuatro

Publicado el 29 de marzo de 1985

"Cuando el maoísmo agonizaba, en 1969, varios de sus líderes fueron detenidos. Fue entonces cuando un siquiatra, Salvador Roque, me torturó. Me dio una droga que, tiempo después supe era Escopolamina. Me producía ciclos de terror, euforia, agresividad y alegría. Cuando principiaba el lapso de terror, Roquet me decía: ¡Tú eres un ratón! ¡Vete a ese rincón! Y me quedaba en cuclillas en el rincón de aquel mugroso cuarto tiemble y tiemble. Se acercaba. Yo soy un grito, expresaba y estiraba la mano como si me fuera a arañar".
Los ojos verdes de Federico Emery Ulloa, reflejaban, tal vez como entonces, el miedo. El gesto de la angustia se hacía presente con una profunda arruga en entrecejo.
Su respiración se aceleraba y su voz se entrecortaba; el recuerdo le estaba haciendo daño, pero continuó:
"Eran ciclos muy definidos. Primero, ¡el miedo, el miedo, el miedo! Después el coraje hasta tratar de destruir. Luego la euforia, la alegría hasta la risa y la carcajada.
"Al mismo tiempo continuó con un proyector de 8 milímetros me exhibía películas pornográficas y pasaba diapositivas de pinturas realizadas por locos ... ¡sí, sí, por locos de manicomio! "¿Qué que te parece esta pintura?", me decía... y la música de Wagner a todo volumen me lastimaba los oídos o yo no sé qué...
¿Y qué le contestabas; qué te parecía la pintura?, fue la pregunta.
"No sé, no sé... muchas cosas no las recuerdo. Pero después empezó un cuestionario, un interrogatorio completo. "¿A quién conoces en Sonora..? ¿A quién conoces en Tamaulipas? ¿A qué acuerdo llegaste con los chinos? ¿Qué te dijo Mao Tse-tung..?" Serían una diez horas, de las ocho o diez de la noche hasta en la mañana... hasta que yo ya no podía hablar, la lengua se me hacía bolas..", dijo.
"A los tres días de eso, me enviaron a Lecumberri. Llegar allá, era llegar al cielo..", agregó.
Cuando llegó Nassar Haro
A estas alturas de la entrevista, cuando Emery Ulloa tenía pequeñas gotas de sudor en la raíz del encanecido cabello que 17 años atrás era rubio, de improviso, se levantó y tras un "compermiso", salió de la cafetería. La reportera espero por diez minutos y el corpulento hombre, de 42 años, regresó más calmado. Se retomó el hilo de la entrevista con la pregunta:
¿Te detuvieron por tu participación en el movimiento del 68 o por tus actividades como maoísta?
"Por lo de 68. Lo demás era secundario, realmente. Mi proceso fue por lo de 68. Mes y medio me tuvo secuestrado Miguel Nassar (subdirector de la Federal de Seguridad, entonces). Diario, o casi diario, me golpeaban. Por las noches me encadenaban y ponían un candado. ¡Y claro, todos los días, había interrogatorio! Luego me ordenaban: `¡Vámonos a la carretera!', y yo creía todos los días que sí me iban a matar...
"Después llegaba Miguel Nassar Naro siguió en su relato. Y les decía: "¿Pero por qué tratan mal a Federico?", para en seguida expresarme: "Oye Federico, te traje unos cigarros, de esos que te gustan, sin filtro... Vamos a platicar... ¿Dónde está fulano?"
¿Y qué le respondías?
"No se, no sé... Me tenían en una casa vieja, abandonada, con un catre... A veces llevaban tortas. Había un baño al que pasaba cuando no estaba encadenado.
"Después de mes y medio ahí, como realmente yo no sabía nada y a fuerza querían implicar que los chinos estaban financiando el movimiento, me hicieron el interrogatorio terrible que te conté, con Salvador Roquet, que trabajaba para Gobernación y posiblemente para la CIA. Esto es porque, posteriormente, alguna vez que se preguntó ¿dónde está la CIA en México? (el procurador Ojeda Paullada metió a la cárcel a Roquet, con motivo de que curaba a los pacientes con drogas... Yo creo que sí colaboraba con la CIA".
De la redicalización y su participación
Traje café de lana, bien cortado, corbata a rayas guinda y gris y camisa blanca de algodón, Emery Ulloa, de 1.82 metros de estatura, blanco, no mal parecido, fumaba más tranquilo, mientras escuchaba otra pregunta.
¿Qué hiciste cuando te fuiste al campo y trataste a Genaro Vázquez Rojas y a Lucio Cabañas?
"Estuvimos en varias regiones, organizando a los campesinos, preparándolos.
¿Es cierto, como dijo Sócrates Amado Campos Lemus, que estuviste en Corea?
"No nunca estuve en Corea. Estuve en China y no para entrenarme..."
A mí me dijeron, Federico, que recibías junto con otros muchachos de aquel tiempo, ayuda económica de los chinos para desarrollar el maoísmo en México, pero que ustedes les hicieron chicanadas, ya que para justificar el dinero, se iban al Ajusco y se fotografiaban, metralleta en mano, como si de verdad fueran guerrilleros y luego les daban las fotos.., le comentó la reportera.
"¡Eso es absurdo interrumpió, mientras con los labios un poco apretados trataba de sonreír.
"Los chinos dijo nunca fomentaron movimientos guerrilleros, en ninguna parte. Ellos siempre respetaron las posiciones las revoluciones de todo el mundo y a los países.
Me decían: "Nosotros te podemos platicar cómo le hicimos acá, nuestra historia y allá ustedes sabrán si se vale o no se vale, si se puede o no se puede". Recibíamos de China muchas publicaciones: Pekín Informa, cantidad de folletos, libros de Mao-Tse-Tungo, etcétera. Ese, realmente, fue todo el apoyo.
Epoca de guerrilla urbana
¿Fue en ese tiempo en el que se desarrollaron muchas denominadas células de estudio en las que participaban jóvenes?, se le preguntó.
"Rico Galán y demás", respondió.
No, entre los jóvenes, eufóricos por lo ocurrido en 68, se le dijo.
"Después del 68 fue la guerrilla urbana señaló. La Liga 23 de Septiembre, cuyo nombre dicen que provenía de la fecha en que entró el Ejército en el Politécnico. Era la guerrilla, como te decía, por la influencia de la Revolución Cubana del Che Guevara, del foco guerrillero... Era aquello de, "nos juntamos tres valientes y hacemos la Revolución", ¿no? Era para los que participaron en la Revolución Cubana el cambio en sí, el cambio de cómo. Entonces acá se daban la explicación superficial y fácil de "se puede... así que vamos". Luego vuelta a la teoría con Debray (Regris), la revolución en la revolución que llenó América Latina.
"Cuando estuve en China en 1964 agregó yo iba con la concepción de Debray, y decía que en México la cosa estaba fácil. Allá los chinos, muy tranquilos, muy amables, mensurados, como también le dijeron al Che, expresaron: "eso no es cierto, lo que pasó en Cuba es otra cosa; ustedes no lo han entendido pero es otra cosa". Entonces nosotros no estábamos, pues, por el foco guerrillero, ni andábamos organizando guerrillas, sino que estábamos organizando la lucha campesina, la lucha de masas, para posteriormente tener una fuerza política y quizás militar".
¿En qué estados estuvieron?
"En el norte, en Durango... por cierto que Sócrates el día 2 de octubre, después del mitin, se iba a salir del movimiento para irse a Durango, al campo, porque ya sentíamos que la represión estaba encima y que Sócrates iba a ser uno de los que liquidarían... pero ya no llegó, también lo detuvieron."
Cuando la represión se sintió en serio
¿Cuándo supieron que estaban derrotados en el 68?
"Después de la toma de Ciudad Universitaria. Fue cuando se sintió en serio la presión, y la represión del Estado, la fuerza. Pero ya no se podía parar el movimiento,
teníamos que seguir", respondió.
Debe ser terrible la impotencia, ¿qué trataban de hacer ustedes no obstante darse cuenta que estaban derrotados?, se le preguntó.
"Tratábamos de evitar la represión lo más que se pudiera. Por ejemplo, el mismo 2 de octubre estaba programada una marcha de la Plaza de las Tres Culturas al Casco de Santo Tomás. Pensamos suspenderla hacer el mitin en Tlatelolco y ahí terminar. Esa era una manera de evitarla, lo cual no era fácil. En mucho, no dependía de nosotros, sino del Estado, pero éste se encontraba decidido a apagar el movimiento como fuera... Algunos teníamos conciencia de eso, Perello (Marcelino), no. El siempre dijo que el movimiento era irreprimible y lo fundamentaba en que los líderes no se podían vender y que si los metían a la cárcel surgirían otros; en que siempre estarían las asambleas generando nuevos líderes y en fin que era irreprimible.
"Los que sí teníamos conciencia de que el movimiento estaba derrotado siguió diciendo, que nos iban a dar, buscábamos evitar la represión."
Pero, ¿en qué fundamentaban ustedes eso de que sí les iban a dar?, se le dijo.
"Bueno, teníamos enfrente las Olimpiadas y se pensó en la famosa tregua olímpica, cosa totalmente absurda porque un movimiento está y camina, como aquél; teníamos la experiencia de otros movimientos que habían sido reprimidos violentamente por el mismo Presidente, como el movimiento médico, el movimiento popular en Sonora... y estaba claro que esto iba a pararlo el Estado".
¿Llegaste a odiar a alguien como consecuencia de todos aquellos acontecimientos?
"No, a Díaz Ordaz no... ni siquiera a Miguel Nassar Haro. Se ve que es un hombre del sistema, que estaba cumpliendo su función..."
Con la Derrota del 68 Murió el Maoísmo en México: Emery U.
No era un Movimiento Consistente, Afirma
Todos sus Dirigentes Fueron a la Cárcel
El Fracaso y la Enseñanza fue muy Grande

Tercera parte de cuatro

Publicado el 30 de marzo de 1985

"Le faltó solidez". Y con esta frase, Federico Emery Ulloa, líder estudiantil 17 años atrás, admitió que con la derrota del movimiento del 68, el maoísmo en México ya no se volvió a levantar.
"El maoísmo no era un movimiento consistente. Los 15 o 20 dirigentes fuimos a dar a la cárcel. Las bases eran relativas, clandestinas que te dicen a la hora de la hora: "no, pues yo no sé". Como te digo, no había solidez, eran más que nada ideas de Mao que se difundían y que, aparentemente, se aceptaban. Había movimientos campesinos fuertes, como el de Durango, por ejemplo. El maoísmo terminó entre el 68 y el 69". dijo.
Nativo de Acaponeta, Nayarit, hijo de un ingeniero metalúrgico inglés que explotaba minas de plata por aquellos rumbos, y de una maestra rural, Emery Ulloa, clavó la mirada en el café negro que consumía durante la entrevista y escuchó la pregunta:
El maoísmo no resistió, pero hubo corrientes que sí continuaron ¿cuáles fueron éstas?
"El Partido Comunista, el trotskismo, Heberto quien surgió del Movimiento de Liberación Nacional, con un nacionalismo democrático, progresista, cardenista, con mucha influencia de la Revolución Cubana. La corriente que formó sí tenía posibilidades reales de existir. El maoísmo no las tenía."
¿Consideras que la forma de ser del mexicano, sus fundamentos religiosos, no le dieron esa posibilidad?, se le preguntó.
"No, fíjate que había cosas del maoísmo, muy claras, muy concretas, muy precisas, como las citas de Mao, que la gente sí las entendía e incluso buscaba aplicarlas, no en el afán de hacer la revolución, sino de poner en práctica algunas ideas."
¿Censurabas tú el culto a la personalidad con Mao Tse-Tung?
"Creo que nosotros mismos participábamos de ese culto, contestó.
A estas alturas, ¿qué piensas tú del maoísmo, de como lo desarrollaron en México? ¿Consideras que fue un error de juventud?, se le inquirió.
"No. Más bien como una experiencia. Me enseñó muchísimo... Para mí fue un fracaso grande y una enseñanza grande...", fue su respuesta.
Como dicen en el boxeo, ¿te dieron con el puño en la nariz, te sentaron? Pero y luego ¿te levantaste?, se le puntualizó.
"Sí. Me levanté a reflexionar."
Castro Bustos Falcón y Roquet
En aquella cafetería de la calle de Liverpool, la voz de una mujer retumbó en un aparato de sonido, en busca de un tal señor Smith. Eso obligó tanto a la reportera, como al ingeniero civil, a casi gritar.
¿Volviste después a la UNAM?, se le dijo.
"Sí. Volví y empecé a trabajar ahí... Por cierto que años después encontré a Salvador Roquet, aquel siquiatra que me hizo víctima de la tortura refinada, en plena explanada de Ciudad Universitaria. Estaba con Castro Bustos y Falcón (Miguel y Mario, respectivamente, quienes en los principios de la década de los setenta se posesionaron, violentamente, de la rectoría de la UNAM, donde permanecieron casi seis meses), manejándolos. Yo colaboraba con el rector Pablo González Casanova, para ver si los sacábamos de ahí. Fui a hablar con ellos. Ellos me conocían muy bien..."
¿Qué dices que andaba haciendo Roquet? se le insistió.
"Estaba yo hablando con ellos en la explanada, por la noche. No había nadie más. Todo estaba solo en toda Ciudad Universitaria, cuando llegó Salvador Roquet a darles instrucciones. Los jaló, les dijo y seguramente les dio drogas: los tenía controlados."
¿No te dio coraje cuando lo viste?
"Lo que pensé es que tenía que seguir hablando con ellos."
La tortura no te causó problemas posteriores?
"No sé, a lo mejor lo que me pasa ahorita, que estoy tenso, nervioso. Aunque no creo que me haya afectado en mi personalidad... Nunca he visto un siquiatra, bueno aparte de Roquet..."
Por primera vez se rió a carcajadas, secundado por la reportera. Hasta la mesa llegó diligente un mesero y nuevamente sirvió café, a lo mejor para que se guardara silencio. Se continuó la entrevista y se le preguntó:
Cuando te acuerdas del "68, ¿cuáles son lo recuerdos que se imponen, los amargos o los mejores?
"No, fíjate que me acuerdo más de la accion. De la participación con los muchachos, con los jóvenes aquí y allá... las discusiones con Raúl (Alvarez Garín). Eramos amigos desde principios de los sesenta y nos llevábamos muy bien. Yo siempre he sido muy respetuoso de la ideología y de las posiciones de cada quien..."
¿Y los demás han sido respetuosos contigo?, se le interrumpió.
"Creo que sí... Raúl nunca aceptó el maoísmo. A él le parecía una cosa así, como te diré...superficial. Raúl es muy inteligente, pero tampoco me convencía su posición.
Era anti-PC, pero por muchas razones personales ¿no?, discutíamos teóricamente, discutíamos del movimiento, de los desplegados a veces, de los discursos... El discurso famoso de Barrón, Zárate (Raúl), Sócrates (Campos Lemus) y Fausto Trejo, el que se leyó en el Zócalo el 27 de agosto, lo hicimos alalimón Raúl (Alvarez Garín), Gilberto (Guevara Niebla) y yo... Era una cosa más bien retórica."
¿En 68 no eran ustedes demasiado teóricos y que, cuando se enfrentaron a la práctica, no supieron llevarla adelante?
"El movimiento era muy concreto, ya que se trataba de salir a la calle, de mantener una posición frente al Estado. Na había mucho que pensar en cuanto a tácticas o estrategias, para llevar el movimiento a un triunfo. Empezó, se echó a andar y había que seguir. Entonces las discusiones teóricas, por cierto, se dieron en todos los niveles. Eran las hora y horas ahí; que Lenin dijo, que Trotsky dijo, y etcétera; no tenían mucho que ver. Finalmente de lo que se trataba era ¿qué vamos a hacer mañana? ¿salimos a la calle? ¿vamos a hacer pintas o lanzamos brigadas? y demás. Era a lo que finalmente llegábamos, después de horas y horas de discusión".
De los beneficios políticos
Federico hurgó en la cajetilla de sus cigarros sin filtro. Estaba vacía. Entonces tomó uno con filtro y empezó a fumarlo, con intensidad.
¿Crees que muchos se han beneficiado con todo aquello?, me refiero políticamente, se le preguntó.
"Creo que sí. La Reforma Política es eso. Es legalizar las posiciones conquistadas. Es asumir una posición real de fuerza política.
¿Cuánto tiempo pasaste en la cárcel?
"Exactamente dos años. De ahí salí a Chile. Allá tuvimos contacto con los muchachos de acá. Supimos que la manifestación del 10 de junio se planeaba y en general, allá todos opinamos que no debía realizarse, porque no tenía objetivos reales, es decir que se había organizado esencialmente por el Movimiento en Monterrey, que ya estaba resuelto; la negociación ya estaba planteada. Por eso nosotros opinamos que no debía realizarse. Entonces llegamos a México y yo creo que ninguno de los que estuvimos en Chile participó en la marcha".
¿Quiénes estuvieron en Chile?
Raúl Alvarez Garín, Luis Gonzalez de alba, "El Búho" Valle, Luis Tomás Cervantes Cabeza de Baca, Fausto Trejo, en un grupo separado junto con Sócrates... y creo que son todos.
¿Estaba Manuel Marcué Pardiñas en Chile?
No. Él había salido de la cárcel meses antes de que nosotros fuéramos enviados a Chile. El se opuso a que nos fuéramos a Chile, porque decía que no podíamos aceptar una expatriación.
¿Estaba Manuel Marcué en la manifestación?..., se le preguntó.
Fue sólo a marchar y por cierto después lo persiguieron, le achacaron el movimiento. Seis meses estuvo perseguido hasta que consiguió un amparo.
¿Por qué diría Sócrates Campos Lemus, que Marcué Pardiñas estaba en Chile?
Yo creo que se confundió...
El PRI es el México Político, Dice Emery Ulloa, ex Líder del 68

Reyes Heroles Influyó Para Convencerme
No Hará Gran Cosa la Izquierda en México
Avances, Desde el Movimiento Estudiantil

Cuarta y última parte

Publicado el 31 de marzo de 1985

Dos Jesús es recientemente fallecido, influyeron en la posición política de Federico Emery Ulloa, dirigente estudiantil en el 68. Jesús Silva Herzog en cuanto a su radicalización después del movimiento y Jesús Reyes Heroles para convencerlo de todo lo contrario. Así, de maoísta que fue, pasó a ser priísta y su pensamiento actual es que "la izquierda este siglo no hará gran cosa en este país" y que "el PRI es el México político".
Y Federico, igual que otros muchachos que participaron en el liderazgo del movimiento estudiantil de aquellos años, también fue llamado por Luis Echeverría, cuando
éste ocupó la Presidencia de la República.
¿Tuviste alguna relación con el Presidente Luis Echeverría?, fue la pregunta.
"Sí. Por el año de 1973 o 1974 hubo una reunión en la UNAM (donde aún trabaja en la Secretaría de la Rectoría, como colaborador del rector Jorge Carpizo). Me pidieron que lo saludara y lo saludé. Me recordó muy bien. Se acordó de mi mamá. Me dijo: "Tu mamá es una maestra rural que trabajó en la sierra de Nayarit". Esto es, me contó la historia de mi madre", respondió.
¿Trabajaste para él?
"No. Me invitó a varias giras y estuve con él en diversos estados acompañándolo... Me interesaba conocer muchas cosas, sobre todo el campo y estuve en Sonora y Sinaloa, entre otros estados", contestó.
¿Fuiste a China cuando fue Echeverría?
"No. Y nunca me ofreció chamba... tampoco yo se la pedí".
Silva Herzog y Reyes Heroles
¿Hubo alguien que influyera en tu posición política?, fue otra pregunta.
"Paradójicamente, dos grandes mexicanos que murieron recientemente, en cierto modo, influyeron en mí. Primero, don Jesús Silva Herzog, en tener esa actitud radical...
Lo visitábamos algunos amigos y yo. Platicábamos, una, dos, tres semanas, durante meses. Fue un gran hombre. Ahora pienso que estaba decepcionado de la Revolución Mexicana. El nos decía: "de que tiene que haber un cambio, tiene que haberlo: en la revolución". Nosotros éramos muy jóvenes; a mí me impactó mucho".
Pero supongo que don Jesús Silva Herzog no les decía si el cambio revolucionario debía ser de acuerdo al maoísmo a guevarismo...
"¡No, para nada! interrumpió Federico. Nosotros lo veíamos como un hombre muy respetado, como el sabio mexicano".
¿Cuál fue el otro hombre?
"Don Jesús Reyes Heroles. Influyó para convencerme de todo lo contrario, de que la Revolución Mexicana tiene mucho que dar.
¿Entonces fue Reyes Heroles quien fundamentalmente, te convenció para que abandonaras el maoísmo?
"En parte fue mi experiencia y en parte don Jesús (Reyes Heroles) porque es cierto, platicamos muchas veces.
¿Crees que ambos actuaron como verdaderos maestros y te dejaron cometer los errores para luego encausarte?
"Sí, para decir "apréndelos".
¿Eres priísta?
"He sido delegado del PRI en los estados de Guerrero y Morelos... delegado de organización".
¿Cuándo se registró ese cambio?
"Antes del inicio de la campaña presidencial última, me invitaron a participar en el IEPES (Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales) donde elaboré estudios sobre todo en el área educativa. Después colaboré con Silvia Hernández, cuando la nombraron secretaria de organización y fue cuando me enviaron a Guerrero.
Entonces conocí lo que es el PRI."
Lo que es el PRI
¿Y qué es a tu juicio el PRI?, fue la interrogante.
"En Guerrero y Morelos visité los comités municipales, los seccionales y en serio vi que el PRI es el México político", afirmó.
¿Por el poder?, se le dijo.
"La gente participa esencialmente porque el PRI es el partido en el poder, pero también por tradición, por México... para ellos el PRI es México."
¿Cambiaste de camiseta como se dice vulgarmente? ¿La otra te quedó chica o grande?, interrogó la reportera.
"No, no es cambio de camiseta. Es experiencia política. Creo que la izquierda este siglo no va a hacer gran cosa en este país. Al pensar en cambios sustanciales en México no había otra posibilidad que mejorar cada vez más el Estado."
¿Pero crees que se puede con una estructura tan viciada?
"Yo creo, que ahora sí está haciendo un esfuerzo el Presidente. Quizá termine el sexenio y digan que fue lo mismo, pero yo creo que hay avances, precisamente a partir de 68; avances en la democracia, en la participación, en la conciencia política. Una prueba es la Reforma política."
Reyes Heroles fue el artífice de la Reforma Política, ¿qué decía sobre ésta?, se le preguntó.
"Sus ideas fueron siempre muy claras, muy precisas, de buscar la participación de todas las corrientes."
¿Pero, consideraba don Jesús que la Reforma Política era el resultado del movimiento del 68?
"No. Lo analizaba como una necesidad histórica, porque surgían corrientes distintas que expresaban posiciones de diversos sectores de la sociedad. Yo creo que 68 sí influyó en eso. El no lo dijo, o no lo aceptó" recalcó.
Los movimientos que ya se están dando
¿Crees que en estos tiempos pueda surgir un movimiento de la magnitud de aquél?
"Creo que no, porque el movimiento tuvo su origen en una opresión, en una imposibilidad de acción, porque no había vías de expresión. Creo que ahora el gobierno tiene una política específica para los jóvenes, tanto para los de zonas marginadas, como para los jóvenes obreros, para los jóvenes campesinos, para los pasantes que son, estos últimos los que más padecen el desempleo. Si lo llegara a haber, no será un movimiento con las características de aquél, sino por los problemas de marginación, aunque ya se están dando los movimientos en las colonias populares y también en los sectores estudiantiles."
Se dice que tú manejas muchachos de las preparatorias populares. ¿Es así?
"No. Durante el rectorado del doctor Soberón, me tocó organizar una coordinación por parte de la UNAM para tratar todos los asuntos con la Preparatoria Popular, que es una escuela incorporada. Entonces ¡claro que tuve mucha relación con los muchachos de la Preparatoria Popular!, pero desde una posición institucional de la universidad. Creo que, en cierto modo, se resolvieron algunos de los problemas que había y... los muchachos me estimaban... me siguen estimando algunos todavía.
Pero, no, no hubo ningún otro tipo de manejo" expresó.
¿Qué es para ti 1968?
"Es una respuesta de la sociedad que podía moverse, ante una situación de opresión, de represión, de endurecimiento del Estado; endurecimiento que empezó a generarse desde el mandato de Miguel Alemán y se vuelve cada vez más y más duro, y también por las características del Presidente de entonces, Gustavo Díaz Ordaz, quien tácticamente pudo haber manejado el movimiento, de otra manera.