martes, 18 de diciembre de 2012

Una Reforma educativa “administrativa”

Un simple y raso diagnostico de la educación en México nos diría con claridad (muy clara) que el problema (a gran parte del problema) educativo o de la educación no es el maestro, hace años que está demostrado que visto así “el maestro” es un ente abstracto, la gama de “formación” docente es tan disímbola que es imposible catalogar al grupo bajo una sola categoría.  Hay como dije toda una gama de maestros.


Desde hace algunos años (incidentemente desde principios de las administraciones panistas) la formación docente (y la educación en general) se han orientado a la educación basada en competencias (EBC), sin embargo, ese concepto ha sido entendido en México, como mejor les parece a los instrumentadores de planes y programas didácticos (hay algunos que piensan que hace referencia a formar para el trabajo), a los “administradores” educativos (por ejemplo Zedillo, siendo Secretario de Educación aseguraba que CONALEP era el “mejor modelo” por su vinculación con el sector productivo), por parte de las instituciones educativas (hay un nivel educativo en que todavía se cree en el “nuevo paradigma de la educación” sin definirlo, claro)

Hace también muchos años se derrumbó la “teoría” de que los mejores maestros estaban en la educación privada, pues la educación pública y la privada tienen como “cuerpo docente a los mismos profesores” (de hecho salvo contadas excepciones en la educación pública básica se cuenta con mejores instalaciones que en la educación privada.

Ya entrados en ese terreno, es importante aclarar que lo público y lo privado (en materia educativa) NO HACEN DIFERENCIA en la evaluación docente de que tanto se habla, ambos están reprobados.

Los educandos pueden ser otra diferencia en la educación, sin embargo, lo educandos son niños y jóvenes producto de una sociedad, es decir (salvo los márgenes estadísticos) son la misma materia prima a educar.

Las escuelas, quizá sean el mayor desequilibrio de la educación nacional, en nuestro país aun existen una gran cantidad de “escuelas” de organización unitaria (atendidas por un solo maestro) y de organización incompleta (en donde un docente atiende más de un grado educativo)

La escuela es el ente más endeble de la cadena educativa y el “proyecto” más ambicioso de SEP al respecto es “Escuelas de Calidad” para lo que SEP “destinó” $262’374,381.60 en septiembre de 2001 en el fideicomiso 14780-8 denominado FONDO NACIONAL PARA ESCUELAS DE CALIDAD, en contrapartida en mayo de 2010 dispuso de $325’113,182.43 para el “mandato” PARA EL FONDO DE APOYO AL PROYECTO EN EL DISTRITO FEDERAL que tiene por objeto “otorgar por única vez en propiedad y sin costo alguno, un equipo de cómputo, para todos los miembros del personal docente con plaza de base en activo, al servicio de la educación básica, afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y adscritos a la administración federal de servicios educativos en el Distrito Federal” nomás pa que le midan la importancia que cada cosa tiene en esa dependencia del ejecutivo federal y como gastan nuestros dineros esos administradorcitos. FUENTE

Así, tres elementos de la educación en el ámbito nacional, nos indican la “importancia” de un “Mandato” (figura administrativa inventada) y un Fideicomiso (figura jurídica regulada por la SHCP) para los ”administradores” educativos y el NIVEL NACIONAL respecto del DF en el que los “docentes” tienen accesos a tecnología: SALUD y larga vida a los administradores, a costa de nosotros.

La escuela, es el ámbito más desprotegido de la administración educativa, no cuenta (en ocasiones) con lo más elemental y para ello, el señor Peña Nietopropone”: “VIII. El Congreso de la Unión, con el fin de unificar y  coordinar la educación en toda la República, expedirá las leyes necesarias, destinadas a distribuir la función social educativa entre la Federación, los Estados y los Municipios, a fijar las aportaciones económicas correspondientes a ese servicio público y a señalar las sanciones aplicables a los funcionarios que no cumplan o no hagan cumplir las disposiciones relativas, lo mismo que a todos aquellos que las infrinjan, y

Es decir, cargar al padre de familia con los gastos educativos.

Ir a una verdadera Reforma Educativa, implicaría tres cosas:
  1. Una gran campaña de fortalecimiento de las capacidades académicas de la amalgama de docentes con que contamos.
  2. Un verdadero esfuerzo por lograr que la materia prima (niños y jóvenes) estudiantes contaran con elementos básicos de satisfacción personal, familiar y social.
  3. Igualación de la capacidad de la escuela, para ofrecer un estándar de calidad educativa.
Dejemos de lado el discurso, exijamos a esas “autoridades” que hagan su trabajo.

SALUD


miércoles, 12 de diciembre de 2012

El miedo que tengo dice Héctor Aguilar Camín


En entrevista de Ciro a el día 7 de diciembre de 2012 (min 20 y siguientes del postcast)
Da entrada Ciro con “tu dijiste que veías en estos jóvenes mucha rabia que creen que no tienen otra forma de participación, de integrarse a la política” y sigue el “razonamiento siempre inteligente de la academia institucionalizada” creo que “intelectuales orgánicos” de les denominó durante algún lapso.
“Yo no quiero olvidar, yo quiero recordar momentos en que han aparecido pasiones que no han dado una explicación racional (…) pasiones en los jóvenes que conducen a decisiones trágicas en términos de violencia política, en términos de jugarse la vida (…) el discurso de que la democracia mexicana no alcanza para cambiar las cosas, pues parece un discurso, yo diría que en el fondo inaceptable (…) un discurso semejante en su abstracción, aunque no en su contexto histórico en los años 70s, este mismo discurso en los años 90s, en el año 93 ó 94 (…) no hubo consecuencias muy serias en la guerrilla de los 70s y en la de los zapatistas (…) y el discurso era simple, que no rabia posibilidad de cambio institucional en México más que tomar las armas (…) mi preocupación esta, digamos, condensada de una reacción de este muchacho que perdió un ojo en la trifulca, Uriel creo, cuando se presenta y dice “un ojo no importa, hay que cambiar esto por los medios que sea necesario” (…) lo que me parece digno de atención y digno de reflexión es otra vez la rabia, que es una rabia genuina (…) porque es verdadera, porque no está fingiendo, porque no es parte de un discurso político abstracto ni de un interés político, un muchacho que está dispuesto a poner su integridad física por delante (…) lo que me preocupa es estos muchachos que están poniendo su integridad física por delante (…) estos muchachos que no están haciendo política, que no entienden lo que es la política”
Seguro el señor Aguilar Camín SI ENTIENDE lo que es la política, pues ha vivido de ella desde siempre (o desde que yo me acuerdo) y ha vivido bien.
Seguro él es una persona “autorizada” para calificar si la rabia de Uriel Sandoval (que así es su nombre) que perdió un ojo al haber sido golpeado por una bala de goma.
Seguro Héctor puede estar muy enojado con los que discrepamos de sus puntos de vista (si es que los tiene) o con los de sus patrocinadores, pues ello implica perder sus privilegios, ello significa enfrentarse a parte de la realidad que él mismo ha propiciado desde su posición de “analista” y con  el cobijo del aparato de difusión oficial y “privado” se ha encargado de señalar lo mucho que hemos avanzado.
Es de todos sabido la “afinidad” (por convicción o conveniencia o connivencia) de Ciro con Peña Nieto y el PRI, no me extraña la participación de Aguilar Camín para fortalecer la idea de que es la izquierda violenta la que “se opone a todo” un grupo de “rabiosos” pero con una “rabia legítima” que corresponde no sólo a un grupito, que está presente en una parte de la sociedad que ha sido marginada de las decisiones del “gobierno” no en los últimos 12 años, sino desde siempre.
Esta rabia verdadera está incrustada en la sociedad (o en una parte de ella) al observar como sus “administradores” la ven como botín y apuestan a comprar los puestos (desde la Presidencia de la República) para luego recuperar la inversión a partir de las arcas públicas.
Esa es la rabia de un "grupito" como lo define Aguilar Camín, pero el miedo que él declara y el miedo que él, Ciro y otra gran cantidad sienten, no es el declarado, es a la rebeldía, a la revolución, a las armas, que harían sentir a él, a Ciro y a la bola de "dueños" de País lo que verdaderamente han hecho de nosotros, un pueblo RABIOSO.
Salud.

Hacer cambios en educación

Hace años, muchos años escuche a un maestro de la política, de la administración pública y de la filosofía popular decir “la SEP es como un elefante artrítico, por más que su cerebro se esfuerce por dar las instrucciones precisas, sus torpes patas están tan enfermas, que no atinan a seguirlas” (Don Jesús Reyes Heroles) y casi puedo estar de acuerdo con él, ese animal está tan enfermo que ya no tiene remedio y poniéndolo a las manos de un hombresito (así) como el que nombraron su titular, pues ni patras ni palante.


En 2000 yo pensaba que si la “administración” PANdeja deseaba trascender y lograr impactos importantes en la percepción debía hacerlo a través de la educación, tras el nombramiento de Reyes Tamez me convencí del nivel del sr Fox.

Impactar en educación para trascender implica necesariamente más que ocurrencias  pleitos, implica capacidad de gestión (incluyendo al SNTE y a TODOS los actores de ese proceso)

La propuesta “mediática” de una Reforma Educativa, estuvo muy bien para llenar espacios mediáticos, pero adolece de algo importante, de capacidad para realizarse, es de inicio un pliego de buenas intenciones, una carga discursiva y un formato comunicativo, pero no es, un proyecto de trabajo y mucho menos una política de estado.

Carece como señalé de elementos básicos o como dice rayuela hoy "En política, lo que al vapor se hace en el aire perece" y pensar que al vapor se puede cambiar la estructura de a educación es una constante del administrador educativo, recuerdo a González Avelar, Ernesto Zedillo, Miguel Limón, Reyes Tamez, Josefina Vázquez y Lujambio, de todos ellos no se hace uno (aun agregando a Chuayffet)

El SNTE o la CNTE no debían ser vistos como el enemigo, sino como el aliado, el único aliado que puede complementar los procesos.

Ya con Zedillo quedó demostrado que pelear con el sindicato (o con los que este representa) es una muy mala estrategia.

Una propuesta incluyente no deja fuera a una gran cantidad de profesores que con intención  sin ella quedan al margen de esta propuesta de Decreto, una propuesta para hacer cambios en educación no consideraría la posibilidad de responsabilizar a los padres de familia de los gastos de los planteles educativos.

Lograr cambios en educación implica conocer el heterogéneo universo docente que la alimenta diariamente, implica saber que en nuestro país no es lo mismo la ciudad de México que las localidades tsetales de Chiapas y sin embargo, plantea una “evaluación universal” (lo que eso signifique) que iguala al maestro, a la comunidad educativa, a las poblaciones diversas y a México, desconociendo el Artículo 4º constitucional.

Sin intentar ser experto en la materia (aunque algo conozco de ella) debiera pensarse primero en una gran jornada de dignificación del profesor, en una campaña que permitiera a esos maestros hoy están tan ninguneados, sentirse útiles y hacedores del cambio.

No pongamos por delante la formación docente (que es obligación del Estado Mexicano ofrecer) de la dignidad del profesor.

Exijamos al gobierno que cumpla con la tarea igualatoria que le marca la carta magna y después que evalúe lo que quiera, pero primero que se comprometa a generar la condiciones mínimas de equidad para los docentes.

Hoy en el México de los administradores educativos federales sólo existe un país, cuando la realidad señala una multiplicidad de condiciones que hacen diferente a cada comunidad educativa.

Hacer cambios en educación implica conocer, analizar diversos caminos y (muy especialmente) esperar los tiempos para ello, una iniciativa creada al vapor, con ocurrencias de todas partes y dejando al margen una gran cantidad de profesores.

martes, 11 de diciembre de 2012

Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación

Ya ayer me preocupaba por los términos de la Propuesta de Decreto para modificar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ahora toca el turno a la fracción IX, que hacen referencia el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y que define como “un organismo público autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio” 

A pesar de que es “aplaudido” desde los voceros de la administración (Televisa, TVAzteca, Grupo Fórmula, Red y demás satélites “informativos”) y en el entendido de que como dice el “flamante” titular de SEP “no sabemos cuantos maestros hay”, voy a hacer un ejercicio de abstracción para tratar de entender el “fenómeno” de la evaluación docente (y administrativa) que propone:

Según “datos” del portal de SEP hay 1’156,506 docentes, es decir plazas personas en escuela frente a grupo (o algo así) y resulta tan difícil entender el número por que NO DICE absolutamente nada, es decir si los dividimos entre los 25’603,606 nos da un promedio de poco más de 22 alumnos por docente (cosa muy alejada de la realidad, HOY LOS GRUPOS EN ZONAS URBANAS POPULARES LLEGAN INCLUSO A 50 ALUMNOS Y EN ALGUNAS RURALES NO BAJAN DE 35)

Eso se debe a que muchos maestros de educación secundaria tienen dos, tres y hasta cinco o seis plazas y son contabilizados en el “levantamiento” estadístico en dos tres y hasta 10 escuelas, pero además en la página en que la misma SEP desglosa los datos por nivel educativo y entidad federativa el total de docentes asciende a 1’175,535 y los alumnos a 25’666,451; es decir estamos tan mal, que el resumen de la SEP, no corresponde a su desglose.

Muestra del alejamiento de la realidad es que en secundaria cada maestro atiende “en promedio” 16 jóvenes mientras que en primaria a casi 26, según cualquiera de las cifras que tomes o incluso ambas.

Además existe otro inconveniente en esa cifra, pues en realidad muchos docentes tienen más de una plaza, es decir son contabilizados dos veces para efectos estadísticos.

Si a ello agregamos que algunos (de los muchos) profesores que están asignados a escuela NO está frente agrupo y algunos directores para “cubrirlos” (a los maestros) lo anotan como docente (sin que desarrolle la actividad docente) pues el problema es mucho más complejo.

Pero, como dije hagamos abstracción de eso y calculemos:

Consideremos primero que en secundaria, el promedio de docentes con más de una plaza es del 35% y que en promedio tienen tres plazas, podemos hablar de casi 95 mil personas, es decir, una cuarta parte de los “reportados” por SEP.

En los niveles de educación preescolar y primaria no menos de 15% de los profesores tienen doble plaza, es decir, en realidad habrá poco menos de 700 mil personas dedicadas a actividades docentes en esos niveles educativos.

En suma, en escuelas hay menos de 800 mil maestros (algunos de ellos NO HACEN TRABAJO DOCENTE)

Esta es una de las carencias del Decreto, pues hace referencia exclusiva a actividades docentes, directivas y de supervisión escolar, dejando de lado a esos maestros que no hacen esas labores y que desde una personal perspectiva son muchos y además provenientes de todo tipo de circunstancias, voy a compartir tres casos:

Maestra con graves desequilibrios mentales a partir de un cuadro hormonal (edad cercana a los 50 años), soltera sin hijos y muy enojada con la vida, ocasionalmente las madres “olvidaban” pasar por algún niño y a ella le tocaba hacer la guardia, ese viernes se quedan dos niños (parejita) el baroncito era día de su cumpleaños y decide montar a los dos en su carrito y llevar a “festejar” al niño a Acapulco, se desaparece el fin de semana y regresa el lunes, “Comisionada” por el SNTE a trabajo administrativo.

Maestro con habilidades manuales que ha sido retirado por la “autoridad” de la escuela, para que “organice” festivales, produzca material didáctico, apoye actividades recreativas y algunas otras cosas.

Borrachín disfrazado de maestro, que llega tres días crudo, uno borracho y otro tarde; el director decide “canalizarlo” a la supervisión de zona y ahí lo usan para hacer mandados y ocasionalmente llenar, llevar y traer papelería oficial (entre las que se encuentra el formato 911 de estadística escolar que como podemos observar, NO SIRVE)

Tres causas que quizá (y sólo quizá) tengan justificación, siempre será mejor un niño sin atender que uno atendido por una maestra u otro espécimen con esa problemática. Pero esos casos, lejos de ser extraordinarios, se han convertido en la cotidianos, son parte de la normalidad de SEP.

Otras causas del alejamiento de actividades docentes de los profesores proviene de situaciones más complejas, comisiones por compadrazgo o amiguismo, apoyo para realizar “estudios”, incapacidad para controlar al grupo o problemas serios de salud.

Todos esos “maestros” no dedicados a labores docentes, directivas o de supervisión están al margen del Decreto de marras.

Un cálculo conservador me hace pensar en no menos de 150 mil personas, que pueden llegar a tener hasta 250 mil plazas de la Administración Pública Federal, sin desempeñar la labor para la que fueron contratados.

Pero de manera adicional el Decreto adolece de algo básico y fundamental ¿qué vamos a hacer con los “docentes” que no sean aptos para el desempeño docente?

Es decir, en nuestro país hay docentes con una formación profesional, egresados de un nivel licenciatura y certificados por el Estado Mexicano, que no saben leer y hay otros que a partir de un cursillo para ingresa en comunidades rurales (el mejor ejemplo es el caso de Elba Esther Gordillo) ha escalado puestos de dirección e incluso de supervisión y que hoy dirige los destinos de más de un millón de maestros afiliados al SNTE.

Hay buenos profesores y profesoras con nivel educativo apenas suficiente y hay pésimos educadores con niveles educativos sobresalientes, les platico otro caso:

Maestra de treinta y tantos años (ahora) egresada de una Normal Federal del DF (hija de un General del Ejercito mexicano), adscrita a Inspección de Zona en 1999 (recién egresada) para que continuara con estudios, es maestra de un Instituto Particular, está registrada en el padrón de becarios de CONACyT y hace “trabajos” de asesoría para Dependencias del Ejecutivo Federal, nunca ha realizado labor docente, es más NO CONOCE UN SALÓN DE CLASES, pero sus “evaluaciones” al desempeño docente son o pueden ser sobresalientes.

Y una de valor y entrega:

Maestro rural –saludos Lic Trejo- (ingresado en la administración de Lázaro Cárdenas) proveniente de Tapachula (Chiapas), atendió grupos de 80 alumnos y ya en 2000 había algunos muchachos (y no tan muchachos) que lo visitaban para agradecerle, recorrió escuelas UNITARIAS (un grupo con seis grados) rurales de Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla y México, antes de llegar al DF, se registró como alumno en la Benemérita Normal (a pesar de tener 65 años de edad) obtuvo el grado de Profesor y siguió dando clases, después estudió Leyes en la UNAM y siguió dando clases, en 2011 (que lo vi) con casi 90 años seguía en labor docente, su evaluación del desempeño apenas (seguramente) rebasará los aceptables.

No se trata de un problema de buena voluntad o de encajar la estaca a fuerza, es una cuestión de evaluación generalizada, que afectará (y mucho) a quienes se han preocupado por la labor docente, descuidando su superación personal y profesional y, que por el contrario nos dejará un grupito de “docentes” certificados que ni conocen lo que hay que hacer.

Saludos a todas y todos, espero entiendan la complejidad del asunto.

SALUD