miércoles, 31 de octubre de 2012

Ellos se organizaron mejor por eso son CRIMEN ORGANIZADO

Aunque “ellos” parecen un ente etéreo no lo son, en realidad son parte de nosotros, son “gente común”, son empresarios, son comerciantes, son industriales, son banqueros. “ellos” están aquí, “ellos” son parte de la vida cotidiana, les platico una anécdota:

Hace unos años (entre dos y tres) comí en un restaurancito (fonda) del centro de la ciudad de México, por la glorieta de Colón, atrás del Centro de Convenciones que está en la calle de Balderas, se llamaba Kelly (y Kelly era una mujer muy atractiva (venezolana o colombiana) que estaba sentada en la mesa contigua de una fondita muy pequeña.  “Ella” explicaba a su interlocutor que el queso que había adquirido era mejor que el que entregaba “el mensajero” (incluso pidió a uno de los meseros que trajera un plato para que lo probara).

El” un hombre amable y bien vestido sólo se limitó a señalar que el trato era comprar quesos (y todos los productos requeridos) a los “mensajeros” que “hacía tiempo le habían explicado el trato

Hace unos meses regresé al negocio, ya no se llama Kelly, tiene otro nombre, ya no está Kelly (lástima, le gustaba mostrar sus atributos naturales) ya no es un negocio con atención y calor de hogar (pese a que la comida corrida sigue siendo la más barata del rumbo.

En ese restaurancito un “mensajero” pasaba diariamente a dejar un bulto (con hartos billetes) para que fueran depositados al término de la jornada, pasaban además otros “mensajeros” a dejar la mercancía necesaria para la cocina diaria (carne, pollo, queso, verduras, huevo, agua o demás), todos esos “mensajeros” son parte de la actividad económica de este país, aunque en realidad son “integrantes del crimen organizado” son parte de un Clouster de negocio.

Son los que se encargan de “limpiar” el dinero de las organizaciones criminales de este país.

Les platico otra historia, hace unos años un señor “importante” rentó una bodega junto al negocio de un servidor, una bodega de unos 60 mil metros cuadrados, según uno de mis empleados se dedicaba a “producir” tecnología y por eso requería una gran cantidad de seguridad pues instaló cámaras en cada una de las esquinas y llegaba en humer N-4 (aunque con los vidrios bajados) y música de banda (de tipo sinaloense) a todo volumen.

Un domingo a la hora que abría el changarro, tras disculparse (muy amablemente), me propuso un “negocio” –tu compras papel, –sí, claro, –¿Cuántas? cajas, –no sé tres a la semana, –¿cuánto te cuestan?, –unos 500 pesos, –yo te las vendo a cuatrocientos, –pero yo necesito factura,  –yo te facturo, es más te facturo el doble de lo que compres. (no más comentarios)

De haber aceptado tan atractiva propuesta, hoy yo sería parte de “ellos” estaría incluido en uno de sus clousters y seguramente contaría con un “mensajero” que traería diariamente un paquete de billetes para que los depositara al final de la jornada, para poder blanquear los “recursos de procedencia ilícita

Ellos” son parte de nosotros, “ellos” somos NOSOTROS que con una ambición desmedida hemos permitido que ahí estén.

Todos “ellos” desde el mensajero, pasando por todos los que han sido incorporados a las filas del negocio, que son “beneficiarios” alternos de recursos mal habidos, todos “ellos” se sienten amenazados a diario y algunos de “ellos” como Kelly que intentó desafanarse de la asfixiante situación, acaban por “salir” del asunto con los “pieces por delante” (así), los chamacos que tras ser atraídos por el jugoso negocio de vender o de transportar la mercancía, se ven involucrados en una espiral de violencia que escala a diario, se sienten más “importantes” entre más violentos son y creen que sólo la rudeza los salvará, sin embargo, en realidad la violencia y rudeza ahí desarrolladas son la vorágine que degrada a sus personas, desintegra a las familias, desgarra a la sociedad y degrada a México.

A “ellos” el crimen organizado les ha “ofrecido” una forma de vida, a “ellos” la estructura económica paralela que se ha generado en México, les “ofrece” la posibilidad de sobrevivir aunque sea en condiciones magras, a “ellos” ese sistema les da la oportunidad de llevar alimento a sus familias y les garantiza impunidad a cambio de sus servicios.

ellos” son ajenos y ¿NOSOTROS somos cotidianos?, ¿nosotros somos responsables de evitar esa degradación?, no, hemos generado un entramado gubernamental, nos hemos dado “instituciones” que deben hacer su tarea y hasta ahora NO LA HAN HECHO.

Nuestra responsabilidad será exigir a esas “instituciones” la capacidad de ofrecer educación, salud, trabajo, cultura y esparcimiento para todos.

SALUD


Connivencia y confabulación

Según la Real Academia la connivencia es el disimulo o tolerancia en el superior acerca de las transgresiones que cometen sus subordinados contra las reglas o las leyes bajo las cuales viven y la confabulación es ponerse de acuerdo para emprender algún plan, generalmente ilícito.


Además la segunda connotación de confabular viene de fábula y este block se dedica a eculubrar considero importante a partir del mensaje de una de mis seguidoras aclarar que verdaderamente el régimen político (como deja claro Anabel Hernández en Los Señores del Narco) pasó de una etapa de separación de actividades (gobierno y delincuencia) a una de complicidades y entreveraje entre ambas actividades.

Ahora no sabemos quien es superior o quien depende de quién, los capos (en su más amplia acepción) se han instalado en las actividades gubernamentales y los gobernantes se han metido a actividades ilegales.

Hasta los 80 en México la actividad ilícita financiaba parte de las actividades gubernamentales (administración y procuración de justicia) hoy sólo las administra, coloca en posiciones clave a personajes “afines”, pasando a administrar actividades gubernamentales (estructuras de gobierno locales en municipios y entidades federativas) hay casos ya juzgados y muchos ejemplos mediáticos.

La cohabitación y permisibilidad que la sociedad ha permitido a esas dos “organizaciones” es total, muchos mexicanos asumen que el “gobierno” es un ente más allá de ellos (incluso hablan de “los políticos” o “los gobernantes” como si se refirieran a otra especie)

Los últimos procesos electorales federales y gran parte de los procesos locales desde hace 10 años, nos muestran de una manera muy cruda como todos los poderes fácticos son capaces de “imponer” su voluntad por encima de la verdadera voluntad popular.

Partiendo de ello eculubremos respecto del futuro inmediato de esa connivencia y supongamos por un momento que fue un arreglo “involuntario” entre poderes fácticos y barones políticos que es sólo una confabulación para “dejar hacer” o hacerse de la vista gorda.

Supongamos también que los recursos que las televisoras y otros medios de “información” invistieron en el posicionamiento del producto llamado Enrique fue sólo eso, recursos invertidos para colocar un “gobierno” a modo y que no piensan cobrárselo de manera ilegal.

Finalmente, supongamos también que la cohabitación entre el crimen organizado y las estructuras gubernamentales seguirá en los estándares hasta ahora establecidos.

Ya México, no es el mismo, ya la población mexicana no es la de los 80 y la estructura de comunicación y difusión de mensajes llega prácticamente a cualquier rincón en segundos, además con todo tipo de limitantes hemos abierto la caja de nuestros dineros y la podemos observar, estamos vigilantes (cuando menos una parte de nosotros)

El gobierno ya le cuesta más trabajo sobornar, coludir, amedrentar, socavar, coptar e incluso desaparecer o matar a sus opositores, es decir, ya no hay condiciones para la discrecional acción de los gobernantes y es ahí donde debemos estar preocupados, pues la connivencia y confabulación pueden convertirse en espacios para que sean los “particulares” los que realicen esas actividades.

Hoy, el crimen organizado alcanza la banqueta en que caminas, camina a tu lado y las autoridades que contratamos, simplemente estiran la mano para recibir su parte, es decir, se convierten como parte de la sociedad, en parte del problema.

No permitas que mañana el crimen organizado se encargue de hacer el trabajo sucio que el “gobierno” ya ni puede hacer.





martes, 30 de octubre de 2012

¿por qué es “preocupante” el consumo de alcohol en jóvenes?


Aunque “Nos preocupa el consumo de alcohol, el cual sigue siendo el principal problema de adicción en nuestro país con un incremento ….” Bla, bla, bla (así lo comunicó un individuo que con gravísimos problemas por esa adicción ha administrado este país casi seis años).
No es por menospreciar la falta de convicción en el señalamiento, palabras carentes de valor para enfrentar un problema, pues no se dimensiona a este en el verdadero sentido del mismo, pues se le considera una “droga socialmente aceptada” es más has bien vista, incluso algunos escriben que permite ”desarrollar actividades con completa normalidad, incluso desde muy temprano”
Pero ¿por qué estar preocupados? El consumo adictivo de alcohol en jóvenes pues esencialmente por tres razones, la primera y quizá la más importante por que muestran un absoluto abandono de políticas en materia de prevención de esta enfermedad (incluso malicioso si se observa con los ojos críticos del abandono total de políticas de atención a jóvenes), la segunda por que representa la imposibilidad del Estado Mexicano (todo) para hacer de la juventud un valor positivo en su desarrollo y la tercera por que en el ámbito económico nacional esos jóvenes que se integran a las filas del alcoholismo representan una pérdida agregada permanente a la productividad.
Empezando por este último aspecto el consumo de bebidas embriagantes representa un gasto social importante, que merma la capacidad de consumo útil de las familias, que incluso genera descapitalización familiar causada principalmente por la sustracción del patrimonio para la obtención del vicio.
En cuanto a la “incapacidad” del Estado Mexicano para aprovechar la capacidad de los jóvenes que representa (o quizá debo decir representó) la capacidad de elevar sustancialmente la formación de capital social de calidad y con estándares de porvenir dignos, lo convertimos en un lastre ante la imposibilidad de ofrecer trabajo, servicios de salud (preventiva y curativa), alimentación, cultura; pero sobre todo educación pertinente y capaz de generar el motor de desarrollo que requería el México de este siglo.
Finalmente y lo que mayor preocupación me causa, es lo que parece ser un proceso integral de deterioro de las condiciones socio políticas de esa población, pues una juventud alcoholizada, representa la posibilidad de manutención del régimen, esos jóvenes que hoy embrutecidos y mediatizados por el alcohol no tendrán capacidad de organización, no serán capaces de defender sus derechos, no estarán en posibilidad de acceder a trabajos dignos y bien remunerados.
Esos jóvenes por lo que se “siente preocupado” el señor Calderón han sido responsabilidad de un gobierno sumiso a los intereses de carácter local que ve en ellos un recurso que garantiza la reproducción de las condiciones de desigualdad actuales, esos caciques locales (políticos y sociales) han logrado mantener las condiciones de desigualdad a costa de la reproducción permanente de vicios en el sistema económico, han logrado “expulsar” de sus comunidades a todos aquellos que en aras de un mejor futuro dejan la bebida (sin que las autoridades intervengan)
Esos privilegiados del régimen que obtienen grandes beneficios a cambio de pequeñas prebendas para un grupito de administradores públicos locales (de los que hoy se queja de manera amarga Moreira que fue beneficiario –incluso promotor– durante toda su administración)
Esos privilegiados que en aras de incrementar su poder caciquil depredan las condiciones sociales y aniquilan las movilizaciones, esos son los principales beneficiarios de la incapacidad de una administración federal que lejos de procurar una política de prevención y atención de adicciones (como lo reconocen en la presentación de la ENA2011) se ha dedicado a promocionar los “logros” del gobierno del presidente.
Como si promocionar algo que NO existe fuera a generar su existencia.