Tras un cesudo (así) análisis de la situación de
México dice Carlos Salinas: “si
bien México es un país que tiene retos y desafíos, sin duda enfrenta tres
problemas importantes, los de las “íes”: inseguridad, injusticia e insuficiente crecimiento
económico” la verdad no sé si reír o llorar.
Les quiero decir que en la
facultad de economía había un profesor de Política Económica (saludos Javier)
que decía “a un análisis simplón, corresponderán políticas simplonas”
también quiero decirles que el “análisis” de Salinas en abril de 2017, seguramente lo utilizó durante el 87 en
que hizo campaña para la presidencia de México y desde entonces lo hemos
escuchado miles de ocasiones de parte de nuestros candidatos a todos los cargos
populares.
También quisiera decirles que
durante el último tercio de siglo me he cansado de escuchar mil y
una vez la manera de atacar esos males nacionales, es más creo que Salinas escribió todo un tratado al
respecto, en el que el centro de todo era la “modernidad” económica, la
inserción de México a la órbita de desarrollo al “capitalismo pleno” como la
chicago boy se encargó de
denominarla (dignos representantes de esa escuela liberalista se integraron
de manera plena al gabinete de Salinas
y están ahí desde entonces)
Ya en 1988, Salinas nos habló de la “economía social de mercado” y del “liberalismo
social” que nos pondrían en esa liga capitalista y proveerían un mejor
futuro a los mexicanos y, sin lugar a equivocarme fue quien soltó en 1992
aquella frase “célebre” de “compatriotas, México ya es un país del
primer mundo"
Pues cuan equivocado estaba
desde hace 25 años, que ahora nos repite que hay injusticia social e insuficiente
crecimiento económico, dos características de un estado mexicano desde que ese
grupito de “economistas” que mueven a México asumió el poder; el tercer elemento
de diagnóstico del señor Salinas es la inseguridad y sin que esto sea
casualidad es precisamente desde la administración salinista en que los
administradores públicos se metieron a administrar el tráfico de drogas.
Cuando “por recomendación” de Carlos Salinas, Juan Arévalo Gardoquí fue encargado de administrar los carteles, de
repartir territorios, de controlar ímpetus y de recolectar las cuotas de cada
uno de los “participantes del mercado”; cuando Antonio Reviello Bazán ya con la indicación directa de Carlos Salinas, además de controlar las
estructuras criminales y recuperar la parte de los corruptos administradores
mediante sobornos, se encargó de atacar selectivamente a algunas células
criminales; o cuando Gutiérrez Rebollo,
flamante zar antidrogas se convirtió en aliado de uno de los carteles.
La violencia que se generó en
el México de finales del siglo pasado y que prevalece hasta nuestros días, no
es más que el resultado directo de la intromisión con miras al control de las
actividades delincuenciales de parte de las estructuras administrativas
federales.
Hoy las tres i (no ies,
eso no existe, eso es como ler de Nuño) de que habla Salinas
están profundamente Influidas por una Inmensa Incapacidad para Inculcar
respeto a las Instituciones,
pues ellos las denigraron, las usaron para su beneficio, las Insultaron
y las degradaron las Carcomieron con la Corrupción y la Impunidad.
Así que a las tres i de Salinas yo agrego una la IMPUNIDAD y
dos c, de CORRUPCIÓN y COMPONENDAS, de las cuales Salinas no es el único culpable, pues todas las estructuras
gubernamentales federales, estatales y locales desde 1990 han sido infiltradas
por las estructuras criminales llanadas PARTIDOS POLÍTICOS.
Pues las instituciones (que
tanto le llenan la boca a nuestros politicuchos) no han sido capaces de mostrar
su inconformidad con el régimen.
Pues nosotros hemos permitido
que ellos se revuelquen en el lodo de la corrupción con nuestros recursos.
SALUD
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