Como ya es costumbre les regalo esta anécdota:
Hacia mediados de 1984 en plena crisis presupuestal (de esas
que hasta 1996 eran cotidianas) a alguien en la SEP se le ocurrió (así de ocurrencia)
que la educación inicial podría caber, ser asumida, estar o lo que fuera en la
educación preescolar y pues como a esa persona (que casi siempre era como dios)
se le ocurría esa ideota (así), pues desaparecieron la DGEI y subsumieron
(nótese el pomposo terminajo)
Cuando me entero que la estructura administrativa de la
unidad administrativa desaparecida era casi dos veces el número de mandos
medios que la que la subsumía y que hacía casi diez veces lo que la unidad
desaparecida u operaba 30 veces más centros educativos o casi 50 veces más personal.
El caso es que a la llegada de las nuevas funcionarias (lo
hago en femenino pues exceptuando un subdirector y dos jefes de departamento
las otras era mujeres), revisamos sus funciones (desde la LOAPF,manual de
organización de la SEP y manual de operación de la DGEI) y tras definir lo que
debía quedar y lo que no, pregunte –ingenuo de mi-: “¿en donde encuentro la
normatividad para la operación de un Centros de Desarrollo Infantil oficial
(federal, estatal, municipal o social) y para lo que un particular puede
realizar al respecto?” y una Directora (que después me enteré, su mayor
virtud era ser parte del Opus dei) respondió cándidamente: “pues
nosotras nos basamos en la norma del IMSS”
Así sin distingo, sin capacidad, sin atención; la educación
inicial (que atiende o debe atender infantes entre 45 días de nacidos y hasta
antes de ingresar al Jardín de Niños) era simplemente un área para dar trabajo
a cuarenta y tantas mujeres (que ni lo necesitaban ni lo apreciaban)
En 2001, cuando el gabinetazo llega y me encuentro a Reyes Tamez (pobre Reyes) que como sus antecesores Miguel González Avelar, Ernesto
Zedillo y Miguel Limón (tenía
tanto interés en la educación como en el desarrollo de la tecnología
aeroespacial).
Así pues, en política, lo que al vapor se hace en el aire
perece y al vapor se “desarrollo” la teoría de espacios de
atención para hijos de madres trabajadoras (guarderías) desde la SEDESOL de Josefina Vázquez Mota, en 2004
obtuvieron presupuesto para “pilotear” el proyecto, ya para
entonces algunos delegados de esa dependencia habían conocido del proyecto y
les platico un caso que yo conocí.
El delegado de Sedesol en Baja California, a través de tres
prestanombres (uno de ellos fue después subdelegado en la “administración” de caldeRon, construyó (edificios exprofeso)
en tres de los municipios de esa entidad federativa y a través de mecanismos de
coacción los rentaron a un precio bastante elevado a particulares a los que convencieron
con un: “van a participar en un proyecto federal que les garantiza recursos para
operar con mucha ganancia” en fin, el pilotaje fue un negociote para
los delegados (o para algunos) y después, simplemente acostumbrados a hacer de
ello un negocio particular siguieron haciéndolo.
En respecto de los Albergues para mujeres víctima de la
violencia familiar, puedo señalar que a partir de 2008 en que se “creó” el Instituto
Nacional de las Mujeres y otras acciones inconexas, dispersas y hasta apresuradas
como el Centro Nacional de Equidad de Género (en la Secretaría de Salud), por
cierto, desde el principio de esta área administrativa (como otras muchas
creadas por los pandejos) sólo sirvió para dar trabajo a muchas finísimas personas
(casi todas médicas y médicos) que habían acabado su vida útil en la SSA o en
los institutos dependientes de ella.
En ambos temas, NO se ha desarrollado una política pública
de atención (educación o atención de la violencia familiar), NO hay norma para
la aplicación de recursos públicos a la atención de infantes (educación
inicial) y las causas profundas de la violencia familiar.
NO se han desarrollado protocolos, manuales, estructuras legales
o cualquier otro mecanismo capaz de llevar a buen puerto los elementos básicos
de atención a niños en edad maternal y menos para atender lactantes; para
conocer las causas de la violencia intrafamiliar o los mecanismos para contrarrestarla
(y menos para prevenirla o atacarla)
Ambas acciones de la “administración” pública, se convirtieron
en un buen negocio para un grupo de personas (y ONG’s), sólo les pregunto ¿saben
cuánto nos cuesta la Red Nacional de Refugios (y su Directora General llamada Wendy), sus seis delegaciones
regionales, cada uno de los veintitantos “organizaciones” estatales y cada uno
de los centros de atención.
Por cierto, algunos de esos “albergues” se han
convertido en cárceles para las mujeres que dicen proteger.
Es por ello que ladran los perros (pues como dice Johann Wolfgang von Goethe) cabalga la
nueva manera de hacer las cosas.
SALUD
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