“A diferencia de usted,
yo, Diputado Chuayffet, soy un hombre en toda la extensión de la palabra, no
soy un desviado. Tengo una vida personal de la que me siento orgulloso. Mi
familia, y en particular mis hijos, son la mejor expresión de una vida
honorable”
Miguel Ángel Yúñez
Linares
“¿qué quieres que diga
tu epitafio?”
Elba Esther Gordillo
tras haberla sustituido en la coordinación de la fracción priista en 2003
Fecha: 3
de octubre de 1951
Padre: Dr.
Emilio Chuayffet Chuayffet
Que según dicen los que creen estar bien enterados tuvo una
gran amistad con Jorge Jiménez Cantú, exgobernador mexiquense
y que fue Delegado del IMSS en Toluca hacia los años 1976-1978 quizá con el
apoyo de Jiménez Cantú que en ese
entonces era gobernador, aunque en realidad la relación del Dr. Chuayffet era con Carlos Hank González.
Madre: Ruth
Chémor de Chuayffet
Ambos originarios de Toluca, estado de México.
Esposa: Olga Soto de Chuayffet
Hija: Carolina Chuayffet Soto
Que en 2009 casó con Jorge Lira Quirarte, hijo de Armando Lira Lechuga que fuera Subdirector de Registro y Control de Activos de la Agencia Estatal de Seguridad y que muchos dicen que es prestanombres (testaferro) de Chuayffet Chemor desde hace más de 20 años.
Emilio cursó sus primeros estudios en la escuela primaria "Miguel Alemán" una de las más tradicionales de Toluca, en donde no fue un destacado alumno, aunque sobresalía en oratoria y geografía.
Finalmente
realizó estudios de Derecho en la UNAM y se graduó con Mención Honorífica al
titularse como abogado con la tesis “La naturaleza
jurídica del Distrito Federal" y además siendo el mejor promedio de su
generación 1970-1974.
Apenas
concluidos sus estudios se convirtió en secretario particular de Arturo Llorente González, que era subsecretario
del Trabajo entre 1974 y 1976, cuando el titular de la dependencia era Porfirio Muñoz Ledo.
Cuando
Llorente fue “designado” Delegado en Benito Juárez y por designación directa de
Carlos Hank González (entonces
Regente del DF) hacen a Chuayffet Subdelegado
en Benito Juárez (1976-1981) y después Delegado (1981).
De manera
paralela (sin contravenir disposición legal alguna) fue presidente del comité
municipal del PRI de Toluca entre 1976 y 1978, ya preparando el terreno para
una eventual escalada política posterior.
Ya desde
entonces esta delegación era una de las demarcaciones territoriales del DF con
mayor desarrollo humano, por lo que poco había que hacer ahí, aunque inició el
desmantelamiento de la zona “irregular” de Xoco y vendió parte de los terrenos
recuperados a los hermanos Losada Moreno,
de lo que entonces era Gigante, otro negocio realizado por el señor Chuayffet en esa demarcación fue el
relacionado con la basura, especialmente en las zonas comerciales y
residenciales, en donde obtuvo beneficios muy importantes,
además se encargó de garantizar que los negocios en la construcción del metro
de Don Carlos, estuvieran bien y
apoyó con recursos delegacionales cuando pudo.
Para las formas y estilos del
régimen priista, fue un extraordinario funcionario cubrió las espaldas de su
padrino e hizo su ronchita, además logró colocarse entre los predilectos del
capo Hank y obtuvo una candidatura (que en aquel entonces contaba con la
garantía de ganar)
Sin embargo, en los pasillos
de la delegación se rumoraba mucho respecto de sus “extrañas” preferencias
sexuales, no por ser homosexual, sino por las maneras, pues entonces todavía la
Administración Pública contaba con personal de limpieza para sus oficinas y ahí
trabajaba un joven (con nacionalidad canadiense) de nombre Julio Wiltman o Witman
al que literalmente acorralaba en cada espacio que tenía y además mantuvo
(según dicen) amenazado con expulsar del país si no accedía a sus instintos.
Deja ese
cargo cuando se convierte en candidato a la presidencia municipal de Toluca
también por recomendación de Carlos Hank,
que lo hace casi como su entenado.
Gana la
Presidencia Municipal y casi de inmediato la abandona para ocupar la Secretaría
de Educación, Cultura y Bienestar Social del Gobierno del Estado de México
(1982-1987), durante la administración de Alfredo
del Mazo González y Alfredo Baranda García en la parte más importante de la
descentralización educativa.
Al dejar
este cargo la legislatura local declara inhábil a Gabriel Escobar y Ezeta para ocupar el cargo de Presidente
Municipal de Toluca y designa sustituto a Jaime
Almazán Delgado para concluir el trienio 1982-1984, Escobar es parte del grupo de Francisco
Rojas Gutiérrez y de los grupos académicos de la Universidad Autónoma del
Estado de México, mientras que Almazán
es abyecto seguidor de Hank y el grupo
Atlacomulco.
Así pues, la evaluación de un
político que hace campaña para un cargo de elección popular y tras ganarlo, lo
abandona a unos meses de haber tomado posesión, lejos de ser buena, puede ser muy mala.
Además la fórmula de ocupar un
cargo público y simultáneamente uno partidista (que no estaba prohibido en
aquel entonces) fue repetida por Chuayffet,
pues cuando era titular de Educación estatal presidía el Centro de Estudios
Políticos, Económicos y Sociales del PRI en el estado y como había sucedido
anteriormente al presidir el Comité municipal del PRI en Toluca, ocupó esta
posición para afianzar amarres que posteriormente le servirían para ser
gobernador del estado.
Durante el
desempeño del cargo de secretario de Educación estatal, tuvo un enfrentamiento
precisamente con Alfredo Baranda
(entonces secretario de Finanzas del estado) por las posiciones respecto de la
descentralización educativa y los recursos que la federación trasladaba para
esa actividad y por la participación que el estado realizaba en esa área, pues
según Baranda había que reducir la
participación y según Chuayffet
había que aumentarla.
De cualquier
manera, al inicio de la administración de Del
Mazo González la participación en educación básica estatal era superior al
50 por ciento y al finalizar la de Baranda
García era menor al 45 por ciento, es decir hubo un retrotraimiento (o
cuando menos un estancamiento) de recursos destinados a esa función por parte
de estado.
Algunos enterados dicen que su
posición al interior de esas administraciones era de poder, pues representaba a
Hank González y lo hacía sentir, pero a la vez era de una inmensa soledad y
amargura, pues los otros secretarios le hacían casita (como bulgarmente se
dice) es decir lo rehuían especialmente durante la última parte de la
administración.
En algún momento se llegó a
hablar de la posibilidad de que dejara la administración estatal, para venir a
la federación pero no se concretó.
Como puede observarse, un
titular de una dependencia estatal que a pesar de su importancia (y de la que
le confería ser recomendado de Hank) no pudo incrementar su pedazo de poder
(con mayores recursos) merece una evaluación apenas mediocre.
Se dice que
la sucesión de 1987 Mario Ramón Beteta
“cobró” a Salinas una factura
pendiente (para que lo apoyara) y se montó en la candidatura a la gubernatura, al ser un hombre sin
presencia y sin arraigo local, pues su carrera había sido en áreas financieras
federales, Hank con la aprobación de
Salinas le “impuso” a Chuayffet como Secretario General de
Gobierno y con ello se convirtió en vicegobernador o gobernador de facto.
La realidad
es que Chuayffet desde la posición
en que se quedó se dedicó a realizar los amarres pertinentes a nivel local y
nacional, para posicionar a Alfredo Del
Mazo (que había sido designado Secretario de Energía, Minas e Industria
Paraestatal)
El encargo,
que le dio su padrino Hank lo llevó
a organizar “fiestas” para personalidades del mundo empresarial, cultural,
político y financiero, en una de ellas estando presentes varios secretarios de
estado, Chuayffet perdió los estribos y tras tomar un mantel (redondo) se lo
amarró arriba de la cintura para bailar (por lo que se le conoce con el
sobrenombre de La Tehuana)
Las fiestas
(pagadas con recursos privados y públicos) tanto su protector (Carlos Hank) y Del Mazo eran anfitriones y hacían referencia a la necesidad de
fortalecer la política, sin embargo, Del
Mazo no fue candidato y tuvo que aceptar la embajada de Bélgica y tras los
reflectores de Atlacomulco, Chuayffet
esperó el posicionamiento de Hank para retomar camino.
Así en 1989 fue
“designado” Procurador Federal del Consumidor y de manera conjunta con Hank (que había sido designado en
Sectur) construyó el andamiaje que lo llevaría a la gubernatura del estado.
Primero
haciéndolo pasar por un conocedor de la materia electoral ante Salinas, hasta
conseguir que lo nombrara como titular del IFE (institución naciente en esa
administración) y después generando (Hank)
todos los apoyos necesarios para hacer creer a Salinas que parte de la
recuperación electoral del PRI en las elecciones federales de 1991, habían sido
“artificio” de Chuayffet.
Para el
cambio de poder estatal de 1993 cobra a factura al ser nominado para la
candidatura a la gubernatura estatal y pese a todo logró vencer a Bravo Mena y a Alejandro Encinas. Aunque la
votación no le fue muy favorable en los niveles de presidencias municipales y
congreso. Es importante recordar que Enrique Peña Nieto fue el Tesorero del Comité
Ejecutivo estatal del PRI en esa campaña y juntó buena lanita del Grupo
Atracomucho para la misma.
Tras esa
participación Peña Nieto fue
recomendado por Chuayffet como
secretario particular a Arturo Montiel
(que había sido nombrado secretario de Desarrollo Económico)
De hecho, en
el siguiente proceso electoral local (1996), el PRI perdió el control de la
mayoría relativa del Congreso local obligando a Cesar Camacho Quiroz (que se había quedado como sustituto) a un
proceso de negociación mucho más fina.
Así pues,
sólo acompañó a Salinas la última
parte de su gobierno y trató de que la relación fuese amable, recurrió para
ello a su inmensa capacidad de mimetismo, a los recursos del Grupo
Atlacomulco y a los recursos públicos estatales, para realizar eventos
con los gobernadores (priistas) en los que se encargaba de enfatizar los
“logros” de la administración federal y la necesidad de apoyar a Salinas en el
último tramo, además como una manera de congratularse con el titular del poder
ejecutivo federal, propuso la creación del municipio Valle de Chalco
Solidaridad, dado que ese había sido el laboratorio de Salinas para probar su
programa social.
Además al
finalizar la administración salinista organizó una “fiesta” en la que se
despidió de Salinas entre loas y lágrimas.
En su administración como
gobernador del estado de México, se probó por primera ocasión la modificación
integral de una Constitución Política estatal, como paso previo a la creación
del andamiaje jurídico nacional que reclamaba la modernidad nacional, de hecho,
se modificaron 150 artículos de esta y a partir de ello, el sistema de justicia
penal, civil y administrativo.
Entendiendo que el estado de México era el crisol perfecto para tratar
de lograr equipararlo a la República mexicana (de ahí viene la frase aquella de
que esa entidad es el laboratorio nacional) Salinas se proponía conocer la reacción política local a este gran
proyecto, sin embargo el último año de gobierno salinista se convirtió en un
verdadero martirio y nunca se evaluó adecuadamente primero el resultado de los
cambios y después los efectos reales de estos, además de que tras la salida de Chuayffet de la gubernatura se abandonó
el cause de acción.
Tras la
llegada de Zedillo a la Presidencia
de la República y con la debacle de Esteban
Moctezuma como Secretario de Gobernación y fiel a sus principios, abandona
la Gubernatura para hacerse cargo de esa Secretaría en 1995.
Cómo evaluar a un personaje
que de manera permanente deja el cargo para el que fue electo, además de que
(aunque no fuese su proyecto) abandonó el seguimiento de las acciones que en el
ámbito legal estaba realizando, pues a su “nuevo jefe” no le interesaba esa parte
o la emergencia económica presentada a partir de 1995 dejó en un tercer lugar
de prioridad ese proyecto.
En aquel entonces,
una gran cantidad de “analistas” políticos consideraron que la presencia de Chuayffet en Gobernación era el candado
impuesto por Salinas para garantizar
impunidad y quizá hasta para dar continuidad a algunos de los proyectos
modernizadores iniciados y que aun no se concluían, sin embargo, Chuayffet era simplemente un alfil de Hank para garantizar su impunidad.
Sus alianzas
fueron con Alfredo Del Mazo Baranda,
Óscar Espinosa Villareal, Cesar Camacho Quiroz (a quien se le
considera hecho a su medida), Alfredo
Álvarez Lima, Julio Cesar Ruiz Ferro,
Jesús Murillo Káram y Manlio Fabio Beltrones Rivera.
A la postre su apuesta parece
haber sido la correcta y la evaluación hace suponer que establece enlaces de
largo plazo bajo la premisa de seguridad.
Además
estructuró una red al interior de las fuerzas armadas (por instrucciones
directas de Zedillo) para
contrarrestar la acción de las fuerzas beligerantes (EZLN y EPR), cuya
principal estrategia consistió en un cerco informativo y el fortalecimiento de
grupos paramilitares que golpearan desde adentro las estructuras insurgentes.
Esto ha
sido, suficientemente documentado y aunque nunca ha sido aceptado por Chuayffet como su responsabilidad, se
puede llegar fácilmente a comprobar siguiendo el dinero que para “acciones de desarrollo social” ordenó
fuera destinado a las “organizaciones”
de las que surgen los paramilitares.
Es importante señalar que la
política de estado implementada para la desarticulación del EZLN y EPR es
absoluta responsabilidad del titular del Ejecutivo Federal (en este caso Ernesto Zedillo Ponce de León) la
figura de Chuayffet es responsable
de: la estructura de la estrategia y (sobre todo) los mecanismos de
financiamiento de los grupos paramilitares y la entrega de armas y capacitación
en materia de contrainsurgencia, la calificación de estas acciones, aun
considerando que los insurgentes habían declarado la guerra al estado mexicano,
sólo puede ser considerada como aberrante en un estado democrático, que además
estaba negociando con ellos.
Al interior
de la Segob, Chuayffet contó con Rafael Rodríguez Barrera, ilustre
cenecista campechano, político de trayectoria y formado bajo los viejos
esquemas, también ligado a Hank y a Beatriz Paredes y con Cesar Becker Cuellar, entonces figura
técnica para fortalecer su accionar jurídico (hoy lo acompaña en SEP también)
Del equipo interno poco se
puede decir, sólo mencionar que en los Talleres Gráficos estaba Roberto Khalil
Jalil, con quien realizó negocitos muy jugosos y que en el CISEN dejó a Jorge
Tello Peón (casi como un “favor” a Salinas)
La principal
encomienda a su llegada a la Segob,
fue la reforma electoral, sin embargo, su actuación quedó muy en duda, pese a
haber logrado que avanzara, aquí es importante recordar el enfrentamiento
epistolar con Manuel Camacho (ya entonces resentido con el sistema) y tras el que se ganó el mote de “El Pequeño
Chuayffet Ilustrado” pues tras una carta de Camacho, criticando la
actuación del titular de la política interna, este contestó con correcciones
ortográficas.
Además aquella fallida
intervención en el conflicto zapatista en donde tras llegar a los llamados Acuerdos
de San Andrés Larráinzar. Cuya iniciativa sería elaborada por la Comisión de
Concordia y Pacificación (Cocopa), integrada por legisladores de los diferentes
partidos y su compromiso público jamás cumplido bajo el argumento “institucional”
de que tenía deficiencias de técnica jurídica y público de que eran una
mamarrachada (con unas copas de más), lo recuerdan como un político falto de
palabra y borrachín.
“Ustedes disculpen, pero
cuando me comprometí con ustedes me había tomado 18 chinchones (anises) y no
estaba en condiciones propias para asumir un acuerdo de esa naturaleza”, se
justificó.
En el
proceso electoral local del estado de México de 1996, pese a la posición de
Chuayffet y al despliegue que realizó para lograr un apabullante triunfo, el
PRI perdió el control de la legislatura y surgieron los denominados corredores
azul y amarillo que gobernaron los municipios aledaños al DF y la mayor parte de la población de esa entidad
federativa.
Este hecho, es quizá el que
marca el inicio del declive o caída de Chuayffet
no ante Zedillo, sino ante el PRI y sus jerarcas, pues los errores se pagan.
Vino después
la crisis creada previa a la instalación del Congreso en la LVII de la Cámara de Diputados,
pues al no contar con mayoría el PRI Chuayffet intentó sobornar cuando menos a 20
diputados de partidos opositores al PRI, para que no asistieran o cuando menos
llegaran tarde a la sesión instaladora, la molestia al interior de la fracción
parlamentaria del PRI y en algunos de los círculos cercanos a Zedillo parecían
hacer insostenible la posición de Chuayffet,
sin embargo todo hizo mutis.
Es
importante señalar que hasta Carlos
Medina, dijo: “probablemente el
propio secretario se sobrelimitó, fue más papista que el Papa y pretendió
interpretar los intereses del presidente” es decir parecía que Salinas retiraba su apoyo a Chuayffet a
través de Medina.
Sin embargo, el control de
daños de Chuayffet, se encaminó no a la falta de atención de un problema que era
de su competencia, sino a la intencionada intervención que tuvo en sentido
contrario a la atención de esa responsabilidad.
Además ya entonces la posición
de Francisco Labastida (tirador a la
candidatura presidencial y a la postre candidato) y Elba Esther Gordillo (Flamante Senadora y con fuerte influencia al
interior del PRI) fue de repudio a la actuación de Chuayffet.
Después la
historia de la Masacre de Acteal el 22 de diciembre de 1997 ya ahora Chuayffet “acepta”
haber estado enterado de “la difícil
situación que se vivía en algunas comunidades chiapanecas desde finales de 1996”,
sin embargo traslada la responsabilidad a conflictos intercomunitarios,
textualmente dice: “Hasta entonces yo creía que se trataba de una estrategia equivocada,
pero cuando vi la operación directa de los paramilitares me di cuenta de que
era una estrategia contrainsurgente y que la paz que proclamaba Chuayffet era
una contradicción, pues el gobierno era el generador de la violencia”, la pregunta
es ¿qué hizo para corregir esa situación?
Omiso o verdadero artífice de
ese (y otros) acto homicida, Chuayffet no puede deslindar responsabilidad, no
ha podido hasta ahora y seguro no podrá jamás.
Dejó el
cargo de Secretario y pasó a la sombra, tras la derrota del partidazo en 2000,
fue hasta 2002 cuando reaparece en el proceso de cambio de dirigencia del PRI,
asume junto a su otrora adversario Labastida
el papel de negociador y logran la fórmula Madrazo-Gordillo en presidencia y
secretaría general del CEN, haciendo parece un acuerdo de todas las partes, que
no lo fue, la política falló y Chuayffet
nuevamente se alió con el que, según él a futuro le garantizaba mayores
beneficios.
Por cierto,
en esa renovación, Chuayffet fue
nombrado Secretario Técnico del Consejo Político Nacional del PRI (quizá el
cuarto o quinto cargo de importancia en el CEN)
Electo
Diputado para la LIX Legislatura en la que también estaba Gordillo (entonces Secretaria General del CEN del PRI) y mientras Chuayffet representaba los intereses de
Madrazo mientras que Elba los
propios en la lucha por el “control” del grupo parlamentario se convierte en Coordinador
del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional con lo que la
profesora se siente humillada e inicia su migración hacia lo que ahora
conocemos.
Ahora es quizá pertinente
recordar que tras aquella batalla, Elba
Esther Gordillo se acercó hasta la curul de Chuayffet y le preguntó “¿Qué epitafio quieres en tu tumba?”
pregunta que con mucha razón es considerada una amenaza y que ya ligada a uno
de los últimos discursos de Gordillo
(antes de su detención) en la que lanza el epitafio para la suya, puedo suponer
que Chuayffet reviró el mismo
(aunque en privado o a través de terceras personas) Lo que demuestra que una
batalla no es mas que parte de la guerra.
En esa responsabilidad Chuayffet sólo es recordado (y ya ha
sido ampliamente documentado) por su activa participación para “convencer”
a algunos miembros de su bancada para apoyar el desafuero de López Obrador, triste episodio de la
degradación de la política, aun para los más convencidos foxistas.
Nuevamente
es diputado federal en 2009, sólo para convertirse en títere operador de Salinas a favor de la candidatura de Peña
Nieto a la presidencia en 2012, pero además, traicionando a su protector de
años atrás Alfredo Del Mazo González
al trabajar a favor de Eruviel Ávila
en la construcción de la candidatura del estado de México (dejando fuera a Alfredo del Mazo Maza).
Nuevamente, valorar a un
político sin principios, sin convicciones, sin leatades, será la constante de
este país, nos permitimos como mexicanos ese tipo de políticos y los premiamos.
Ya ahora a después de las primeras batallas en materia de Reforma educativa, parece que será otro proyecto inconcluso de EMILIO CHUAYFFET CHEMOR.
Ya ahora a después de las primeras batallas en materia de Reforma educativa, parece que será otro proyecto inconcluso de EMILIO CHUAYFFET CHEMOR.
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