Confucio
Esta es la época de rendir pleitesía a Luis Donaldo Colosio Murrieta (Donaldo como lo llamaban y le gustaba que le llamaran sus cercanos) que en esencia era un hombre sencillo y franco, cualidades que no lo hacían mejor o peor ser humano; era además un incansable trabajador (lo que no lo hacía mejor o peor servidor público), era dentro de los estándares apenas más inteligente que algunos otros.
Era tan “honesto” como podía ser un personaje de la política nacional, recuerdo una frase soltada de manera espontánea ante Carlos Hank, cuando este le preguntó sobre un hecho específico en el que siendo Presidente del CEN del PRI había beneficiado a su cuñado (saludos Rubén) “pero maestro (frase con todo sentido) ese asunto fue apenas una caja de refrescos comparada con los trenes que usted acarreó” que por supuesto dejó callado a interlocutor y generó un silencio entre los asistentes a la “reunión”.
Hace unos días leí de Enrique Krauze una de las descripciones más certeras de Colosio “Colosio era a todas luces el hijo político de Salinas” y si, Colosio fue el proyecto, el modelo, el experimento, la creación de Salinas; Colosio era desde 1989 un ensayo que a diario se redactaba desde Los Pinos, era un escrito que se pulía con cada oportunidad que Salinas tenía de hacerlo, era un documento (saludos Hugo) para legar su "visión de país".
Ese proyecto salinista, se forjó a cinceladas, a pinceladas, a borrones y enmendaduras; ese proyecto se pulió día con día y era un producto terminado para finales de 1993, cuando el “Gran decisor” tomo la “gran decisión”, yo estoy convencido de que no era el presidente en turno quien decidía, me tocó incluso transcribir las notas de las “entrevistas” que Hank realizó entre 1992 y 1993 a los “influyentes personajes” de los estados de la república y en ellos anotaba una D (para Colosio), una M (para Camacho) y una P (para Aspe), según lo que sus interlocutores habían manifestado, y supongo (sólo supongo), que esas entrevistas, esos comentarios, ese intercambio de opiniones; en algún momento fueron trasladados a Salinas o a otro u otros decidores.
Así como Krauze dice haber sido invitado por Salinas y haber sido cuestionado directamente por este respecto de su sentir de cada uno de ellos, así como Krauze manifiesta que seguramente Salinas “invitó” a otros “intelectuales” SALUD, así se tomaba la decisión a punta de consultas (como lo deja también claro Castañeda en La Herencia)
También estoy convencido que el “Gran Decisor” influía de manera importante en los interlocutores, pues hacia el tercer trimestre de 1992 me parece que ya Salinas había tomado la decisión y siguió “engañando” a Camacho (que como dice Krauze era como el hermano fraterno de Salinas) de ahí viene el primer gran rompimiento del pacto político.
Donaldo, era un “esforzado” (como él mismo lo decía) que había ingresado al círculo de privilegios no sólo gracias a su trabajo, sino a sus complicidades y contubernios, Donaldo era parte del círculo del poder político de Salinas, él lo hizo desde siempre, Donaldo siempre se dirigía a Salinas como señor, mientras que Camacho (compañero de toda la vida) fue en parte forjador de Salinas y siempre se dirigió a él como Carlos.
Salinas dejaba al abyecto, al manipulable, al corrompible, al sumiso; Camacho se quedó en el camino, no por que no fuese corrupto, abyecto o manipulable, sino por que podía no ser sumiso. SALUD
Dicen que López Mateos quiso desdesignar al designado, pero no pudo; dicen que Elías Calles se equivocó con Cárdenas; la verdad es que las entrañas del elegido, salen hasta que asume y sólo entonces se sabe de que está hecho.
Donaldo estaba puramente hecho del salinato.
SALUD
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realmente interesante, quíze descargar el pdf pero el enlace ya no está disponible, ¿donde lo puedo descargar?
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