martes, 30 de octubre de 2012

¿por qué es “preocupante” el consumo de alcohol en jóvenes?


Aunque “Nos preocupa el consumo de alcohol, el cual sigue siendo el principal problema de adicción en nuestro país con un incremento ….” Bla, bla, bla (así lo comunicó un individuo que con gravísimos problemas por esa adicción ha administrado este país casi seis años).
No es por menospreciar la falta de convicción en el señalamiento, palabras carentes de valor para enfrentar un problema, pues no se dimensiona a este en el verdadero sentido del mismo, pues se le considera una “droga socialmente aceptada” es más has bien vista, incluso algunos escriben que permite ”desarrollar actividades con completa normalidad, incluso desde muy temprano”
Pero ¿por qué estar preocupados? El consumo adictivo de alcohol en jóvenes pues esencialmente por tres razones, la primera y quizá la más importante por que muestran un absoluto abandono de políticas en materia de prevención de esta enfermedad (incluso malicioso si se observa con los ojos críticos del abandono total de políticas de atención a jóvenes), la segunda por que representa la imposibilidad del Estado Mexicano (todo) para hacer de la juventud un valor positivo en su desarrollo y la tercera por que en el ámbito económico nacional esos jóvenes que se integran a las filas del alcoholismo representan una pérdida agregada permanente a la productividad.
Empezando por este último aspecto el consumo de bebidas embriagantes representa un gasto social importante, que merma la capacidad de consumo útil de las familias, que incluso genera descapitalización familiar causada principalmente por la sustracción del patrimonio para la obtención del vicio.
En cuanto a la “incapacidad” del Estado Mexicano para aprovechar la capacidad de los jóvenes que representa (o quizá debo decir representó) la capacidad de elevar sustancialmente la formación de capital social de calidad y con estándares de porvenir dignos, lo convertimos en un lastre ante la imposibilidad de ofrecer trabajo, servicios de salud (preventiva y curativa), alimentación, cultura; pero sobre todo educación pertinente y capaz de generar el motor de desarrollo que requería el México de este siglo.
Finalmente y lo que mayor preocupación me causa, es lo que parece ser un proceso integral de deterioro de las condiciones socio políticas de esa población, pues una juventud alcoholizada, representa la posibilidad de manutención del régimen, esos jóvenes que hoy embrutecidos y mediatizados por el alcohol no tendrán capacidad de organización, no serán capaces de defender sus derechos, no estarán en posibilidad de acceder a trabajos dignos y bien remunerados.
Esos jóvenes por lo que se “siente preocupado” el señor Calderón han sido responsabilidad de un gobierno sumiso a los intereses de carácter local que ve en ellos un recurso que garantiza la reproducción de las condiciones de desigualdad actuales, esos caciques locales (políticos y sociales) han logrado mantener las condiciones de desigualdad a costa de la reproducción permanente de vicios en el sistema económico, han logrado “expulsar” de sus comunidades a todos aquellos que en aras de un mejor futuro dejan la bebida (sin que las autoridades intervengan)
Esos privilegiados del régimen que obtienen grandes beneficios a cambio de pequeñas prebendas para un grupito de administradores públicos locales (de los que hoy se queja de manera amarga Moreira que fue beneficiario –incluso promotor– durante toda su administración)
Esos privilegiados que en aras de incrementar su poder caciquil depredan las condiciones sociales y aniquilan las movilizaciones, esos son los principales beneficiarios de la incapacidad de una administración federal que lejos de procurar una política de prevención y atención de adicciones (como lo reconocen en la presentación de la ENA2011) se ha dedicado a promocionar los “logros” del gobierno del presidente.
Como si promocionar algo que NO existe fuera a generar su existencia.


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