En memoria de los compañeros
De Emery Ulloa, Detenido en Tlatelolco en 68.
300 Personas en el Campo Militar Número Uno.
Rebasó el Movimiento a Todos los Partidos.
Nidia Marín
Primera parte de cuatro
Publicado el 28 de marzo de 1985 en Excelsior.
Detenido el 2 de Octubre en
Tlatelolco, junto con cerca de 300 hombres, mujeres y niños, Federico Emery
Ulloa, dirigente estudiantil universitario en 1968, relató: "Nos
trasladamos al Campo Militar Número Uno. Allí nos dijeron que había tomado el
poder el Ejército. Nunca me reconocieron porque me corté el bigote con un
cortauñas y me cambié el peinado. Estuve una semana, salí más radical y me fui
al campo a organizar campesinos de acuerdo con los planteamientos
maoístas".
Esforzándose por controlar sus nervios
que, sin embargo, lo traicionan y le provocan un ataque de hipo, Emery Ulloa,
considerado en aquel entonces por las autoridades como un líder peligroso,
debido a su dirigencia del maoísmo en México, señaló:
Desde 1962, más o menos, nosotros
empezamos a trabajar con obreros y campesinos. En 68 ya estábamos en la
Facultad de Ciencias también. El movimiento estudiantil rebasó todos los
grupos, organizaciones y partidos. Nosotros ingresamos en el momento que
estalló el movimiento y todo el mundo tuvo que participar. Podría clasificarse
a los que intervinieron a nivel de dirigencia en dos: los que participaron y
vivieron el movimiento en sí y los que participaron en el movimiento para sí;
es decir, los que tenían una intención política, los que ubicaban el movimiento
dentro de una concepción más amplia: un movimiento revolucionario, un cambio
social. Dentro de la primera clasificación estaba la mayoría de los jóvenes
representantes de los comités de lucha, lo que es, digamos el movimiento
espontáneo.
Ciertamente agregó se puede decir que
el movimiento es espontáneo, en general, pero dentro había una dirigencia que
tenía conciencia y en la que participaba gente con una claridad política como
Raúl Alvarez Garín, Heberto Castillo, la gente del Partido (Comunista), los
troskistas y los maoístas, que tenían también una posición, que sabían que el
movimiento iba a ser derrotado. Me refiero a los maoístas, porque nuestra idea
era generar cuadros, aprovecharlos, así como la formación de jóvenes, en una
posición revolucionaria, para continuar la lucha esencialmente en el campo y
esto, era un movimiento clandestino...
"Era la comuna
pouplar..."
Cuando dices que en la dirigencia
estaban los que vivieron el movimiento para sí, ¿te refieres a los que buscaban
beneficios políticos más amplios o a los que pretendían medrar? ¿Trataron de
corromper dirigentes las gentes del gobierno?.
“No. Me
refiero a un interés político de lograr una organización para realizar un
cambio social, porque en el otro aspecto que mencionar yo creo que no. Esa la
es comuna popular, es decir, estabas ahí enfrente de la asamblea, siempre
frente a los muchachos... no había manera. ¡Claro que había provocadores, había
policías, la derecha también estaba metida, aunque en la dirigencia era un
movimiento de izquierda..!"
¿El MURO, por ejemplo?
"Sí, el MURO que estaba infiltrado
socavado, tratando de desviar el movimiento o haciendo provocaciones, pero esto
era lo marginal, porque la esencia del movimiento era otra y ahí no hubo
corrupción. Se ha hablado de que los líderes que participaron, que si después
están acá o están allí, pero durante el movimiento no, porque no había
posibilidades. Sí se sabe de casos de muchachos que hablaron con funcionarios o
que trataron de negociar, pero no era posible negociar nada."
Tengo entendido que había cheques
enviados por funcionarios públicos, quizá con la pretensión de que el
movimiento no acabara para beneficiarse con el río revuelto.
¿Es así? preguntó la reportera.
"Fíjate que yo no me enteré del
envío de ningún cheque. Tenía mucha relación con gente que coordinaba la
cuestión de las finanzas, como Luis Jorge Peña, como "La
Nacha" (Ignacia Ramírez). Todo se obtenía mediante el
boteo y lo que juntaban los muchachos."
Detención y disfraz
La entrevista se efectuó en una
cafetería de la Zona Rosa, a dos cuadras de su trabajo en la COSSIES, organismo
dependiente de la Secretaría de Programación y Presupuesto, entre turistas
estadunidenses y lectores de periódicos de media mañana.
¿Cuándo te detuvieron? se le interrogó.
"El 2 de octubre en Tlatelolco.
Estaba junto con Sócrates Amado Campos Lemus, cerca del micrófono. La última
oradora había sido una niña, dirigente de la escuela técnica Wilfrido Massieu.
Desapareció. Desde ese día no volvimos a saber de ella", expresó sin
recordar el nombre da la muchacha.
¿Te torturaron en el Campo Militar?,
fue la pregunta.
"No. El 2 de octubre me detuvieron
con centenares de personas más y nos llevaron al Campo Militar: niños, mujeres,
hombres, de todo... Y entonces, no me identificaron. Es cierto lo que dice
Sócrates, le preguntaron si era y el dijo que no, que no era yo. También es
cierto que llevaban fotografías para identificarnos, pero en el mitin yo estaba
con bigote y al llegar al Campo Militar un ferrocarrilero me prestó un
cortauñas con el cual me lo corté, lo más que se pudo. Me cambié el peinado, es
decir: me disfracé. Llegaban y gritaban "Federico Emery Ulloa" y yo
no me movía... Ahí nos tuvieron en una crujía donde estábamos como trescientas
gentes, señoras, niños y como te dije, de todo...
"Nos dijeron que había tomado el
poder el ejército añadió, que iban a fusilar a todos los dirigentes y demás.
Pero había un voceador, un muchachito de unos diez años, que llevaba un radio
de transistores al que se le estaban acabando ya las pilas, pero nos subíamos a
una ventana que había para escuchar. Entonces oímos las declaraciones de
Perelló (Marcelino) y... qué sé yo".
"Quizás originalmente fueron
salvas..."
¿Y si dijo que el ejército había
disparado con balas de goma?
"Sí lo dijo."
¿Por qué lo diría? ¿No sería porque en
efecto él confiaba en haber negociado?
"No. Yo creo que tenía más
información que eso y quizás originalmente en un principio se dispararon
salvas... después ya no. A lo mejor a él de alguna manera la información de que
el ejército iba a utilizar salvas y lo dijo. ¡Qué mal; no lo dijo el ejército,
lo dijo Perelló!
¿Cuánto tiempo estuviste en el Campo
Militar número uno?
"Una semana. Entraban y buscaban a
los líderes, preguntaban... después, para afuera. Y yo salí más radical que
antes. Estaba indignado al ver la represión tan brusca. Y como nosotros los
maoístas ya estábamos en un movimiento más o menos clandestino, pues, nos
fuimos al campo a trabajar con los campesinos.
"Habíamos ya dejado a un lado la
idea del foco guerrillero, del "Che" Guevara y de Debray (Regis),
porque es cierto que hubo una época que se confundió el maoísmo, con Debray y
Guevara y que era cuando teníamos contacto con Lucio Cabañas, con Genaro
Vázquez Rojas y apoyábamos esos movimientos; pero para después del 68 ya
no."
Por cierto, ¿es verdad que Genaro
Vázquez Rojas estuvo disparando desde la Escuela Normal el día que entró el
Ejército al Casco? interrumpió la reportera.
"¿El 23 de septiembre? Yo creo que
no, porque no participó para nada en el movimiento del 68 contestó.
Los Chinos Nunca Fomentaron los
Movimientos Guerrilleros: Emery U.
Segunda parte de cuatro
Publicado el 29 de marzo de 1985
"Cuando el maoísmo agonizaba, en
1969, varios de sus líderes fueron detenidos. Fue entonces cuando un siquiatra,
Salvador Roque, me torturó. Me dio una droga que, tiempo después supe era
Escopolamina. Me producía ciclos de terror, euforia, agresividad y alegría.
Cuando principiaba el lapso de terror, Roquet me decía: ¡Tú eres un ratón! ¡Vete
a ese rincón! Y me quedaba en cuclillas en el rincón de aquel mugroso cuarto
tiemble y tiemble. Se acercaba. Yo soy un grito, expresaba y estiraba la mano
como si me fuera a arañar".
Los ojos verdes de Federico Emery
Ulloa, reflejaban, tal vez como entonces, el miedo. El gesto de la angustia se
hacía presente con una profunda arruga en entrecejo.
Su respiración se aceleraba y su voz se entrecortaba; el
recuerdo le estaba haciendo daño, pero continuó:
"Eran ciclos muy definidos.
Primero, ¡el miedo, el miedo, el miedo! Después el coraje hasta tratar de
destruir. Luego la euforia, la alegría hasta la risa y la carcajada.
"Al mismo tiempo continuó con un
proyector de 8 milímetros me exhibía películas pornográficas y pasaba
diapositivas de pinturas realizadas por locos ... ¡sí, sí, por locos de
manicomio! "¿Qué que te parece esta pintura?", me decía... y la
música de Wagner a todo volumen me lastimaba los oídos o yo no sé qué...
¿Y qué le contestabas; qué te parecía
la pintura?, fue la pregunta.
"No sé, no sé... muchas cosas no
las recuerdo. Pero después empezó un cuestionario, un interrogatorio completo.
"¿A quién conoces en Sonora..? ¿A quién conoces en Tamaulipas? ¿A qué
acuerdo llegaste con los chinos? ¿Qué te dijo Mao Tse-tung..?" Serían una
diez horas, de las ocho o diez de la noche hasta en la mañana... hasta que yo
ya no podía hablar, la lengua se me hacía bolas..", dijo.
"A los tres días de eso, me
enviaron a Lecumberri. Llegar allá, era llegar al cielo..", agregó.
Cuando llegó Nassar Haro
A estas alturas de la entrevista,
cuando Emery Ulloa tenía pequeñas gotas de sudor en la raíz del encanecido
cabello que 17 años atrás era rubio, de improviso, se levantó y tras un
"compermiso", salió de la cafetería. La reportera espero por diez
minutos y el corpulento hombre, de 42 años, regresó más calmado. Se retomó el
hilo de la entrevista con la pregunta:
¿Te detuvieron por tu participación en
el movimiento del 68 o por tus actividades como maoísta?
"Por lo de 68. Lo demás era
secundario, realmente. Mi proceso fue por lo de 68. Mes y medio me tuvo
secuestrado Miguel Nassar (subdirector de la Federal de Seguridad, entonces).
Diario, o casi diario, me golpeaban. Por las noches me encadenaban y ponían un
candado. ¡Y claro, todos los días, había interrogatorio! Luego me ordenaban:
`¡Vámonos a la carretera!', y yo creía todos los días que sí me iban a matar...
"Después llegaba Miguel Nassar
Naro siguió en su relato. Y les decía: "¿Pero por qué tratan mal a
Federico?", para en seguida expresarme: "Oye Federico, te traje unos
cigarros, de esos que te gustan, sin filtro... Vamos a platicar... ¿Dónde está
fulano?"
¿Y qué le respondías?
"No se, no sé... Me tenían en una
casa vieja, abandonada, con un catre... A veces llevaban tortas. Había un baño
al que pasaba cuando no estaba encadenado.
"Después de mes y medio ahí, como
realmente yo no sabía nada y a fuerza querían implicar que los chinos estaban
financiando el movimiento, me hicieron el interrogatorio terrible que te conté,
con Salvador Roquet, que trabajaba para Gobernación y posiblemente para la CIA.
Esto es porque, posteriormente, alguna vez que se preguntó ¿dónde está la CIA
en México? (el procurador Ojeda Paullada metió a la cárcel a Roquet, con motivo
de que curaba a los pacientes con drogas... Yo creo que sí colaboraba con la
CIA".
De la redicalización y su participación
Traje café de lana, bien cortado,
corbata a rayas guinda y gris y camisa blanca de algodón, Emery Ulloa, de 1.82
metros de estatura, blanco, no mal parecido, fumaba más tranquilo, mientras
escuchaba otra pregunta.
¿Qué hiciste cuando te fuiste al campo
y trataste a Genaro Vázquez Rojas y a Lucio Cabañas?
"Estuvimos en varias regiones,
organizando a los campesinos, preparándolos.
¿Es cierto, como dijo Sócrates Amado
Campos Lemus, que estuviste en Corea?
"No nunca estuve en Corea. Estuve
en China y no para entrenarme..."
A mí me dijeron, Federico, que recibías
junto con otros muchachos de aquel tiempo, ayuda económica de los chinos para
desarrollar el maoísmo en México, pero que ustedes les hicieron chicanadas, ya
que para justificar el dinero, se iban al Ajusco y se fotografiaban, metralleta
en mano, como si de verdad fueran guerrilleros y luego les daban las fotos..,
le comentó la reportera.
"¡Eso es absurdo interrumpió,
mientras con los labios un poco apretados trataba de sonreír.
"Los chinos dijo nunca fomentaron
movimientos guerrilleros, en ninguna parte. Ellos siempre respetaron las
posiciones las revoluciones de todo el mundo y a los países.
Me decían: "Nosotros te podemos
platicar cómo le hicimos acá, nuestra historia y allá ustedes sabrán si se vale
o no se vale, si se puede o no se puede". Recibíamos de China muchas
publicaciones: Pekín Informa, cantidad de folletos, libros de Mao-Tse-Tungo,
etcétera. Ese, realmente, fue todo el apoyo.
Epoca de guerrilla urbana
¿Fue en ese tiempo en el que se
desarrollaron muchas denominadas células de estudio en las que participaban
jóvenes?, se le preguntó.
"Rico Galán y demás",
respondió.
No, entre los jóvenes, eufóricos por lo
ocurrido en 68, se le dijo.
"Después del 68 fue la guerrilla
urbana señaló. La Liga 23 de Septiembre, cuyo nombre dicen que provenía de la
fecha en que entró el Ejército en el Politécnico. Era la guerrilla, como te
decía, por la influencia de la Revolución Cubana del Che Guevara, del foco guerrillero...
Era aquello de, "nos juntamos tres valientes y hacemos la
Revolución", ¿no? Era para los que participaron en la Revolución Cubana el
cambio en sí, el cambio de cómo. Entonces acá se daban la explicación
superficial y fácil de "se puede... así que vamos". Luego vuelta a la
teoría con Debray (Regris), la revolución en la revolución que llenó América
Latina.
"Cuando estuve en China en 1964
agregó yo iba con la concepción de Debray, y decía que en México la cosa estaba
fácil. Allá los chinos, muy tranquilos, muy amables, mensurados, como también
le dijeron al Che, expresaron: "eso no es cierto, lo que pasó en Cuba es
otra cosa; ustedes no lo han entendido pero es otra cosa". Entonces
nosotros no estábamos, pues, por el foco guerrillero, ni andábamos organizando
guerrillas, sino que estábamos organizando la lucha campesina, la lucha de
masas, para posteriormente tener una fuerza política y quizás militar".
¿En qué estados estuvieron?
"En el norte, en Durango... por
cierto que Sócrates el día 2 de octubre, después del mitin, se iba a salir del
movimiento para irse a Durango, al campo, porque ya sentíamos que la represión
estaba encima y que Sócrates iba a ser uno de los que liquidarían... pero ya no
llegó, también lo detuvieron."
Cuando la represión se sintió en serio
¿Cuándo supieron que estaban derrotados
en el 68?
"Después de la toma de Ciudad
Universitaria. Fue cuando se sintió en serio la presión, y la represión del
Estado, la fuerza. Pero ya no se podía parar el movimiento,
teníamos que seguir", respondió.
Debe ser terrible la impotencia, ¿qué
trataban de hacer ustedes no obstante darse cuenta que estaban derrotados?, se
le preguntó.
"Tratábamos de evitar la represión
lo más que se pudiera. Por ejemplo, el mismo 2 de octubre estaba programada una
marcha de la Plaza de las Tres Culturas al Casco de Santo Tomás. Pensamos
suspenderla hacer el mitin en Tlatelolco y ahí terminar. Esa era una manera de
evitarla, lo cual no era fácil. En mucho, no dependía de nosotros, sino del
Estado, pero éste se encontraba decidido a apagar el movimiento como fuera...
Algunos teníamos conciencia de eso, Perello (Marcelino), no. El siempre dijo
que el movimiento era irreprimible y lo fundamentaba en que los líderes no se
podían vender y que si los metían a la cárcel surgirían otros; en que siempre
estarían las asambleas generando nuevos líderes y en fin que era irreprimible.
"Los que sí teníamos conciencia de
que el movimiento estaba derrotado siguió diciendo, que nos iban a dar,
buscábamos evitar la represión."
Pero, ¿en qué fundamentaban ustedes eso
de que sí les iban a dar?, se le dijo.
"Bueno, teníamos enfrente las
Olimpiadas y se pensó en la famosa tregua olímpica, cosa totalmente absurda
porque un movimiento está y camina, como aquél; teníamos la experiencia de
otros movimientos que habían sido reprimidos violentamente por el mismo
Presidente, como el movimiento médico, el movimiento popular en Sonora... y
estaba claro que esto iba a pararlo el Estado".
¿Llegaste a odiar a alguien como
consecuencia de todos aquellos acontecimientos?
"No, a Díaz Ordaz no... ni
siquiera a Miguel Nassar Haro. Se ve que es un hombre del sistema, que estaba
cumpliendo su función..."
Con la Derrota del 68 Murió el Maoísmo
en México: Emery U.
No era un Movimiento Consistente,
Afirma
Todos sus Dirigentes Fueron a la Cárcel
El Fracaso y la Enseñanza fue muy
Grande
Tercera parte de cuatro
Publicado el 30 de marzo de 1985
"Le faltó solidez". Y con
esta frase, Federico Emery Ulloa, líder estudiantil 17 años atrás, admitió que
con la derrota del movimiento del 68, el maoísmo en México ya no se volvió a
levantar.
"El maoísmo no era un movimiento
consistente. Los 15 o 20 dirigentes fuimos a dar a la cárcel. Las bases eran
relativas, clandestinas que te dicen a la hora de la hora: "no, pues yo no
sé". Como te digo, no había solidez, eran más que nada ideas de Mao que se
difundían y que, aparentemente, se aceptaban. Había movimientos campesinos
fuertes, como el de Durango, por ejemplo. El maoísmo terminó entre el 68 y el
69". dijo.
Nativo de Acaponeta, Nayarit, hijo de
un ingeniero metalúrgico inglés que explotaba minas de plata por aquellos
rumbos, y de una maestra rural, Emery Ulloa, clavó la mirada en el café negro
que consumía durante la entrevista y escuchó la pregunta:
El maoísmo no resistió, pero hubo
corrientes que sí continuaron ¿cuáles fueron éstas?
"El Partido Comunista, el
trotskismo, Heberto quien surgió del Movimiento de Liberación Nacional, con un
nacionalismo democrático, progresista, cardenista, con mucha influencia de la
Revolución Cubana. La corriente que formó sí tenía posibilidades reales de
existir. El maoísmo no las tenía."
¿Consideras que la forma de ser del
mexicano, sus fundamentos religiosos, no le dieron esa posibilidad?, se le
preguntó.
"No, fíjate que había cosas del
maoísmo, muy claras, muy concretas, muy precisas, como las citas de Mao, que la
gente sí las entendía e incluso buscaba aplicarlas, no en el afán de hacer la
revolución, sino de poner en práctica algunas ideas."
¿Censurabas tú el culto a la
personalidad con Mao Tse-Tung?
"Creo que nosotros mismos
participábamos de ese culto, contestó.
A estas alturas, ¿qué piensas tú del
maoísmo, de como lo desarrollaron en México? ¿Consideras que fue un error de
juventud?, se le inquirió.
"No. Más bien como una
experiencia. Me enseñó muchísimo... Para mí fue un fracaso grande y una
enseñanza grande...", fue su respuesta.
Como dicen en el boxeo, ¿te dieron con
el puño en la nariz, te sentaron? Pero y luego ¿te levantaste?, se le
puntualizó.
"Sí. Me levanté a
reflexionar."
Castro Bustos Falcón y Roquet
En aquella cafetería de la calle de
Liverpool, la voz de una mujer retumbó en un aparato de sonido, en busca de un
tal señor Smith. Eso obligó tanto a la reportera, como al ingeniero civil, a
casi gritar.
¿Volviste después a la UNAM?, se le
dijo.
"Sí. Volví y empecé a trabajar
ahí... Por cierto que años después encontré a Salvador Roquet, aquel siquiatra
que me hizo víctima de la tortura refinada, en plena explanada de Ciudad
Universitaria. Estaba con Castro Bustos y Falcón (Miguel y Mario,
respectivamente, quienes en los principios de la década de los setenta se
posesionaron, violentamente, de la rectoría de la UNAM, donde permanecieron
casi seis meses), manejándolos. Yo colaboraba con el rector Pablo González
Casanova, para ver si los sacábamos de ahí. Fui a hablar con ellos. Ellos me
conocían muy bien..."
¿Qué dices que andaba haciendo Roquet?
se le insistió.
"Estaba yo hablando con ellos en
la explanada, por la noche. No había nadie más. Todo estaba solo en toda Ciudad
Universitaria, cuando llegó Salvador Roquet a darles instrucciones. Los jaló,
les dijo y seguramente les dio drogas: los tenía controlados."
¿No te dio coraje cuando lo viste?
"Lo que pensé es que tenía que
seguir hablando con ellos."
La tortura no te causó problemas posteriores?
"No sé, a lo mejor lo que me pasa ahorita, que estoy
tenso, nervioso. Aunque no creo que me haya afectado en mi personalidad...
Nunca he visto un siquiatra, bueno aparte de Roquet..."
Por primera vez se rió a carcajadas,
secundado por la reportera. Hasta la mesa llegó diligente un mesero y
nuevamente sirvió café, a lo mejor para que se guardara silencio. Se continuó
la entrevista y se le preguntó:
Cuando te acuerdas del "68,
¿cuáles son lo recuerdos que se imponen, los amargos o los mejores?
"No, fíjate que me acuerdo más de
la accion. De la participación con los muchachos, con los jóvenes aquí y
allá... las discusiones con Raúl (Alvarez Garín). Eramos amigos desde
principios de los sesenta y nos llevábamos muy bien. Yo siempre he sido muy
respetuoso de la ideología y de las posiciones de cada quien..."
¿Y los demás han sido respetuosos
contigo?, se le interrumpió.
"Creo que sí... Raúl nunca aceptó
el maoísmo. A él le parecía una cosa así, como te diré...superficial. Raúl es
muy inteligente, pero tampoco me convencía su posición.
Era anti-PC, pero por muchas razones
personales ¿no?, discutíamos teóricamente, discutíamos del movimiento, de los
desplegados a veces, de los discursos... El discurso famoso de Barrón, Zárate
(Raúl), Sócrates (Campos Lemus) y Fausto Trejo, el que se leyó en el Zócalo el
27 de agosto, lo hicimos alalimón Raúl (Alvarez Garín), Gilberto (Guevara
Niebla) y yo... Era una cosa más bien retórica."
¿En 68 no eran ustedes demasiado
teóricos y que, cuando se enfrentaron a la práctica, no supieron llevarla
adelante?
"El movimiento era muy concreto,
ya que se trataba de salir a la calle, de mantener una posición frente al
Estado. Na había mucho que pensar en cuanto a tácticas o estrategias, para
llevar el movimiento a un triunfo. Empezó, se echó a andar y había que seguir.
Entonces las discusiones teóricas, por cierto, se dieron en todos los niveles.
Eran las hora y horas ahí; que Lenin dijo, que Trotsky dijo, y etcétera; no
tenían mucho que ver. Finalmente de lo que se trataba era ¿qué vamos a hacer
mañana? ¿salimos a la calle? ¿vamos a hacer pintas o lanzamos brigadas? y
demás. Era a lo que finalmente llegábamos, después de horas y horas de
discusión".
De los beneficios políticos
Federico hurgó en la cajetilla de sus
cigarros sin filtro. Estaba vacía. Entonces tomó uno con filtro y empezó a
fumarlo, con intensidad.
¿Crees que muchos se han beneficiado
con todo aquello?, me refiero políticamente, se le preguntó.
"Creo que sí. La Reforma Política
es eso. Es legalizar las posiciones conquistadas. Es asumir una posición real
de fuerza política.
¿Cuánto tiempo pasaste en la cárcel?
"Exactamente dos años. De ahí salí
a Chile. Allá tuvimos contacto con los muchachos de acá. Supimos que la
manifestación del 10 de junio se planeaba y en general, allá todos opinamos que
no debía realizarse, porque no tenía objetivos reales, es decir que se había
organizado esencialmente por el Movimiento en Monterrey, que ya estaba
resuelto; la negociación ya estaba planteada. Por eso nosotros opinamos que no
debía realizarse. Entonces llegamos a México y yo creo que ninguno de los que
estuvimos en Chile participó en la marcha".
¿Quiénes estuvieron en Chile?
Raúl Alvarez Garín, Luis Gonzalez de
alba, "El Búho" Valle, Luis Tomás Cervantes Cabeza de Baca, Fausto
Trejo, en un grupo separado junto con Sócrates... y creo que son todos.
¿Estaba Manuel Marcué Pardiñas en
Chile?
No. Él había salido de la cárcel meses
antes de que nosotros fuéramos enviados a Chile. El se opuso a que nos fuéramos
a Chile, porque decía que no podíamos aceptar una expatriación.
¿Estaba Manuel Marcué en la
manifestación?..., se le preguntó.
Fue sólo a marchar y por cierto después
lo persiguieron, le achacaron el movimiento. Seis meses estuvo perseguido hasta
que consiguió un amparo.
¿Por qué diría Sócrates Campos Lemus,
que Marcué Pardiñas estaba en Chile?
Yo creo que se confundió...
El PRI es el México Político, Dice
Emery Ulloa, ex Líder del 68
Reyes Heroles Influyó Para Convencerme
No Hará Gran Cosa la Izquierda en
México
Avances, Desde el Movimiento
Estudiantil
Cuarta y última parte
Publicado el 31 de marzo de 1985
Dos Jesús es recientemente fallecido,
influyeron en la posición política de Federico Emery Ulloa, dirigente
estudiantil en el 68. Jesús Silva Herzog en cuanto a su radicalización después
del movimiento y Jesús Reyes Heroles para convencerlo de todo lo contrario.
Así, de maoísta que fue, pasó a ser priísta y su pensamiento actual es que
"la izquierda este siglo no hará gran cosa en este país" y que
"el PRI es el México político".
Y Federico, igual que otros muchachos
que participaron en el liderazgo del movimiento estudiantil de aquellos años,
también fue llamado por Luis Echeverría, cuando
éste ocupó la Presidencia de la República.
¿Tuviste alguna relación con el
Presidente Luis Echeverría?, fue la pregunta.
"Sí. Por el año de 1973 o 1974
hubo una reunión en la UNAM (donde aún trabaja en la Secretaría de la Rectoría,
como colaborador del rector Jorge Carpizo). Me pidieron que lo saludara y lo
saludé. Me recordó muy bien. Se acordó de mi mamá. Me dijo: "Tu mamá es
una maestra rural que trabajó en la sierra de Nayarit". Esto es, me contó
la historia de mi madre", respondió.
¿Trabajaste para él?
"No. Me invitó a varias giras y
estuve con él en diversos estados acompañándolo... Me interesaba conocer muchas
cosas, sobre todo el campo y estuve en Sonora y Sinaloa, entre otros
estados", contestó.
¿Fuiste a China cuando fue Echeverría?
"No. Y nunca me ofreció chamba...
tampoco yo se la pedí".
Silva Herzog y Reyes Heroles
¿Hubo alguien que influyera en tu
posición política?, fue otra pregunta.
"Paradójicamente, dos grandes mexicanos que murieron
recientemente, en cierto modo, influyeron en mí. Primero, don Jesús Silva
Herzog, en tener esa actitud radical...
Lo visitábamos algunos amigos y yo. Platicábamos,
una, dos, tres semanas, durante meses. Fue un gran hombre. Ahora pienso que
estaba decepcionado de la Revolución Mexicana. El nos decía: "de que tiene
que haber un cambio, tiene que haberlo: en la revolución". Nosotros éramos
muy jóvenes; a mí me impactó mucho".
Pero supongo que don Jesús Silva Herzog
no les decía si el cambio revolucionario debía ser de acuerdo al maoísmo a
guevarismo...
"¡No, para nada! interrumpió
Federico. Nosotros lo veíamos como un hombre muy respetado, como el sabio
mexicano".
¿Cuál fue el otro hombre?
"Don Jesús Reyes Heroles. Influyó
para convencerme de todo lo contrario, de que la Revolución Mexicana tiene
mucho que dar.
¿Entonces fue Reyes Heroles quien
fundamentalmente, te convenció para que abandonaras el maoísmo?
"En parte fue mi experiencia y en
parte don Jesús (Reyes Heroles) porque es cierto, platicamos muchas veces.
¿Crees que ambos actuaron como
verdaderos maestros y te dejaron cometer los errores para luego encausarte?
"Sí, para decir
"apréndelos".
¿Eres priísta?
"He sido delegado del PRI en los
estados de Guerrero y Morelos... delegado de organización".
¿Cuándo se registró ese cambio?
"Antes del inicio de la campaña
presidencial última, me invitaron a participar en el IEPES (Instituto de
Estudios Políticos, Económicos y Sociales) donde elaboré estudios sobre todo en
el área educativa. Después colaboré con Silvia Hernández, cuando la nombraron
secretaria de organización y fue cuando me enviaron a Guerrero.
Entonces conocí lo que es el PRI."
Lo que es el PRI
¿Y qué es a tu juicio el PRI?, fue la
interrogante.
"En Guerrero y Morelos visité los comités municipales,
los seccionales y en serio vi que el PRI es el México político", afirmó.
¿Por el poder?, se le dijo.
"La gente participa esencialmente
porque el PRI es el partido en el poder, pero también por tradición, por
México... para ellos el PRI es México."
¿Cambiaste de camiseta como se dice
vulgarmente? ¿La otra te quedó chica o grande?, interrogó la reportera.
"No, no es cambio de camiseta. Es
experiencia política. Creo que la izquierda este siglo no va a hacer gran cosa
en este país. Al pensar en cambios sustanciales en México no había otra
posibilidad que mejorar cada vez más el Estado."
¿Pero crees que se puede con una
estructura tan viciada?
"Yo creo, que ahora sí está
haciendo un esfuerzo el Presidente. Quizá termine el sexenio y digan que fue lo
mismo, pero yo creo que hay avances, precisamente a partir de 68; avances en la
democracia, en la participación, en la conciencia política. Una prueba es la
Reforma política."
Reyes Heroles fue el artífice de la
Reforma Política, ¿qué decía sobre ésta?, se le preguntó.
"Sus ideas fueron siempre muy
claras, muy precisas, de buscar la participación de todas las corrientes."
¿Pero, consideraba don Jesús que la
Reforma Política era el resultado del movimiento del 68?
"No. Lo analizaba como una
necesidad histórica, porque surgían corrientes distintas que expresaban
posiciones de diversos sectores de la sociedad. Yo creo que 68 sí influyó en
eso. El no lo dijo, o no lo aceptó" recalcó.
Los movimientos que ya se están dando
¿Crees que en estos tiempos pueda
surgir un movimiento de la magnitud de aquél?
"Creo que no, porque el movimiento
tuvo su origen en una opresión, en una imposibilidad de acción, porque no había
vías de expresión. Creo que ahora el gobierno tiene una política específica
para los jóvenes, tanto para los de zonas marginadas, como para los jóvenes
obreros, para los jóvenes campesinos, para los pasantes que son, estos últimos
los que más padecen el desempleo. Si lo llegara a haber, no será un movimiento
con las características de aquél, sino por los problemas de marginación, aunque
ya se están dando los movimientos en las colonias populares y también en los
sectores estudiantiles."
Se dice que tú manejas muchachos de las
preparatorias populares. ¿Es así?
"No. Durante el rectorado del
doctor Soberón, me tocó organizar una coordinación por parte de la UNAM para
tratar todos los asuntos con la Preparatoria Popular, que es una escuela
incorporada. Entonces ¡claro que tuve mucha relación con los muchachos de la
Preparatoria Popular!, pero desde una posición institucional de la universidad.
Creo que, en cierto modo, se resolvieron algunos de los problemas que había
y... los muchachos me estimaban... me siguen estimando algunos todavía.
Pero, no, no hubo ningún otro tipo de
manejo" expresó.
¿Qué es para ti 1968?
"Es una respuesta de la sociedad
que podía moverse, ante una situación de opresión, de represión, de
endurecimiento del Estado; endurecimiento que empezó a generarse desde el
mandato de Miguel Alemán y se vuelve cada vez más y más duro, y también por las
características del Presidente de entonces, Gustavo Díaz Ordaz, quien
tácticamente pudo haber manejado el movimiento, de otra manera.