La ignorancia de la ignorante

En el imaginario popular se nos hizo creer que Ernesto Zedillo perteneció a la «generación del esfuerzo», en una bibliografía de la “prestigiada” editorial Clio  se nos dice que en Mexicali vendió periódicos, tornillos y aguas frescas (no sé cómo un niño de 12 años se sienta en una esquina a vender tornillos a menos que sean de pulque)

Según la biografía oficial publicada por presidencia de la república, Zedillo pese a las limitaciones económicas se inscribió en el IPN y después gracias a una beca de Nacional Financiera fue a Yale (parecido al caso de José Antonio Meade)

Zedillo, como por arte de magia en 1988 se convirtió en Secretario, de Programación y Presupuesto es decir una de las cuatro más influyentes y "prestigiadas", hay diversas versiones desde que es hijo de un generalote del Ejército hasta que es hijo no reconocido de Manuel Ávila Camacho, pero sin importar su real proveniencia es hijo del influyentismo, al que nos tenían tan acostumbrados en este país.

Zedillo no estaba preparado políticamente, ni económicamente, no figuraba entre las estructuras sociales como posible candidato a la presidencia de 1994, de hecho él mismo se había descartado desde 1992 ante sus más cercanos colaboradores, fue candidato porque a Salinas no le quedaba otro.

Hoy nos presentan una señora que dice ser de proveniencia indígena, aunque luego  corrige y dice que es de padre y madre mestizos (solo como dato, en el censo de 1960, la población indígena de Francisco I Madero, era de 6.1%), una mujer que vendió gelatinas para ayudar a su familia, aunque en su casa y en el entorno de su vida, nunca haya existido necesidad de ese tipo de urgencia (quizá vendió tornillos de pulque pues la zona donde nació corresponde a esa típica bebida)

Nos presentan una mujer que no ha sido Secretaria, ni Gobernadora (aunque fue candidata en 2010 a la de Hidalgo) ni presidenta municipal (aunque fue Jefa Delegacional en Miguel Hidalgo), ni legisladora por elección (la Senaduría que detenta proviene de la lista Nacional del PAN)

En el 2000 la señora Gálvez fue nombrada directora general del instituto Nacional indigenista que después en el cambio de nomenclatura (reingeniería le llamaron los consultores que nos cobraron 194 millones para dar nombres pomposos a instituciones caducas) del señor Fox, se denominó Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

Ella no es hija del influyentismo, quizá es hija del descuido, de ese descuido que hizo funcionarios a una bola de ineptos, del descuido de los mexicanos que votaron (en espera de un cambio) por un ranchero botudo, ignorante, ocurrente y dicharachero y hoy decadente.

Zedillo parte del sistema salinista, no fue rebasado por la inoperancia económica del salinato, fue parte del problema que luego le reventó en las manos, el error de diciembre (o de enero) de Zedillo no fue algo súbito, fue resultado de una pésima política económica desarrollada durante 5 años anteriores a su administración, fue resultado de una política económica en donde él fue directamente responsable.

Zedillo no era ignorante, de hecho fue candidato (y después presidente) porque de los elegibles era el más capaz tenía una sólida formación económica, pero Gálvez aparte de ignorante no tiene formación de ningún tipo.

La señora Xóchitl, no es más que un pez globo inflado ficticiamente por las esferas del poder mediático que tras un pinchazo será desinflado para ungir al verdadero tapado de la oposición.

Salud