Hacia mediados de 1977, sólo para demostrar a Echeverría que
si se podía, Don Jesús se encargó de generar una propuesta para la incorporación
de fuerzas políticas bajo la figura de registro condicionado o definitivo y en ”igualdad”
de condiciones para los participantes, surgió así la Ley de Organizaciones
Políticas y Procesos Electorales (LOPPE) que es el primer instrumento de
participación política de los partidos políticos, en los procesos electorales
nacionales.
Se creó una Comisión de vigilancia que quedó integrada por
el Secretario de Gobernación, un representante de cada una de las cámaras
legislativas, un representante por partido con registro y un notario público.
Sólo sirvió para que diversas fuerzas electorales obtuvieran
recursos a partir de su registro, hubo algunos diputados ”de oposición” además
de los panistas y me acuerdo mucho del “Colegio Electoral” de 1979 en que todos
los diputados de las nuevas fuerzas políticas deseaban estar en tribuna, sin
tener absolutamente nada que decir. SALUD
En 1987, tras el surgimiento de la Corriente Democrática al
interior del PRI, de manera apresurada las cámaras aprobaron una reforma
Constitucional para introducir el criterio de representación proporcional en la
conformación cameral llevando los diputados a un número de 500, crearon además la
Comisión Federal Electoral (CFE), creo la famosa clausula de gobernabilidad que
permitía al partido mayoritario mantener control de la cámara de
diputados. SALUD
Tras el proceso electoral que calificó la elección de presidente
de la república y declaró a Carlos
Salinas electo con apenas el 50% de los votos válidos y siempre bajo
presión, siempre como resultado de un caos generado como consecuencia de la
falta de democracia real, siempre al aventón, entre 1989 (ya cuando el PAN
había “negociado” la primera gubernatura y en pleno proceso de concertacesión)
surgió el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE)
y ordenó la creación del Instituto Federal Electoral (IFE), figuras legales muy
bonitas pero arto ineficientes.
Desde ese primer IFE las “fuerzas políticas”
coptaron los espacios “negociaron” la colocación de sus
consejeros de sus afines para “garantizar” sus intereses, siempre bajo presión.
Para el proceso electoral de 1994, desde agosto de 1993 se instituyó
la figura de “consejeros ciudadanos” además surge el “acuerdo de un padrón
electoral, de la credencial para votar con fotografía, pero ya para 1994, en
plena efervescencia política nacional (EZLN, asesinato de Colosio, pérdida de
poder presidencial) el caos nuevamente domina y apremia, resolver los problemas
de los procesos electorales federales del 88 y 91, era la prioridad.
Así bajo presión de todos lados, hasta de los “asociados”
del régimen a través del “Grupo San Ángel” surge lo que se ha denominado el
cambio democrático y quizá (de no ser por la marginación que se dio la las
propuestas de los partidos minoritarios: PPS, PARM, FPCRN, PDM, PT y PVEM) a
pesar de las premuras fue el mejor proceso legislativo, lo que se llamó “los
acuerdos de Barcelona” dieron paso a la reforma constitucional y
adecuación legal para el proceso electoral y quizá el caos del México de ese
momento, evitó que se contaminara con pendejadas, pero pronto quedó rebasado
por la realidad del México de siempre, de la transa y el cochupo, de la
componenda y la “negociación” apenas pasada la elección federal a gritos se pide
una nueva reforma electoral, de ahí en 1996 surge lo que hasta ahora se conoce
como IFE, con independencia (desligado por primera ocasión del gobierno) y
autonomía (presupuestal y técnicamente), con un órgano decisorio.
Logró sobrevivir más de 10 años pese a los “embates”
de las “fuerzas políticas” nacionales y tras el proceso electoral de
2006 (cochinero descomunal incluso aceptado por el propio Consejero Presidente)
nuevamente claman los partidos políticos la necesidad de otra reforma electoral
y con la presión a cuestas se “arregla” lo malo, ahora tras el proceso de 2012
y otro cochinero se vuelve a “arreglar”, bajo presión, para solucionar
cuestiones coyunturales, con una visión partidista y sin una mira de gran
alcance, México siempre arregla lo urgente (y a los mexicanos nos cuesta mucho)
sin ver que arreglar es pensar en 40 o 50 años, llevo treinta años viendo
parches (ahora el INE) que en el corto (muy corto) plazo resultará a parte de
costoso, absolutamente ineficaz.
SALUD
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