sábado, 5 de julio de 2014

Qué hacer ante maltrato infantil en una escuela



Hace apenas unos días circula un video de abuso escolar por parte de un grupo de jovencitos contra uno de sus compañeros en una secundaria de Emiliano Zapata en Tabasco, una serie de reclamos a la “autoridad” (a la falta de esta) para “actuar” en consecuencia.

Me pregunto ¿qué puede hacer un director de escuela secundaria ante un caso de acoso escolar, de agresión?, ¿podrá llamar a los padres de familia de los acosadores?, ¿podrá suspender a los abusadores?, ¿podrá expulsar a ese grupito de mafiosos?

Bien, pues en realidad no hay reglamentación alguna respecto de las facultades de director (o del maestro) al respecto, en cada plantel escolar se actúa conforme al “entendimiento” (si es que lo tiene) del profesor y del director.  Verdaderamente el primer paso es llamar a los padres de familia y (ante la posibilidad de que lleguen) seguramente esa violencia de esos niños, es sólo reflejo de la violencia que en el hogar de ellos existe, es decir, es consecuencia de una familia violente, en la que velada o abiertamente, alguno o ambos miembros (incluso de más de dos) ejercen, el niño aprende lo que vive, se educa en su hogar con actos violentos y los transmite, como consecuencia natural de su aprendizaje.

Así pues, los padres de familia reprenderán a sus hijos en ese momento o en otro, pero NO cambiarán sus actitudes personales y el niño seguirá aprendiendo que actuar con violencia es NATURAL, seguirá acosando, agrediendo, insultando, denostando y asediando a cuanto compañero pueda, incidiendo, de manera natural sobre los que menos se defienden.

Pero, muy seguramente el o los padres de familia NO acudirán a la cita, pues en términos generales esos padres de familia son los menos interesados en el proceso de enseñanza de sus vástagos, es más, seguramente el joven ni siquiera comunicará a sus padres la citación.

Entonces la “autoridad” educativa podría actuar con mayor firmeza, digamos no permitiendo el acceso del menor al plantel uno o tres días o una semana e incluso suspendiéndolo definitivamente, lo que CONTRAVIENE el espíritu y la letra de la constitución y las leyes, pero lo podría hacer, lo que conllevaría a sanciones administrativas, civiles y hasta penales, contra el profesor o director que lo hiciera.

También podría reprender de manera pública (digamos en la ceremonia cívica del lunes) al o los acosadores y violentos, haciendo saber a TODA la escuela que ya se han dado cuenta de su actuar y que TODOS los estarán vigilando, saben cuál será la respuesta de ese o esos niños así reprendidos, PUES SÍ, mayor violencia.

Pero también podría el niño reprendido acusar a quien realice ese acto de una violación a sus derechos humanos, de una infracción a la reglamentación y hasta de agresión y humillación pública, es decir. Eso tampoco es un camino reglamentado.

Podría, en un caso extremo sacarlo al patio de la escuela con un ladrillo en cada mano y exponerlo ahí, uno, dos tres días; lo que además de todo lo anterior, es un delito.

¿Qué hacer? señor Chuayffet, ¿quizá huste (así) tenga respuesta?


SALUD

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