Pese que para los mexicanos, para el 49 por ciento de ellos,
la gestión administrativa del actual gobierno federal no alcanza niveles de
satisfacción, pese a que la economía sigue detenida, pese a que la mecánica
legislativa se empantanó y se complican las legislaciones de telecomunicaciones,
electoral, financiera, de competencia económica y especialmente energética; en
la visión de Peña Nieto, “vamos
bien y estaremos mejor” SALUD
El discurso insiste en que todo es perfecto y que será
mejor, sin embargo, los analistas económicos no vislumbran cambio sustancial en
la dinámica económica durante el año, ya hoy las más favorables estimaciones de
crecimiento del PIB para este año no llegan a los 3 puntos porcentuales y hay
analistas que sitúan el crecimiento por debajo de dos. SALUD
Pero lo realmente preocupante, no está en esa posibilidad,
sino en que la mayor parte de los estudios serios hacia 2015 y posteriores
años, consideran que lejos de lograrse el impulso económico deseado con las
denominadas “reformas estructurales”, se genere inestabilidad social que
produzca retrotraimiento en los factores económicos y detenga abruptamente el
escaso crecimiento de México.
Ya los órganos legislativos nacionales regresaron a su
lógica de ceder poquito y “avanzar” lo menos posible o en el
mayor tiempo posible, de hecho, ya se aventaron, de hecho la fractura en el PAN
ya aventó la legislación hacia el siguiente periodo legislativo y parece que no
hay capacidad interna para aglutinar el voto, casi añoro la figura de Diego en
el 88 que al convertirse en “la ardilla” logró que los
legisladores de ese partido político votaran a favor de todo lo propuesto por
el salinato.
Las fuerzas armadas cansadas de servir como parapeto en una
guerra que no les incumbe, ya manifestaron de manera clara y muy firme, la necesidad
de establecer legislación para intervenir en asuntos de seguridad pública y
establecer los límites a su actuación.
Los jeques estatales y sus camarillas, se sienten relegados
en materias tan importantes como la determinación de acciones de desarrollo
local y han empezado a condicionar su participación en acciones federales a
actividades de prioridad local, empezando por los gobernadores priistas que
sienten que hacia el proceso electoral de 2015 perderán todo su poder de decisión
en las candidaturas locales.
Pese a lo cual el discurso gira en torno a lo bien que
estamos y lo mejor que estaremos, aunque el mensaje no está sustentado en la
realidad inmediata, lo que hace que Peña
Nieto continúe perdiendo aprobación y se incrementen los niveles de
desaprobación a su gestión.
Ya el proceso electoral federal de 2015 inicia (aunque
parece que no habrá legislación específica para él) en agosto próximo y los
grupos de poder local del PRI observan muy lejana la posibilidad de mantener mayorías
en las cámaras federales y hasta algunos, de lograr mantener el control local
de sus procesos.
Así, mientras la SHCP mantiene un pronostico de 5% en el
crecimiento del PIB hacia 2016 y que supone
(así, sin mayor base metodológica) que llegará al 6 por ciento para 2018, el
FMI está menos optimista y dice que el crecimiento para finales de sexenio no
rebasará el 3.5 por ciento; la legislación de sus grandes “cambios
modernizadores” se quedan empantanadas; el ejército se siente abandonado; los
gobernadores están muy encabronados y la población dejó de creen en todos,
hasta en el ejército.
Las organizaciones civiles (no partidistas) cada vez
adquieren mayor peso en el devenir histórico nacional, los viejos dejamos de
tener miedo, los jóvenes aprendieron a no tenerlo desde su nacimiento.
Como decía Nostradammus “ver significa atreverse a mirar” y ya la población mira, observa,
ve, está dispuesta a luchar por un mejor país, por un país sin mentiras y sin
caciques.
Hasta la victoria.
SALUD
Te recomiendo muy especialmente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario