viernes, 6 de mayo de 2016

Sigamos hablando de encuestas

Hacia mediados del mes pasado tuve en mis manos cuatro encuestas solicitadas (en realidad entregadas por adjudicación directa) por la Sedesol a una empresita de esas que son del amigo del cuñado de la prima del Secretario, que bajo el argumento de medir el impacto del programa “sin hambre” recabaron información de carácter político en los estados de Oaxaca, Puebla, Veracruz y Sinaloa (casualmente en ellas hay proceso electoral local, tres son actualmente gobernadas por la “oposición” y Veracruz se considera muy importante electoralmente hablando.

Con una “metodología” imprecisa, con poco rigor técnico en la “selección” de la muestra y hasta con amplios sesgos por la heterogeneidad de las preguntas, pues en algunos estados y hasta en el caso de Veracruz en algunos municipios, los cuestionarios eran diferentes (el argumento era la necesidad de conocer información específica de municipios seleccionados)

Ya hoy un diario electrónico da cuenta del gasto sólo en la Oficina de la presidencia durante 2014 y 2015 fue de más de 60 millones de pesos y NO se puede acceder a los resultados de esos estudios, que según la propia oficina “se trata de información prioritaria, fundamental, vigente y de uso continuo para la toma de decisiones” pues son tan prioritario como secretos.

Como dije antes, con nuestros recursos ellos hacen lo que les viene en gana, pero ahora analizaremos los resultados obtenidos por Peña Nieto en cuanto a su “gestión”, sólo diré que apenas el 30% de la población en su conjunto la consideran buena, que entre “líderes de opinión” (lo que eso signifique) el nivel de aprobación es de apenas 22% y que más de las tres cuartas partes de la población considera que vamos por ml camino.

Dice Federico Arreola (según  partir de una encuesta de SDP) que a López Obrador lo “conoce o ha oído hablar de él” el 98.5% de la población mientras que de Osorio Chong sólo el 74.1% y esa misma “encuesta” dice que 41.6% de los que saben de AMLO tienen una opinión favorable de él; pues eso es casi el 41% entre TODA la población señor Arreola, mientras que los mismo parámetros dan para Osorio un poco más del 28% y para Zavala unas décimas más que al hijo de la china.

Me entero que ya las “encuestas” encargadas a las grandes casas “encuestadoras” estás siendo “alineadas” (cuchareadas dicen otros) para hacer ver una “muy cerrada” contienda electoral entre tres, pero que en realidad el descontento de la gente hacia el gobierno ahora no se divide entro las otras fuerzas políticas, sino que se carga (mayoritariamente) hacia AMLO.

Me dicen también que hace unos días una de esas casitas encuestadoras de tercer nivel con razón social Mercaei realizó un “estudio” para el IMSS (encargado por otra empresa encuestadora) respecto de las acciones de ese instituto y que los resultados de preguntas políticas apenas le dan un 22% de aprobación a las acciones de Peña Nieto mientras que casi el 75% considera que la política de salud social hubiera mejorado con “otro” tomador de decisiones.

Aunque Roy Campos, afirme que las encuestas no influyen en el ánimo electoral y que tampoco sirven para hacer propaganda, a fuerza de repetirnos que están tan cerradas las preferencias, pueden hacer que la población verdaderamente lo crea, lo que sólo puede llevar a dos escenarios o que la gente manifieste de manera clara y contundente su preferencia (lo que sería pior (así) para el PRI y sus compinches) o que el “lector” de tales encuestas vea en ellas un “natural” equilibrio de fuerzas (personales o partidistas) y consideren “normal” cualquier resultado.

En los meses previos han salido a la luz dos encuestas hacia el 2018.

Un dato “ciego” en ellas es el nivel de rechazo del cuestionario, en ambas más de la mitad de los seleccionados de manera aleatoria “rechazaron” contestar.  En la primera más del 30% dice no saber, ninguno o no contestó a la pregunta y en la segunda es casi la cuarta parte de los que deciden contestar, así entre el 62 y el 69% del total de los mexicanos muestran su rechazo a esos “instrumentos” de medición.

Pero aun observando los datos como tales, como información, se observa que apenas el 22% (aunque en números duros –quitando indecisos, dicen los gurús– votará por el PRI y el PVEM) y el 15 y 16% votará por el PAN.

Otro dato fuerte es que ya Morena es la tercera fuerza electoral nacional, con entre el 12 y 13% del total de la preferencia electoral.

Pero mi apuesta (mis apuestas) en los procesos electorales locales del próximo 5 de junio es que la votación total por Morena estará en el 20% (sin considerar el DF y su “asamblea constituyente”) y el 25% considerando el DF.

Que la población si entendió ya el mensaje y que muy lejos de las “apuestas” de los encuestólogos que “trabajan” para Sedesol (aunque en realidad lo hacen para nosotros) la población mostrará el hartazgo a la actual política nacional.

Pues para el 2018 falta mucho y seguro entonces habrán de ser desenmascarados los ladrones y los rateros (junto con otra fauna política nacional)

SALUD

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