Hacia mediados del mes pasado tuve en mis manos cuatro
encuestas solicitadas (en realidad entregadas por adjudicación directa) por la
Sedesol a una empresita de esas que son del amigo del cuñado de la prima del
Secretario, que bajo el argumento de medir el impacto del programa “sin hambre” recabaron información de
carácter político en los estados de Oaxaca, Puebla, Veracruz y Sinaloa
(casualmente en ellas hay proceso electoral local, tres son actualmente
gobernadas por la “oposición” y Veracruz se considera muy importante
electoralmente hablando.
Con una “metodología” imprecisa, con poco
rigor técnico en la “selección” de la muestra y hasta con
amplios sesgos por la heterogeneidad de las preguntas, pues en algunos estados
y hasta en el caso de Veracruz en algunos municipios, los cuestionarios eran
diferentes (el argumento era la necesidad de conocer información específica de
municipios seleccionados)
Ya hoy un diario electrónico da cuenta del gasto sólo en la
Oficina de la presidencia durante 2014 y 2015 fue de más de 60 millones de
pesos y NO se puede acceder a los resultados de esos estudios, que según la
propia oficina “se trata de información prioritaria, fundamental, vigente y de uso
continuo para la toma de decisiones” pues son tan prioritario como
secretos.
Como
dije antes, con nuestros recursos ellos hacen lo que les viene en gana,
pero ahora analizaremos los resultados obtenidos por Peña Nieto en cuanto a su “gestión”, sólo diré que apenas el
30% de la población en su conjunto la consideran buena, que entre “líderes
de opinión” (lo que eso signifique) el nivel de aprobación es de apenas
22% y que más de las tres cuartas partes de la población considera que vamos
por ml camino.
Dice Federico Arreola
(según partir de una encuesta de SDP)
que a López Obrador lo “conoce
o ha oído hablar de él” el 98.5% de la población mientras que de Osorio Chong sólo el 74.1% y esa misma
“encuesta” dice que 41.6% de los que saben de AMLO tienen una opinión favorable
de él; pues eso es casi el 41% entre TODA la población señor Arreola, mientras que los mismo parámetros
dan para Osorio un poco más del 28%
y para Zavala unas décimas más que
al hijo
de la china.
Me entero que ya las “encuestas” encargadas a las grandes
casas “encuestadoras” estás siendo “alineadas” (cuchareadas
dicen otros) para hacer ver una “muy cerrada” contienda electoral
entre tres, pero que en realidad el descontento de la gente hacia el gobierno
ahora no se divide entro las otras fuerzas políticas, sino que se carga
(mayoritariamente) hacia AMLO.
Me dicen también que hace unos días una de esas casitas
encuestadoras de tercer nivel con razón social Mercaei realizó un “estudio” para el IMSS (encargado por
otra empresa encuestadora) respecto de las acciones de ese instituto y que los
resultados de preguntas políticas apenas le dan un 22% de aprobación a las
acciones de Peña Nieto mientras que
casi el 75% considera que la política de salud social hubiera mejorado con “otro”
tomador de decisiones.
Aunque Roy Campos,
afirme que las encuestas no influyen en el ánimo electoral y que tampoco sirven
para hacer propaganda, a fuerza de repetirnos que están tan cerradas las
preferencias, pueden hacer que la población verdaderamente lo crea, lo que sólo
puede llevar a dos escenarios o que la gente manifieste de manera clara y
contundente su preferencia (lo que sería pior (así) para el PRI y sus
compinches) o que el “lector” de tales encuestas vea en
ellas un “natural” equilibrio de fuerzas (personales o partidistas) y
consideren “normal” cualquier resultado.
Un dato “ciego” en ellas es el nivel de
rechazo del cuestionario, en ambas más de la mitad de los seleccionados de
manera aleatoria “rechazaron” contestar. En
la primera más del 30% dice no saber, ninguno o no contestó a la pregunta y en
la segunda es casi la cuarta parte de los que deciden contestar, así entre el
62 y el 69% del total de los mexicanos muestran su rechazo a esos “instrumentos”
de medición.
Pero aun observando los datos como tales, como información, se
observa que apenas el 22% (aunque en números duros –quitando indecisos, dicen
los gurús– votará por el PRI y el PVEM) y el 15 y 16% votará por el PAN.
Otro dato fuerte es que ya Morena es la tercera fuerza
electoral nacional, con entre el 12 y 13% del total de la preferencia
electoral.
Pero mi apuesta (mis apuestas) en los procesos electorales
locales del próximo 5 de junio es que la votación total por Morena estará en el
20% (sin considerar el DF y su “asamblea constituyente”) y el 25%
considerando el DF.
Que la población si entendió ya el mensaje y que muy lejos
de las “apuestas” de los encuestólogos que “trabajan” para Sedesol
(aunque en realidad lo hacen para nosotros) la población mostrará el hartazgo a
la actual política nacional.
Pues para el 2018 falta mucho y seguro entonces habrán de
ser desenmascarados los ladrones y los rateros (junto con otra fauna política
nacional)
SALUD
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