Dicen que Porfirio Díaz, mantenía la “paz”
entregando prebendas y garantizando fueros; también dicen que el régimen
priista de casi ocho décadas se mantuvo gracias a sus intrincados mecanismos de
cooptación, integración y mimetización de “opositores”; acepto que la política
se hizo para negociar.
En tal
sentido me parecía que en algún momento el régimen de Peña, dejaría el ámbito
de la confrontación contra los profesores y establecería mecanismos de ajuste
para su “reforma educativa”, parece que me equivoqué.
Sin embargo
hay quienes me comunican que el problema no está en que no sepan negociar, sino
en que no quieren hacerlo.
Hace unos
días López Obrador convocó a una
manifestación de apoyo a los maestros (para el 26 de este mes) y desde mi
particular punto de vista consideré que a partir de su experiencia con el caso
de Oaxaca en el que Morena llevó a un candidato “mediocre” y logró ser
segunda fuerza electoral local (medida en votos por partido) y tercer lugar en
la contienda para gobernador; había decidido incursionar en ese camino.
Los
dirigentes políticos miden el impacto de sus palabras (cuando menos debían
hacerlo) y la redituabilidad de sus “alianzas” reales o de facto; hoy el
aparato mediático nacional ha dirigido sus baterías contra Morena y su
candidato más visible; la línea discursiva de una inmensa cantidad de lectores
de noticias y comentaristas en radio y televisión está enfocada a denostar el
movimiento y a sus líderes.
Aquellos que
aseguran que el gobierno no quiere “negociar” con la CNTE, también
aseguran que tanto Chuayffet como Nuño, sólo fueron ahí para desarticular
las estructuras de la coordinadora y garantizar la disgregación de la demanda
sindical, pueden tener razón en tanto que las imágenes y los monólogos de sus
abyectos (cómplices) “comentaristas” sólo llevan odio y
desprecio por los maestros y hasta por parte de la sociedad.
Así pues, la
convocatoria de Andrés Manuel López Obrador
parecía ser otra causa para agregar combustible a la hoguera en que esos
cómplices del sistema político hacen arder a la CNTE, a Morena y muy especialmente
a AMLO.
Sin embargo,
una estructura política caduca, descompuesta, inoperante e inhábil en el manejo
de crisis, parece hacer agua tras los enfrentamientos entre fuerzas del Estado
(locales y federales) y población de Nochixtlan Asunción, que mantienen bloqueada
desde el pasado 15 de mayo parte de la carretera que lleva a la capital del
estado (no sólo eran maestros) y por cierto los pobladores de la región mixteca
(tu'un dau) bloquean esa carretera desde hace cuando menos 20 años cada vez que
los gobierno (de cualquier nivel) no hacen caso a sus demandas.
Una
intervención para desalojar a la población que mantenía un bloqueo sobre esa
vía carretera, acabó en un verdadero desastre (hasta ahora ocho muertos, 30
detenidos, más de 100 lesionados y cuando menos 5 policías federales retenidos
por la población)
Un desalojo
que pudo haber sido de rutina, si se hubiese buscado el diálogo y la
conciliación, que acaba como una masacre contra población civil por parte de
las fuerzas de seguridad pública del Estado (y no me refiero al estado de
Oaxaca).
Un basurero
del que parece naiden (asi) es culpable: Gabino
Cué la misma noche de los hechos nos hizo un cuento chino respecto de los “obscuros
intereses de las fuerzas del mal local que intervinieron en la población e
involucraron a infiltrados hasta de Cuba o Venezuela” para concluir
diciéndonos que los culpables eran los que bloquearon la carretera; Enrique Galindo, quesque comisionado de
la PFP, aseguró unos minutos después que habían sido algunos “infiltrados”
los que habían disparado y la misma PFP aseguró que sus elemento NO llevaban armas
de fuego; no hubo comentario alguno de parte de las estructuras de poder local
o federal.
Además de la
torpeza propia de esta administración, mostraron la cerrazón y la clara
intención de minimizar el asunto.
Hay imágenes
que muestran las armas en manos de policías, aunque en realidad esas armas
están en manos de quienes los dirigen, quienes autorizan y quienes solicitan su
intervención; el mismo Gabino Cué
indicó que: “él había solicitado la intervención pues el bloqueo de la carretera
afectaba ya el desarrollo de la actividad económica local”
Las imágenes
del indiscriminado uso de armas de fuego por parte de las “fuerzas del orden” están
en todos lados y sin embargo los comunicólogos de las cadenas radiofónicas y
televisivas, desde ayer mismo “minimizaron” o “desviaron” el asunto,
haciendo ver que había muertos de ambos lados (lo cual no es cierto), que los
maestros habían iniciado la refriega (lo cual tampoco es cierto) o, el colmo,
que: “nada tenían que hacer ahí los maestros” (pero era domingo y
creo que ellos pueden hacer lo que les dé la gana con ese día)
En fin le
dieron a López Obrador unos muertos, le entregaron a la población una razón
para manifestarse, además de en favor de los maestros en contra (mostrando su
repudio) del régimen fasistoide que desde hace más de
tres años se instaló en Los Pinos.
Es hora de hacerle ver al ridículo, corrupto y autoritario lo que es, independientemente de la
importancia de defender la educación.
SALUD
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