martes, 7 de octubre de 2014

Causas para matar estudiantes

En 1968 el señor Gustavo Díaz Ordaz argumento (como si tuviera algún tipo de información) una conjura internacional para desequilibrar a México ante la realización de la justa olímpica; cuestión que parece caerse de manera irremediable si se revisan las demandas básicas (las originales) de los estudiantes, tan sofisticadas como “la desaparición inmediata de el cuerpo de granaderosSALUD

En los primeros años del echeverriato y como respuesta al activismo social de algunas comunidades estudiantiles locales, se argumentó “la infiltración de parte de grupos extremistas en las instituciones educativas” se uso el tema de “extremistas que pretenden generar un clima de inestabilidad nacional”  SALUD

Cada grupo de poder local ha manifestado diferentes razones, así en Guerrero el tristemente célebre Rubén Figueróa Figueróa, argumentaba en esa misma época que las normales rurales eran “una cuna de guerrilleros” (por cierto, la misma frase fue usada por la señora Elba Esther Gordillo hacia 2005, para exigir su “cierre inmediato”)  SALUD

Por cierto su hijo Rubén Figueróa Alcocer, junto con el hoy gobernador de Guerrero fueron los que a mediados de 1995 atacaron con sus guardias oficiales y paramilitares a los mismos normalistas ya Ayotzinapa, sólo como "escarmiento" por revoltosos y dejaron medio centenar de muertos.  SALUD

Hacie esa misma época en el salinato, jóvenes y viejos activistas simplemente fueron desaparecidos o muertos por las fuerzas obscuras del régimen.

En Oaxaca el muy “activo” activista de la COSEI José Nepomuseno Murat, ya en esa misma época consideraba que “algunas escuelas de nivel superior del estado de Oaxaca, especialmente del Istmo de Tehuantepec, representaban un foco de insurrección”  SALUD

Esos hombres de la historia nacional y local son sólo muestra del entendimiento particular que tienen respecto de la educación y los jóvenes estudiantes, son sólo parte de la historia que pinta de cuerpo completo a nuestros no menos ilustres gobernantes nacionales.

Hacia mediados de la década de los 80, en materia de política educativa federal, el señor Jesús Reyes Heroles (entonces secretario de Educación) solicitó un estudio que permitiera prever las “consecuencias políticas y sociales de realizar un cierre de las escuelas normales rurales” no era un tema fácil, no era un asunto menor pues las escuelas normales rurales eran una “institución” de la revolución, habían surgido a menos de una década de la publicación de la Constitución y para los 80 representaban un importante centro de formación para algunas comunidades y quizá el único esquema de trabajo para muchos jóvenes de ellas.

Durante los trabajos que se realizaron para esa tarea, se recibieron innumerables opiniones de todos los sectores de la población, pero recuerdo dos, por su trascendencia, el del SNTE (entonces dirigido por Carlos Jongitud) que señalaba en principio el servicio que los maestros rurales han prestado a México y la posibilidad de llevar educación a comunidades hasta ese entonces impensables y el del CESP que por el contrario indicaba que el costo de esa educación resultaba altísimo para el Estado mexicano y sus egresados apenas representaban menos del 8 por ciento del total de los profesores a nivel nacional.

En esa gama de “opiniones” se movió la comisión y tuvimos que presentar un documento que con datos duros mostraba que no había posibilidad de llevar educación primaria a las comunidades rurales de estados como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Morelos, Hidalgo. Puebla y Michoacán que no fuera mediante la formación de esos jóvenes de las localidades rurales y su posterior contratación para ser adscritos a esas comunidades, se demostró el arraigo de ellos a las comunidades de adscripción (más del 85% ´permanecía por más de cinco años) y se concluyó en la necesidad de mantenerlas e incluso de fortalecer algunas (entre ellas muchas de las de la zona de Guerrero, Puebla y Morelos que ahora está llena de conflicto social real.

Sólo como parte de esa política, en la década de los 90 el gobierno del estado de Hidalgo (siendo Murillo Karam gobernador), manifestó su voluntad de cerrar todas las normales rurales de la entidad y según me dicen lo lograron hacia principios del 2000 ya siendo gobernador Manuel Ángel Núñez y secretario de Gobierno el señor Osorio Chong, ahí usaron un esquema de “negociación” desarrollado por Eugenio Imaz (ahora director del CESEN) que consistió en “convencer” a las comunidades y cambiar la denominación de los centros educativos a escuelas tecnológicas.  SALUD

La educación normal rural, siempre fue diferente (aunque para algunos sea inferior) a la educación normal urbana y generó educandos (profesores rurales) combativos, informados, comunicativos y hasta guerreros; personas que continuaban haciendo comunidad en su comunidad, que se preocupaban por las carencias reales de las comunidades, jóvenes que exigían respeto a las costumbres locales, al medio ambiente, a la cultura y sobre todo a la capacidad productiva local, esos maestros rurales eran (y son aún en donde han sobrevivido las escuelas normales) beligerantes con el poder, hacen comunidad y logran avanzar en temas importantes.

En Guerrero, en las comunidades de la Montaña y la Costa esos maestros hacen que sus niños conozcan su realidad, comunican casos de vida, enseñan (no se limitan a reproducir contenidos) y hacen niños que de jóvenes exigen, ese es el problema real de la educación normal rural, que señalan al gobierno como responsable de las carencias de las comunidades y sus habitantes, la masacre de normalistas no es resultado de la fiesta del DIF o de la estupidez de 22 policías; es un acto en contra de la inteligencia que generan, es una acción concertada del Estado Mexicano, para mantener su status quo, así que esperar que el señor Murillo vaya a solucionar el problema (cuando él fue quien en Hidalgo inició la desactivación de esa educación) es esperar un verdadero milagro.  SALUD

Ahí, en Iguala (y en otras partes de la región y del país), los poderes fácticos se sienten amenazados, por eso actúan de manera irracional.  Mientras en México el señor Peña se indigna, pero no observa las causas, sólo manda a su perro a lavar las heridas.

Así pues, ellos las fuerzas gobernantes (reales y facticas) no requieren razón, quizá nosotros podamos suponer que la EDUCACIÓN de un pueblo sea razón suficiente, pero NO DEBEMOS PERMITIRLO.

SALUD
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