lunes, 5 de agosto de 2013

Pemex el gran botín



En 1988 y años siguientes, se “convenció” a la opinión pública nacional que un estado obeso, que participaba en todas las actividades económicas era un “estado ineficiente” un estado que no hacía su trabajo por atender empresas, entonces se “acordó” la desincorporación de empresas paraestatales y órganos administrativos, gracias al “poder de convén$$$imiento” que el régimen tenía, a la alianza PRI-PAN y a la falta de organización social.

Ahora, sin lugar a dudas, el gran botín, la joya de la corona o la cereza del pastel por la que apostaron todos los actores políticos priistas desde 2009 es PEMEX.  Por ello Paredes realizó un “pacto” con Moreira; por ella Fidel Herreradejó de lado” su intención de contender por la presidencia de su partido; por ella Manlio se “descartó” en su intención de ser presidente de la república.

Los grupos (ahí no son tribus) se cohesionaron en torno a la figura de Peña Nieto, que representaba la mejor posibilidad de llegar a la grande y desde ahí “distribuirse” el pastel o lo que quedaba de él.

Ese pastel tiene como su rebanada más apetitosa PEMEX, pero parece que la figura para lograr que la repartición se realizara de manera “civilizada” se convirtió el figurín, perdió fuerza, pese a los esfuerzos que realizaron para presentarlo como un verdadero negociador y conductor de procesos de cambio.

Aunque los mexicanos sabemos muy poco respecto del intrincado mecanismo fiscal de PEMEX, conocemos de sobra a los “políticos” y de TODOS ellos sólo tenemos una opinión “son una retahíla de rateros”, todos son tasados con la misma vara y parece que ya llegamos a la misma conclusión (cuando menos de manera mayoritaria) que es: si quieren hacer algo con PEMEX es SAQUEARLA.

Para poder saquearla, venderla o concesionarla o “modernizarla” o como demonios decidan denominar al proceso, requieren mayor recaudación impositiva, pero su “imaginación” para lograrlo, no alcanza para mucho y sólo ven la generalización y aumento del IVA como camino viable, si “ingenio” no alcanza pa mucho.

El “capital político” de Peña, ese que se suponía en más del 60 por ciento se ha visto reducido y para junio pasado apenas llegaba al 40 por ciento, nivel que parece no alcanzar para desincorporar PEMEX y aumentar el IVA.

Hoy sólo el 27 por ciento de los mexicanos están dispuestos a aceptar un incremento en el nivel del IVA y apenas el 12 por ciento de los mexicanos “aceptarían” que se generalizara (es decir que se pagara ese impuesto en alimentos y medicinas) por ello ahora, los grupos antes cohesionados buscan sus caminos para lograr sus intereses, para “cobrar” sus dividendos ya Penshyna salió a defender la reforma energética y sin conocerla asegura que la fracción priista hará suya la propuesta presidencial (sigue sin entender que trabajan para los mexicanos y no para el presidente de a república) SALUD.

Él representa al ala más corrupta del PRI para los resabios del viejo PRI, para las remembranzas del echeverriato y el estado represor de Fernando Gutiérrez Barrios, ellos “que si saben como hacerlo” tienen hoy en su poder la administración y procuración de justicia ahí se “acomodaron” desde la Segob se genera un esfuerzo para hacer ver al gobierno como conciliador y negociador (aunque sea a costa de la violación de la ley) Michoacán representa su bastión de ataque para reposicionar al ejecutivo, pero en una guerra perdida, y con un discurso caduco, seguramente los resultados serán magros (si es que los hay)

El grupo Atlacomulco o lo que queda de las huestes de Hank con Coldwell en energía y Chuayffet en Educación hacen “esfuerzos” pese a su resignación pues parece “que todo les sale mal” y el discurso no les alcanza para cambiar la percepción que los mexicanos tienen de ellos, de su gestión y de su pasado, ni la “modernización” de PEMEX, ni la reforma educativa parecen ser temas positivos de a sociedad mexicana.

Finalmente el “salinato” cuyos “exponentes” más destacados son Videgaray y Guajardo en las áreas administrativas y Robles en el área social, parecen atinar de manera coherente a esbozar un discurso “conmovedor” que convenza a la sociedad de la necesidad de mayores recursos, de la necesidad de que se dejen cobrar más impuestos.  SALUD


En fin, parecería que lo que necesita este país es una nueva clase política, unos rateros menos conocidos o más hábiles para “convencernos” de que sus raterías son en bien de México.  

SALUD

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