viernes, 14 de julio de 2017

Posterguemos la indignación

Cuando inició esta “administración” federal, ligué a Gerardo Ruiz Esparza como la parte más obscura y sucia de la estructura del PRI, junto con “personajes” como Enrique Martínez y Martínez, Ramírez Marín e Ildelfonso Guajardo.

El señor Ruiz, temprano salió a relucir un obscuro caso del salinato, en el que Ruiz Esparza (como enviado personal de Salinas, pues había sido su coordinador de giras) se convirtió en “enlace” personal para “acordar” con Tribasa y David Peñaloza para que a cambio de la Autopista del Sol, “aceptaran” las concesiones de las carreteras México-Toluca (que entonces era la más cara del mundo), la Toluca-Ixtapan de la Sal y la Texcoco-Pirámides (que era una de las más productivas de ese entonces) como pueden ver todas están en edoMex.

Poco después, un “accidente” en la carretera México-Pachuca, en la zona conurbada de la ciudad de México, en pleno corazón del Municipio de Ecatepec, en una obra carretera realizada cuando Peña Nieto era Gobernador, Ruiz Esparza su secretario de Transportes y Eruviel presidente municipal de Ecatepec, se mostró corrupción e impunidad aun sin castigo.

En junio de 2015, en pleno proceso electoral intermedio del edoMex, se dieron a conocer tres audios (de febrero de 2015) que involucraban directamente a Gerardo Ruiz, con actos claros de corrupción en la asignación de un tramo carretero, también en el estado de México a OHL.

Esos eventos quedaron sin castigo, más bien con un castigo a empleados muy menores.

Me permito (sin conjeturar) comunicarles que el “enlace” entre la señora Ángélica Rivera e Hinojosa Cantú (HIGA) para la construcción de la Casa Blanca, fue precisamente el señor Ruiz Esparza.

En este caso, primero la “vocería” de la presidencia de la república, aseveró que eran puras mentiras y al final Peña pidió que lo disculpáramos pues el “error” (que en realidad es delito) de la señora Rivero afectó la credibilidad del gobierno y “encabronó” a los mexicanos contra él y su familia.

Hace tres meses (cien días para ser exactos) se “inauguró la obra magna” “un ejemplo de la ingeniería mexicana en el mundo” en la que se: “cambió el drenaje” y “se logró que la ciudad de México y Acapulco seconectaranen tan solo tres horas y media”, todo el aparato de comunicación del Estado se enfocó a comunicar la importancia de esa obra.

Pero cien días después una “falla” colapsó la estructura, causó la muerte de dos personas, mostró (nuevamente) el rostro de corrupción e impunidad de las estructuras gubernamentales (especialmente en materia de asignación de contratos)

Pero ayer el señor Peña, nos dice “no hay que adelantar juicios”, así como diciéndonos no se encabronen hoy, esperen para después, posterguen su encabronamiento.

El señor Peña no ha entendido que parte importante de los mexicanos estamos ya hasta la madre, muy cansados de la ineficiencia, hartos de que ese nivel de corrupción de la estructura gubernamental y de la impunidad que le acompaña.

Esas “viejas prácticas” o “costumbres” o “formas coloquiales” o “viejos vicios”, pero indudablemente parte de la tradición de la administración pública, que sin explicación alguna entrega una obra se que paga al final por el doble de lo presupuestado, hace hospitales que no son incluidos en los programas de asignación de personal y son simplemente cerrados, gastos obscuros sin explicación alguna y corrupción sin aplicación de la ley.

No se han podido disminuir, menos erradicar, pues no se han querido erradicar, no nos ha dado la gana erradicar, con un “discúlpenme” tras un “se aplicará la ley” (contra quien genere esos infundios)

Llegamos pues al final de una “administración” sin pena ni gloria o con más pena que gloria, llegamos al momento que ya dejaron de servir y sólo sirven para robar, que nos pide "posterguemos la indignación" que está a punto de generar una revolución y ellos siguen sin darse cuenta.

SALUD

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