En
respuesta a Leo Zuckermann que hace
unos días preguntó ¿en donde están los detractores del TLC?
Aquí estamos
El “argumento” de tan connotado “analista” político y
económico en el programa radiofónico de Pepe
Cárdenas, era parte de las alabanzas a la reforma energética recién aprobada,
ahí señaló que hace 20 años dijimos que el TLC NO TRAERÍA BENEFICIOS PARA MÉXICO
(así a gritos y desesperados), que no teníamos capacidad para competir y no
había estructura económica y social para garantizar un buen término.
La fuerza de su argumentación se centró en que hoy México es
“el
mayor exportados de Latinoamérica” no se si es cierta esa afirmación,
pero aunque lo fuera: ¿de que ha servido a la población mexicana eso?
El TLC, que según Salinas
fue “el
último gran paso a la modernidad” y según él mismo y muchos de los
entonces impulsores del “México moderno” era “la
antesala del primer mundo” y sí ser el mayor exportados de
Latinoamérica es el primer mundo, pues SALUD.
Esa medida de política económica aunada a otras muchas
implementadas por el salinato, son el principio de lo que
conocemos como el neoliberalismo económico, estaba acompañada de la liberación
de mano de obra campesina (reforma agraria), de medidas de protección a la
inversión extranjera en grandes obras de infraestructura e industrial y, sobre
todo, de garantías para el libre tránsito de mercancías.
El país ingresó a la lógica del mercado global
agroalimentario que gravita en la subordinación de las políticas nacionales
agropecuarias y a los requerimientos de las Grandes Empresas Trasnacionales,
que tienen la necesidad de colocar sin traba alguna sus excedentes de
producción alimentaria y de insumos, por un lado, y, por otro, por la
orientación del campo mexicano a la producción de exportación en detrimento de
la producción de alimentos para la población, se perdió incluso la capacidad de
producción para el autoconsumo, llevándonos a la pauperización de la población
rural mexicana.
Hoy, son la causa del desmantelamiento de la producción
agropecuaria nacional y de la creciente necesidad de importar esos productos,
dejando de ser un país medianamente autosuficiente (todavía hacia finales de la
década de los 80 del siglo pasado) a ser un país importador de chatarra
alimentaria. SALUD
La liberación de mano de obra rural, para fortalecer los
procesos industriales que requeriría el nuevo mercado norteamericano, generó migración
hacia los polos de desarrollo industrial nacional, pero también promovió la
salida de los más aptos hacia mercados más competitivos, en los que lograran
mejores perspectivas, en 20 años más de 10 millones de compatriotas (algunos de
ellos verdaderos baluartes de la producción industrial en otras latitudes, han
dejado nuestra frontera.
Millones de familias rurales pobres se trasladaron hacia los
centros urbanos, aumentando la pobreza urbana y propiciando otras enfermedades
sociales, esa violencia exacerbada en centros urbanos como Tijuana, Juárez,
Guadalajara, Monterrey y otros muchos; está alimentada por esa población o por
sus descendientes, que no tienen mayor expectativa social que la marginación y
la delincuencia.
Las grandes inversiones en infraestructura, sirvieron para
saquear al erario público (y siguen saqueándolo) miles de millones de pesos
invertidos por particulares en infraestructura carretera, hidráulica, sanitaria
y educativa, son ahora parte de la deuda endilgada al resto de la población en PIDIREGAS.
El rescate bancario de finales del siglo pasado es la más
desencarnada manera de “cobrar” a los mexicanos “la
modernidad” a la que nos llevó Salinas y los grupos de poder que ahora
están de regreso. A ellos les interesa
la reproducción inmediata de su capital, ellos son predadores por naturaleza y
en su capacidad de hacer negocio no importa la dignidad, el nacionalismo, la
mejora nacional.
Pues si, el TLC trajo grandes inversiones a México, grandes
fábricas de automóviles, televisores, teléfonos celulares, lavadoras, refrigeradores
y hasta de ropa, los trajeron por qué aquí la mano de obra es barata (la cara
se fue a buscar mejores oportunidades) por que podían traer hasta el 100 por
ciento de los insumos de sus estados nacionales; pero además no han propiciado
el desarrollo nacional, es más no han contribuido al crecimiento de nuestra
economía.
De hecho México creció en esos últimos 20 años, lo que China
creció en 2008 y 2009, sin “reformas modernizadoras”, sin “estar a las puertas
del primer mundo”, sin “TLC”
Aquí estamos los detractores de TLC y aquí estaremos los
opositores a la VENTA DE NUESTRO PETRÓLEO en veinte años más para escupirles a
la cara a esos que ahora dedican sus loas a tan degradante acción
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