Contrario al significado propio de hurtadillas, los
congresos locales de 16 estados de la república prestos a “quedar bien” a hacerse
notar aprobaron (en realidad ratificaron o avalaron) las reformas constitucionales
que el Congreso Federal realizó la semana pasada.
En apenas dos días se “cumplió con la meta” dando con ello
su “respaldo”
a la infausta decisión y sellando la privatización de PEMEX y CFE, garantizando
con su voto la posibilidad de que los administradores federales puedan iniciar la
negociación con grandes consorcios nacionales y extranjeros, de contratos
para repartirse la renta nacional. SALUD
Ese apuro, esa prisa inusitada por ofrecerse generosamente,
por convertirse en cortesanos del poder (sin siquiera ser partícipes de él, hace
de esos “legisladores” los aparta del verdadero significado de corte o
congreso para hacerlos ver como cocotte. SALUD
En términos generales, se decía (y algunos siguen
repitiéndolo como parte del aleccionamiento) que durante el anterior priato,
los legisladores eran levanta dedos para el presidente en turno, esta acción “legislativa”
va mucho más allá de toda la pindonga de entonces, nunca en la historia
legislativa de este país (incluida la nacionalización de la banca por parte de López Portillo) se apresuró tanto una
acción legislativa.
Es por demás señalar que un acto tan apresurado, sólo puede
ser resultado de una necesidad inusual de parte de sus mandantes, de los
verdaderos dueños de México.
SALUD
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