miércoles, 18 de diciembre de 2013

Promesas incumplidas, te lo firmo y te lo cumplo

En diciembre del 2013 se publicó el PRONAFIDE (pomposo nombre) define que hacia 2018 creceremos al 5.3% y durante todo el periodo sexenal lo haremos en total a más del 25 por ciento.

En ese documento "oficial" al igual que chente que con su bocota floja nos prometió crecer al 7 por ciento y después dijo que esa era la meta al final del periodo y al final del periodo dijo que era sólo una “promesa de campaña

Ahora seguramente el pendejo (que no bocón) de Peña Nieto nos dirá  que “meta de crecimiento económico 2015-2018 era sólo un pronóstico" que va a quedar en el grupo de las “promesas de campaña incumplidas"

Ya en sí el documento de 2013 la meta  de “llevar a México hacia una nueva ruta de crecimiento y desarrollo, al 7% que merece” (mayo de 2012) planteada en campaña, pese a que sus reformas estructurales ya se habían realizado, quedaba "olvidada" se convertía en una promesa incumplida, sin necesidad de explicar la diferencia, sin siquiera hacer referencia alguna al hecho.

De entrada el documento de marras, critica la política de financiamiento público, indicando que entre 2006 y 2012 fueron en promedio del 3.2 por ciento del PIB, pero inmediatamente después plantea que para 2014 este será de 4.1 del PIB, aunque indica que para 2017 se ajustará a 2.5%, manejando una premisa que de entrada es irrefutable “El manejo adecuado de la deuda pública promueve la estabilidad económica e influye en el desarrollo de los mercados financieros”, el problema está precisamente en ADECUADO, pues siempre ha sido inadecuado y seguirá siéndolo.

Luego nos realiza un análisis histórico del fortalecimiento de ahorro interno y la estabilidad de precios desde antes del 2000, así como de los “niveles históricos” de las reservas internacionales, sólo para “garantizar” que las cosas habrán de seguir igual, que no habrá cambios bruscos, ni en la cotización de nuestra moneda, ni en los precios internos, ni en los niveles de reserva internacional de divisas.

Yo como ya dejé de ser creyente (hace muchos años) dejé de ser su cliente y me limité a señalar que la premisa económica “El mayor dinamismo del ahorro externo también es reflejo del creciente apetito de los inversionistas por el mercado mexicano, dada la solidez de sus fundamentos económicos y la continuidad de políticas monetarias y fiscales adecuadas” de referencia era a todas luces ilusoria, pues México, se inserta en un mercado de capitales internacionales cuyo único interés es la reproducción acelerada y sólo es (a pesar de sus “reformas estructurales”) uno más de los competidores, por lo que basar el financiamiento nacional en la “posibilidad” de la llegada masiva de capitales extranjeros, es repetir la misma mentira que nos han repetido desde los 70, esperando que se haga realidad.

Desde 1985, las cúpulas gubernamentales, las estructuras del poder público federal (y local) han mantenido la "creencia" (que en realidad es el interés de los verdaderos patrones de los dueños del dinero) de que los capitales extranjeros son la única posibilidad de crecimiento, entonces el PRONAFIDE decía “El crecimiento de México en las últimas décadas ha sido insuficiente para generar el desarrollo pleno y sustentable de las familias mexicanas: el crecimiento real promedio del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de los últimos 21 años se ubica en 0.7 por ciento” hoy podemos decir que durante los últimos 25 años eso no ha cambiado.

Es decir en 25 años nuestro país ha crecido poco más de 20 por ciento en total, menos que el crecimiento de China durante los tres últimos años de la década anterior; pues en México se basaron precisamente en esa premisa falsa, en esas “ideas” de hay que hacer lo que los capitales esperan para lograr que los capitales vengan; mientras que en China se preocuparon por producir con su capacidad de producción para satisfacer las necesidades internas.

Estamos haciendo las grandes transformaciones que ellos quieren que hagamos, pero no hacemos las transformaciones que México necesita, se ha buscado resolver la contradicción entre el peso estructural de la producción primaria exportadora sin considerar el desarrollo del mercado interno, se ha dejado para después la satisfacción de las necesidades de los mexicanos y ese después NO HA LLEGADO.

En 2018 estaremos nuevamente propugnando por un gran crecimiento, mientras crecer hacia adentro se ha olvidado.

México necesita un gobierno que sea capaz de estructurar un proyecto de nación con mercados regionales y locales; una industria que satisfaga las necesidades básicas e inmediatas de la población, pero ellos lo que buscan es hacer "negocios" con sus aliados.

En 2018 México requiere un PROYECTO de desarrollo local, no las mismas ideotas (e idiotas) que no han dado resultado.

SALUD

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