Hacia finales de los años 70, entró al mercado de frituras (ahora
comida chatarra) Barcel (que era parte de Bimbo) y competía contra Sabritas,
recuerdo que en su primer años de operaciones sacó al mercado las mismas
presentaciones que su competidor a un precio 20% menor (40 centavos mientras
que las Sabritas costaban 50), acababa de terminar la carrera de economía y me
pregunté ¿cuánto durará esa guerra?
Realmente duró poco, hacia enero de 1980 los precios habían
sido homologados en 50 centavos, pues Sabritas había adquirido y almacenado
toda la papa del mercado y simplemente “doblegó” a su contendiente comercial
e impuso el precio de mercado a la sociedad.
El mercado mexicano ha estado sujeto desde hace muchos años
(desde antes de esa anécdota) a distorsiones, me recuerdo mucho cuando se
colocó una “fabrica” de cerveza en el Istmo de Tehuantepec y mi padre fue
parte del grupo social que revisó los datos contables de la empresa, entonces
un litro de cerveza costaba producirlo algo así como 34 centavos y cada
botellita de 170 ml se vendía en 4 pesos.
Así, las utilidades de los “empresarios” mexicanos siempre
han sido extraordinarias, simplemente desmedidas, desproporcionadas. La regulación
del Estado mexicano siempre ha sido poco estricta y muy sujeta a ser violada.
El viernes pasado nos enteramos que el IFT determinó y
comunicó a dos grupos empresariales algo que se llama “Declaratoria de
Preponderancia”, que obliga a esos grupos empresariales a hacer más
competitivos los mercados de comunicaciones.
SALUD
En realidad esa aspiración del Estado mexicano ha estado
presente desde 1970 y es precisamente eso, una aspiración a la que no se ha
llegado en casi cincuenta años, de hecho a finales de los 80 y principios de
los 90 se exaltó el poder de la competencia como medio para alcanzar mayor
eficiencia y bienestar económicos y lograr mejores tarifas para los
consumidores de telefonía, con la venta de TELMEX, hoy un cuarto de siglo
después, las tarifas pagadas por el consumidor en ese y otros servicios de
Telmex, es uno de los más caros del mundo y (adicionalmente) de los menos
eficientes. SALUD
Los servicios bancarios tienen una amplísima banda de
utilidad (no regulada); las aguas gasificadas embotelladas (refrescos) se
venden a precios del menor competidor, ofreciendo a las grandes embotelladoras ganancias
extraordinarias; los márgenes de “utilidad” en actividades industriales como la
confección de prendas de vestir o productos de limpieza son muy superiores a
los existentes en mercados europeos.
Todo ello pese a la existencia de numerosos productores, a la “competencia”
económica que en México se convierte en otro mito genial como la
pobreza de Aspe o los seis mil pesos
de Cordero.
Dicen los “analistas” económicos que se aplanó
el terreno, lo que no dicen es que se aplanó en el cerro y que las dos empresas
televisivas hace años están “alineadas” en cuanto a costos y
precios, que ellos ya se pusieron de acuerdo hace mucho tiempo y que los “competidores”
que entren al mercado pues tendrán que “alinearse” con lo que ellos han
impuesto. SALUD
Escuché a uno de esos “analistas” decir que ya el gobierno
tomó control sobre mercados hasta ahora monopólicos, pero unos segundos después
afirma que “dado que a Telmex se le impone un régimen muy estricto, a Slim le entregarán
una de las cadenas nacionales de televisión” SALUD
Es tan surrealista la apreciación de la competencia
económica que se han fijado que parece mexicana.
SALUD
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