jueves, 7 de febrero de 2013

“aquí yace una guerrera y como guerrera murió”



Elba, siempre mordaz
Elba. sabedora de su destino

Ella que declaró la guerra a Madrazo y lo hizo polvo, ahora se hace leal a Peña, pues SALUD, hay alguien leal, alguien poderoso que declara su lealtad y la presencia de Eruviel Ávila y el auditorio a reventar ―acarriados (así)― ¿muestran que también hay lealtad desde la otra parte?

En las formas priistas, sí, muestran su mutuo respeto, señalan la necesidad y los pasos para la reconciliación.

Elba es generalmente ferviente en sus formas ―aunque frívola en su corazón­ así que el epitafio fue dicho con toda honestidad, es decir tiene dos claras intenciones:

Primero ella sabe que se acerca la hora de rendir cuentas a quien haya que rendirlas (pues aquí en su vida carnal nunca se preocupó por hacerlo) y de manera secundaria avisa a Peña que ocupará lo que le queda de vida para seguir luchando (y ganando batallas y dinero)

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