¿Alcanzan las charolas?

Se llama José Rangel Espinosa es de San Felipe del Progreso en la zona de la montaña (colindante con Michoacán) del estado de México, por ahí hay mucha mariposa (monarca claro), algunos aserraderos clandestinos y algo de cosecha de marihuana.

El dice provenir de una familia humilde, creado en una comunidad en la que no había luz y el agua la tenían que acarrear desde un pozo, bueno así como unas 100 mil comunidades de este país, pero cada quién ve la suya.

Su primera aparición pública fue como Secretario Técnico en la Comisión de Vigilancia del Registro Federal de Electores allá por 1992 y no se le conoce por su participación en actividades privadas, aunque el dice ser “consultor”

Tramitó dos solicitudes para “acreditar la legal procedencia de materias forestales” (lo que signifique eso) ante SEMARNAT, lo que me hace suponer que explota productos maderables de la región.

Entre 2003 y 2009 fue Director de información y análisis político en el gobierno del Estado de México.  Director general del DIF en el Estado de México.  Director y subdirector de organización y métodos en el gobierno del Estado de México.

En 2002 fue “designado” por el Congreso local del Estado de México primer alcalde de San José del Rincón, municipio creado a finales de 2001 al dividir San Felipe del Progreso en dos.

En 2003 estuvo en la Cámara de Diputados federal y en dos participaciones en tribuna, demostró su total desconocimiento de la ley, primero en una discusión entre Pablo Gómez y Enrique Jackson se puso de a pechito para que este último (siendo Presidente de la Mesa Directiva) lo callara y lo mandara de regreso a su curul y en la segunda para “defender” al gobierno del estado de México en el tristemente conocido caso Atenco.

Es pues un anodino y acomodaticio amigo de un compadre de Peña Nieto, que desde principios del actual siglo ha escalado desde nada hasta dos diputaciones federales y dos presidencias municipales, casi como acompañado por la mano invisible de Smith.

Es alguien que escondido tras una imagen de político hace negocios a su favor y se beneficia del poder público (muy del estilo priista), es un enano (no por su estatura física) que desde los cargos administrativos ha hecho dinero.

Pero ¡cuantos de esos conocemos? Parecen ser parte de la fauna que disfrazados de políticos han saqueado, saquean y ¿seguirán saqueando a México y los mexicanos?

Si les alcanzan las charolas y los mexicanos lo seguimos permitiendo, claro.

SALUD.