Dice Benedicto XVI que por que está cansado, cansado de que
el mundo cambie a pesar de la “institución” que el dirige, de que el mundo se
inmiscuya en los asuntos delo dinero de El Vaticano, de que el mundo le reclame
por la pederastia y por los abusos de los “sacerdotes”, en fin, por que cada
día menos personas crea, en él, la iglesia y los “principios” que ella “representa”
Pues sí cada día una mayor cantidad de personas están más
interesadas en los asuntos públicos y ¿Qué más público que las creencias
religiosas?
Hay voces en el mundo que guitan desesperadamente por
trabajo (en España millones están parados) o por justicia financiera (en
Estados Unidos de Norteamérica las “instituciones” bancarias han tenido que
ajustarse a tasas activas cada vez más controladas) o por libertades hasta
ahora desconocidas por millones.
En México dos empresas televisivas se encargan de ”difundir”
la “noticia” y nos llenan del Papa, la iglesia y los procesos de selección del
nuevo dirigente de ella, nos presentan con detalle cada paso que habrá de darse
hasta mediados de marzo en que “habemus papam”.
No hay asunto más importante que ese, mientras nuestras “instituciones”
bancarias cobran tasas activas de más del 50% anual o dos refresqueras y dos
productoras de “alimentos” llenan nuestras escuelas de azúcar y chatarra para
que nuestros niños engorden, sin que autoridad alguna se encargue del asunto y
a todos los mexicanos nos cueste miles de millones de pesos la atención de
enfermedades causadas por ellos.
No hay otros temas como el nivel de degradación social en
que se encuentra nuestra patria, esos voceros oficiosos del régimen oficial,
ven en la transición pontificia una cuerda para distraernos de temas, de
nuestros temas.
Cómo enterarnos que seis violaciones no son cosa de todos
los días en el mundo, pero si son cosa cotidiana en México y no molestarnos con
la autorida (así) que en unos días “resuelve” el caso y presenta a los
atacantes, lo que sólo habla de la inmensa indolencia y contubernio entre
crimen y “autoridades”
Cómo aceptar que instituciones “ciudadanas” se encuentren
coptadas por “funcionarios” corruptos que se escudan en la estupidez para tomar
decisiones.
Cómo seguir pagando socialmente “líderes” sindicales
impuestos por la cúpula gubernamental y mantenidos ahí por la corrupción y la
fuerza.
Cómo soportar a diario la terrible indolencia de nuestros “administradores”
públicos que desde un escritorio creen que ven y resuelven todo.
Cómo seguir soportando una “elite” de hacedores de leyes que
no se cumplen, por que son incumplibles, porque no les importa hacerlas cumplir
o por que les vale un bledo hacerlo.
Hay que preguntarles a ellos, si están dispuestos a seguir
ahí, cobrando (aunque estén cansados de que el pueblo se los reproche), seguir
ahí poniendo su mejor cara de sorpresa, ante cada cuestionamiento que se les
hace.
Hay que preguntarle a todos y cada uno de ellos hasta cuando
ese cansancio por que nosotros los ciudadanos de México les reclamemos, les
exijamos, les increpemos, les cuestionemos, les va a hacer renunciar o si prefieren que los
renunciemos, por la buena o por la mala.
No se crean aunque les falta vergüenza a nosotros nos sobran
ganas de hacerles ver su ineptitud, RENUNCIAR es su camino y nuestra esperanza,
apurémoslos pues.
Salud.
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