miércoles, 6 de febrero de 2013

Libertad de expresión


Hoy dejaremos la explosión de PEMEX, para tratar el tema de la libertad de expresión y el escozor que les causa a nuestros “dignísimos” mandatarios, por cierto esa palabra viene de mandatarĭus, que es la entrega y aceptación consensual de un mandato, es decir ellos son mandatarios y nosotros mandantes o dadores de instrucciones y ellos aplicadores de esas instrucciones.

Una democracia se construye distribuyendo responsabilidades, cumpliendo las responsabilidades y haciendo cumplir las responsabilidades, en esta democracia que nos hemos dado los mexicanos, se han definido responsabilidades (el Congreso, las misas instituciones y otras autoridades administrativas, lo hacen a diario) que están escritas pero NO SE CUMPLEN.

Ayer, para no ir muy lejos TODOS los oradores en la conmemoración (como si hubiese cosa que conmemorar) en el 96 aniversario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reconocieron que ese instrumento sólo plasma los anhelos de un pueblo, a casi cien años de su promulgación, es en gran parte letra muerta.

Y si partimos de ahí podemos decir que Leyes, Reglamentos, Acuerdos y demás ordenamientos se convierten en verdaderos esqueletos antes de ver luz pública, esqueletos que vagan por ahí entre cajones de escritorios y libreros de funcionarios, pero que no se aplican.

Sólo como anécdota chusca, en alguna ocasión en Xichú (municipio muy jodido de Guanajuato) tras el escritorio del director de la escuela había un estante, con cristal y candado, ahí se encontraba una gran cantidad de libros y folletos desde la Constitución hasta la última Circular de inicio de clases (labores docentes) perfectamente ordenadas, con carpetas y sin muestras de haber sido usados, al preguntar al director de la escuela respecto del uso que les daba, sólo respondió “pues que se vea bonita la oficina”.   Así nuestro distinguido cuerpo de administradores públicos “coleccionan” sus ordenamientos administrativos “para que se vean vonitas (así) sus oficinas.

Muchos de ellos no saben que hay una Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, que establece cual es la responsabilidad de cada una de la Dependencias del Ejecutivo Federal y (por ende) desconocen cuales son SUS RESPONSABILIDADES, incluso hay funcionarios públicos que piensan que ellos (al igual que el resto de los mexicanos) pueden hacer todo lo que NO ESTA PROHIBIDO, es decir no entienden, no pueden entender que ellos tienen que hacer lo que les mandatamos a hacer y sólo eso.

Pero si a ellos les cuesta trabajo entenderlo, mas trabajo nos cuesta a nosotros, ayer en un programa de radio (Artículo 6º ―irónicamente―) tanto el conductor Leo Zuckermann como sus invitados (dos distinguidos miembros de la academia mexicana) Ana Laura Magalonni y otro (disculpas) NO SUPIERON por qué la comisionada del IFAI Sigrid Arzt, había hecho mal en solicitar información a la misma institución desde el equipo que esa institución le presta para el desempeño de su cargo y además se ponente en varias de las demandas que llegaron al pleno de la misma, pues SALUD.

Esta participación quizá sea la última que realizo pues desde que descubrí que las TIC y en específico las redes sociales permitía hacer llegar contenidos a una gran cantidad de personas, me expuse a la furia de los atacados y sabía que la furia era acompañada de acciones de intolerancia, cerraron mi cuenta de twitter y atacaron brutalmente la camioneta de mi compañera, son vándalos disfrazados de administradores públicos, pero finalmente rufianes.

El Artículo 6º de la Constitución (esa que conmemoraron ayer y pisotean a diario) dice “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado por el Estado” parece sencillo, no tiene palabras rebuscadas más que inquisición y creo que se entiende, PERO NO SE APLICA.

De cualquier manera seguiré la lucha desde esta y otras trincheras, HASTA LA VICTORIA o la muerte.

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