Cuenta la leyenda que la ausencia de gobierno en 11 años de
guerra de independencia, que la profunda división de lasa fuerzas políticas
nacionales (federalistas y centralistas), la carencia de liderazgos políticos
que aglutinaran y una serie de decisiones administrativas (gubernamentales) tenían
a México en 1846 sumido en un verdadero desastre.
Dice esa misma leyenda que debíamos tanto y teníamos tan
poca capacidad de pago que ellos se querían cobrar a lo chino, pero en realidad
todo era cuestión de mercados.
Entonces México estaba profundamente desgastado, con una producción
de bienes manufacturados casi nula y además muy básica, con un campo en estado deplorable
y unos campesinos más preocupados por comer que por hacerlo productivo, con una
inmensa incapacidad para recaudar y una colosal capacidad para gastar en todo
tipo de pendejadas; un desastre sin madre (un verdadero desmadre)
Por otra parte esa misma leyenda dice que los Estados Unidos
estaban en plena expansión territorial, económica y contaban con muchos
recursos para hacer la guerra. No se por
qué pero se parece tanto a lo que estamos viviendo ahora.
Cuenta también la leyenda que unos soldados norteamericanos
decidieron tomar parte de los territorios mexicanos, empezando por lo que hoy
conocemos como Óregon, Nevada y California y que algunos decidieron incluso
desembarcar en Veracruz aprovechando el descontrol de la armada mexicana.
Entonces nuestro valiente congreso autorizó al ilustre
presidente de la república a negociar para obtener un crédito de hasta 20
millones de pesos y pues don Antonio se fue a negociar y a cambio de un Tratado
de Paz, entregó más de la mitad del territorio y regresó feliz para que el
congreso aprobara el Tratado de Guadalupe-Hidalgo.
Aunque muchos dicen que la "Convención Especial de
Reclamaciones" conocida como el Tratado de Bucareli, trataba de recuperar
parte de lo perdido con el viejo acuerdo de Santa Anna, que de hecho lo logró
con la industria petrolera.
Las cosas no se arreglaron, pero vivimos en paz durante algunos
años hasta que el señor Cárdenas decidió expropiar la industria petrolera
mexicana y hacerla el motor de desarrollo mexicano.
Pero ese hecho histórico, aunque marcó el inicio de una
nueva etapa de desarrollo nacional, también marca el camino de ese desarrollo y
lo marca en dos sentidos, primero haciendo de la nueva riqueza nacional un
verdadero motor de desarrollo social nacional (educación y salud son los
sectores que pueden servir de ejemplo) pero lo marca también en el uso
patrimonialista (político) que un sector de los mexicanos usan para mantenerse
en el poder y someter al pueblo mexicano.
La industria petrolera, su expropiación y su uso en esos dos
sentidos, dan a la historia mexicana matices que no podemos observar en otra
parte del mundo, de hecho, en los 70 tras mas 40 años de México sometido por
una gran fuerza política, se hacían estudios socio-políticos en todo el mundo para
tratar de explicar ese fenómeno, encontrando causalidades tan disímbolas que no
podían ser conclusivas.
Hoy en México se regresa al pasado, se devuelve a las “fuerzas
del mercado” nuestra industria petrolera, se hace pensando en lo mismo que hace
75 años, en dar un uso patrimonialista a ese evento, en hacer de él un símbolo
del “inicio
de la nueva etapa de desarrollo nacional” así como tras la revolución la
penetración del capital extranjero hizo posible estándares de crecimiento
económico internacional y medianos avances sociales, ahora ellos piensan que
esta nueva detonación de inversión internacional, les permitirán jactarse de
otra nueva etapa de desarrollo nacional.
SALUD
Las facilidades y concesiones que otorgó el gobierno
mexicano a los empresarios de Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Alemania, interesados
en invertir en el milagro mexicano y hacer grandes negocios a costa de nosotros,
ahora son la expectativa para que esos mismos capitales y los de otras partes
del mundo vengan a fortalecer su “nuevo PRI”
A costa de los mexicanos, que deberemos someternos a la
voluntad de esos capitales y la discrecionalidad de nuestras “autoridades”
hoy México regresa al régimen autoritario de partido de estado (aunque se
denomine PRIAN) que pretende mantenerse en el poder a cambio de migajas para el
pueblo mexicano.
Hoy ese grupo amorfo (pero bien identificado) de la derecha
mexicana cree haberse hecho de nuestras arcas para lograr su perpetuación en
ella.
Somos nosotros los mexicanos los dueños de ese patrimonio,
los únicos que podemos cambiar esta situación y estoy seguro que no será a través
de las urnas y las leyes.
SALUD
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