Dice López Obrador
“La
mafia del poder está feliz porque no se participe, porque así no se buscaría la
transformación del país”, en realidad en Guerrero los mafiosos se
apoderaron del poder político hace más de un siglo y como sanguijuelas se
adhirieron a él, lo han sangrado desde principios del siglo pasado.
“Guerrero Bronco” lo llamó Armando
Bartra cuanto en los 60 del siglo pasado acunó y vio florecer los movimientos
guerrilleros rurales que buscaban un cambio en las míseras condiciones de vida
de su población (tan parecida entonces a la de antes del movimiento revolucionario
de 1910) y de la de México, sin embargo su infructuosa lucha y su derrota sólo
lograron la exacerbación de la explotación local.
Desde entonces, los sectores universitarios asumieron un
gran control sobre el desarrollo social local, primero la autonomía de la UAG y
después la puesta en marcha del proyecto “Universidad Pueblo” que intentaba
masificar la educación de todos los niveles a toda la población con recursos
federales que generalmente se estancaban en los bolsillos de la clase
gobernante local.
En Guerrero la palabra democracia no tiene significado, las
relaciones de poder caciquil han permanecido casi intactas y algunos sectores
agrícolas mantuvieron una estructura de producción cuasi esclavista hasta la
época de Rubén Figueroa.
La UAG y otros sectores estudiantiles, entre ellos los estudiantes
normalistas rurales del estado, se convirtieron en una verdadera estructura de
poder local, al grado que en 1984 la SEP (el Congreso de la Unión) retiró el
subsidio a la educación superior en ese estado de la república, bajo argumentos
verdaderamente pueriles, que en realidad sólo mostraban su inmenso terror a la
conciencia de los educandos y a la transmisión de esta a sectores importantes
de la población guerrerense, era la mafia de poder central y local contra la
mafia del poder universitario, del conocimiento.
El sentido de comunidad en Guerrero tiene una característica
sin
ecua non, conlleva a una estructura de poder desde abajo se diseña
desde las entrañas mismas de los mandantes pero se ejecuta sin apego estricto a
un programa, ahí los recursos públicos son administrados por las autoridades
comunitaria y generalmente acaban en muchos bolsillos y pocas obras; lo que exacerba
os ánimos de la población que año tras año observa mayores carencias.
La violencia social es resultado por un lado de
instituciones gubernamentales sumisas al poder central y omisas del poder local
y por el otro de gran dinamismo en la demanda social y poca tolerancia en las
estructuras de poder gubernamental, llegando a enfrentamientos cotidianos por
cuestiones de todo tipo.
A ello hay que agregar que desde 1975 los primeros grupos
criminales iniciaron actividades de siembra de marihuana en la montaña
guerrerense y por un lado coptaron administraciones locales para mantener control
sobre la actividad criminal, hoy, como quedó demostrado en Iguala, son
autoridad en una gran cantidad de territorios y mantienen control a base de
terror.
Así pues la mafia del poder, contra la mafia del crimen
organizado han prohijado la mafia de la conciencia social y no saben como
convivir.
SALUD
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