domingo, 22 de febrero de 2015

Elecciones estatales: San Luis Potosí

Yo soy de San Luis Potosí” dice ese corrido de Pepe Guisar que cantaba Jorge Negrete y aunque yo no soy de ahí, tengo gratos recuerdos de un tiempo ya muy pasado, cuando el Dr. Nava en tequis nos ilustraba con sus definiciones de palabras trascendentes, como democracia; irónicamente una palabra que entonces (1963) en ese estado no tenía significado alguno y que quizá hoy podamos entender mejor.

Tierra de cacique, de hombres que dominan toda la actividad política local, de personajes que sólo con su actitud mafiosa, muestran el desencarnado sistema político nacional, primero Saturnino Cedillo, después Gonzalo N. Santos y finalmente Carlos Jonguitud; son sólo muestras estatales de lo que ahí pasó, aun hoy muchos de sus municipios, sobretodo en la zonas tenek y x’hihui, son “administrados” por verdaderos trogloditas del poder.

Pero es ejemplo de dignidad ciudadana, pues tras la conclusión del mandato de Jonguitud en 1985 en los dos siguientes periodos hubo seis gobernadores, gracias a la beligerancia de los potosinos, a su lucha por hacer de la representación popular un verdadero mandato.

Pese a la limitante constitucional para que un ciudadano pueda ser votado a menos que esté tutelado por un partido político, San Luis Potosí y su ciudadanía han mostrado mecanismos varios para lograr una representación popular; la primera gran muestra de ello se da en el proceso electoral desarrollado en 1991, en que Salvador Nava, apoyado por todas las fuerzas políticas de oposición al PRI es candidateado y aunque oficialmente no gana, logra romper el cacicazgo de Elba Esther Gordillo Morales (ya para entonces depositaria del poder político de Carlos Jonguitud) al no permitir la toma de posesión de Fausto Zapata Loredo aunque el congreso nombró a Gonzalo Martínez Corbalá, que aunque se mostraba con rostro de “izquierdoso” no es más que otro jonguidudista consumado, de hecho había ocupado el cargo más importantes que manejaba el SNTE Director General del Instituto del FOVISSSTE y tras su “encomienda” como interino estatal Director General del ISSSTE, otro cargo que nombraba el SNTE.

Quizá sea importante aquí señalar que como un experimento del salinato, Martínez Corbalá, mantuvo la firme convicción que nada le impedía participar en el proceso electoral constitucional, para continuar el mandato, algo que en apariencia podría considerarse legal, pero que impidió el navismo y con ello mostró que el estado contaba con músculo para evitar imposiciones centralistas.

Finalmente y tras otro interinato de Teófilo Torres Corzo, quien concluye el mandato es Horacio Sánchez Unzueta, por cierto aunque priista de toda su vida, incluso había sido secretario de Presupuesto durante la administración de Florencio Salazar, era yerno de Salvador Nava; de alguna manera la componenda política funcionó, aunque parece haber sentado las bases de una entidad más democrática, fue la primera en incluir en su marco legal constitucional las figuras de plebiscito y referéndum.

En el proceso electoral de 1997, el PRI con sus trapacerías logró recuperar la gubernatura con Fernando Silva Nieto, imponiéndose a Marcelo de los Santos, pero en algunas esferas del gobierno local se incrustaron personajes sin partido y hasta militantes de fueras políticas opositoras, todo ello parece ser como parte del ejercicio zedillista de avanzar hacia mecanismos de inclusión social en las administraciones, no funcionó pero dio juego democrático local y en 2003 la transición democrática logra que Jesús Marcelo de los Santos Fraga, ascienda a la gubernatura, algo kafkiano, pues hubo avances y retrocesos, pero tuvo una evaluación digna.

Hoy San Luis Potosí es gobernado por el priista Fernando Toranzo Fernández; cuyos mayores problemas han sido la corrupción y los niveles de violencia especialmente en la zona de la Huasteca, una administración anodina y una clase política “bien educada” gracias a las prebendas logradas, una evaluación ciudadana al parecer buena.

Por decisión “unánime” del CPN del CEN del PRI, Juan Manuel Carreras López conocido como “El Güero” ex secretario de educación estatal, fue anunciado como candidato, aunque se le ubica como parte del viejo grupo de Martínez Corbalá (pues inicia su carrera administrativa en esa administración y lo sigue al ISSSTE) se sabe de una relación de amistad muy intensa con Felipe Calderón, es más, durante la “administración” calderoniista Carreras López fue parte del gabinete ampliado como Director de la Comisión Regularizadora de la Tenencia de la Tierra (CORETT), después fue Secretario de Educación y desde ahí no solo tendió puentes con los panistas y priistas encumbrados, sino se vinculó con el grupo “Atlacomulco, estableciendo una muy estrecha relación con el Presidente Enrique Peña Nieto.

Proviene de una familia clasemediera capitalina y está casado con Lorena Valle Rodriguez, que ha hecho de la conservación del patrimonio cultural del estado (especialmente de la ciudad) un verdadero negocito, mientras el candidato (su esposo) mantiene una muy extraña realción sentimental con la actual senadora panista Sonia Mendoza que es candidata de ese partido también a la gubernatura.

Así se conviete quizá en el priista más representativo del calderonismo y cuenta con apoyo de ambas fuerzas políticas en el estado.

En el PAN, tras una muy peleada contienda interna contra el ex candidato Alejandro Zapata Perogordo y una muy apretada votación de los consejeros estatales, fue designada Sonia Mendoza Díaz, ex senadora y aunque la “civilidad” panista parece que será parte de la contienda, la división interna no se podrá recomponer.

Mendoza Díaz, empezó hace unos 20 años su carrera en Matehuala y fue Delegada de la SRA rn la administración foxista; la familia Mendoza mantiene desde hace también unos 200 años el control político de ese municipio potosino, incluso el esposo de ella Gregorio Maldonado Vázquez contenderá por esa presidencia municipal.

Todo queda en familia, muy cuestionada por cierto respecto de las facilidades otorgadas a ciertos grupos locales en actividades ilegales.

En la izquierda PRD-PT se colocó como candidato Fernando Pérez Espinoza, ex presidente estatal del PRI conocido como “Caloló” y aspirante a la gubernatura por el PRI, brinco a la “vanguardia” y podrá seguramente lograr unos 10 puntos porcentuales, en la mejor votación local nunca han obtenido más de 7 puntos porcentuales, pero las estructuras operativas municipales o parte de ellas, responde al ex dirigente.

El calolo, es un empresario local en el ramo avícola y puede aglutinar amplios sectores del ramo yy del sector agropecuario en general, pues es especialista en la “negociación” de prebendas a cambio de voto, pero las estructuras partidistas locales tienen poca capacidad de movilización y sólo hay recursos en la Huasteca, en donde el crimen organizado ha logrado infiltras las estructuras partidistas de las tres principales fuerzas políticas.

Puede desestabilizar la elección especialmente al contrarrestar la aparente hegemonía priista, pero no más allá.

Por MORENA se designó a Sergio Serrano Soriano, que es un ambientalista que desde hace años viene denunciando de manera pública la nefasta actividad minera en la entidad, pero sin mayor posibilidad que conservar el registro.

Una contienda casi definida, sin mayor problema en donde los principales además de ser contendientes son amantes.

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