Abraham Lincoln
Justicia a la mexicana, injusticia perpetua, impasibilidad
de un estado e indiferencia de gran parte de la autoridad; eso ha pasado en 60
meses desde la tragedia, de esa tragedia que dejó 49 niñas y niños muertos, más
de 70 con lesiones permanentes.
Hemos escuchado promesas como: “llegaremos hasta las últimas
consecuencias”, “no habrá impunidad”, “caiga
quien caiga” SALUD
Las mismas promesas que desde siempre y como siempre se
hacen en casos en que se involucra a funcionarios públicos, a personajes
ligados a ellos, a personas con influencia económica o política y hasta a
pequeños vividores de prebendas.
Un día como hoy de hace cinco años nuestro entendimiento no
alcanzaba para descifrar las escenas que se presentaban a través de la televisión;
para comprender los textos que se leían en el radio; éramos perplejidad e
incredulidad.
Una responsabilidad del Estado mexicano (contraída por el
IMSS) trasladada a particulares, sin o con muy poca supervisión; trasladada
como una contraprestación para personas ligadas a las más altas esferas de la
política nacional, ahí entre los concesionarios de ese y otros “servicios” que
el Estado debe prestar, encontramos apellidos de “prominentes” mexicanos de los
que al amparo del poder hacen negocio y se enriquecen.
Una responsabilidad del Estado mexicano que ha permitido
hacer mexicanos de primera y otros (el resto) mexicanos; una inmensa cadena de
responsabilidades no cumplidas y después encubiertas por los diversos niveles
de poder y CINCO años de impunidad.
Un país lleno de personas que creen que la función pública
es un espacio para hacerse millonario, para hacer negocios privados; casos
enigmáticos (que no pasan de ser mediáticos) hay por miles, quizá por millones
en México; mientras millones de mexicanos se hunden en la desesperación de
vivir por debajo de la línea de pobreza (aunque la señora Robles y su jefe Peña Nieto
aseguren que ya tres
millones tienen asegurado el abasto) SALUD
Un estado mexicano que traslada su responsabilidad a
particulares y cuando las cosas salen mal, los hace responsables a ellos, pero
que al final no castiga, no se responsabiliza, no impone su responsabilidad y
no asegura los básicos. NO HACE ni se
hace RESPONSABLE.
Hoy vuelven a circular versiones de las causas de ese
incendio, versiones que responsabilizan directamente a funcionarios de la
Secretaría de Hacienda del estado que en su afán de desaparecer documentos de
esa área simplemente quemaron las bodegas en que se confinaban.
Pero lo básico, la responsabilidad por la seguridad de esos
niños no se cuidó y esos funcionarios los de la delegación del IMSS en Sonora y
los municipales, que en principio eran los encargados de esa función, siguen
libres.
Los dueños de ese negocio privado (que había sido trasladado
por el IMSS) que estaban obligados a cuidar la seguridad en sus instalaciones,
siguen libres.
Los responsables administrativos y de supervisión de
instalaciones de los niveles federal y estatal, siguen libres.
Los responsables de legislar mal y a modo para permitir que
esos negocios funcionen así, siguen libres.
El Estado mexicano, responsable solidario de la seguridad de
TODOS los mexicanos, sigue perdiendo capacidad de movilidad, la sociedad
mexicana, cada día encuentra causes y causas para hacerlo responsable y vapulearlo.
Hoy a cinco años, de esperar justicia, creemos que la
justicia se tiene que hacer de otra manera.
SALUD
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