jueves, 5 de junio de 2014

Cinco años después

La probabilidad de perder en la lucha no debe disuadirnos de apoyar una causa que creemos que es justa.
Abraham Lincoln

Justicia a la mexicana, injusticia perpetua, impasibilidad de un estado e indiferencia de gran parte de la autoridad; eso ha pasado en 60 meses desde la tragedia, de esa tragedia que dejó 49 niñas y niños muertos, más de 70 con lesiones permanentes.

Hemos escuchado promesas como: “llegaremos hasta las últimas consecuencias”, “no habrá impunidad”, “caiga quien caigaSALUD

Las mismas promesas que desde siempre y como siempre se hacen en casos en que se involucra a funcionarios públicos, a personajes ligados a ellos, a personas con influencia económica o política y hasta a pequeños vividores de prebendas.

Un día como hoy de hace cinco años nuestro entendimiento no alcanzaba para descifrar las escenas que se presentaban a través de la televisión; para comprender los textos que se leían en el radio; éramos perplejidad e incredulidad.

Una responsabilidad del Estado mexicano (contraída por el IMSS) trasladada a particulares, sin o con muy poca supervisión; trasladada como una contraprestación para personas ligadas a las más altas esferas de la política nacional, ahí entre los concesionarios de ese y otros “servicios” que el Estado debe prestar, encontramos apellidos de “prominentes” mexicanos de los que al amparo del poder hacen negocio y se enriquecen.

Una responsabilidad del Estado mexicano que ha permitido hacer mexicanos de primera y otros (el resto) mexicanos; una inmensa cadena de responsabilidades no cumplidas y después encubiertas por los diversos niveles de poder y CINCO años de impunidad.

Un país lleno de personas que creen que la función pública es un espacio para hacerse millonario, para hacer negocios privados; casos enigmáticos (que no pasan de ser mediáticos) hay por miles, quizá por millones en México; mientras millones de mexicanos se hunden en la desesperación de vivir por debajo de la línea de pobreza (aunque la señora Robles y su jefe Peña Nieto aseguren que ya tres millones tienen asegurado el abasto) SALUD

Un estado mexicano que traslada su responsabilidad a particulares y cuando las cosas salen mal, los hace responsables a ellos, pero que al final no castiga, no se responsabiliza, no impone su responsabilidad y no asegura los básicos.  NO HACE ni se hace RESPONSABLE.

Hoy vuelven a circular versiones de las causas de ese incendio, versiones que responsabilizan directamente a funcionarios de la Secretaría de Hacienda del estado que en su afán de desaparecer documentos de esa área simplemente quemaron las bodegas en que se confinaban.

Pero lo básico, la responsabilidad por la seguridad de esos niños no se cuidó y esos funcionarios los de la delegación del IMSS en Sonora y los municipales, que en principio eran los encargados de esa función, siguen libres.
Los dueños de ese negocio privado (que había sido trasladado por el IMSS) que estaban obligados a cuidar la seguridad en sus instalaciones, siguen libres.

Los responsables administrativos y de supervisión de instalaciones de los niveles federal y estatal, siguen libres.

Los responsables de legislar mal y a modo para permitir que esos negocios funcionen así, siguen libres.
El Estado mexicano, responsable solidario de la seguridad de TODOS los mexicanos, sigue perdiendo capacidad de movilidad, la sociedad mexicana, cada día encuentra causes y causas para hacerlo responsable y vapulearlo.

Hoy a cinco años, de esperar justicia, creemos que la justicia se tiene que hacer de otra manera.


SALUD

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