jueves, 19 de marzo de 2015

Entre precios de mercado y asuntos entre particulares

Hacia mediados del siglo XVIII, un señor llamado Adam Smith acuñó el término de “la mano invisible” que resume de manera perfecta el liberalismo económico (aunque la teoría real de esa doctrina económica se desarrolla hasta dos siglos después, cuando el “economista” austriaco Friedrich von Hayek reemplazó la mano invisible por "un orden espontáneo" que casi de manera “divina” regularía el mercado capitalista.

Parece que nuestros “administradores” públicos regresan a los 1700 y explican ahora todo en función de la mano invisible o el orden espontáneo, así, el desmedido incremento del precio del huevo en el mercado nacional, ayer la “procuradoraLorena Martínez Rodríguez, en varios medios radiofónicos regresó una y otra vez sobre la regulación natural del precio a través de los mecanismos de mercado, explicó incluso que el consumidor dejará de consumir ese producto y los comerciantes tendrán que bajarlo de precio, pero todo volverá a ser como antes.

En realidad (en su realidad) no hay razones para que se presente esa distorsión de mercado, pero tampoco hay razones para que la PROFECO intervenga, a menos (claro está) que se demuestre (quien sabe quien tenga que hacer eso) que hay un acuerdo entre productores y comercializadores del producto, en fin, según ella sólo hay que esperar que el mercado haga su trabajo y el precio volverá al nivel gracias a la mano invisible.

Hace un mes, The Wall Street Journal, publicó un reportaje en el que vinculaba a Juan Armando Hinojosa y Grupo HIGA con una propiedad de Luis Vdegaray en Malinalco (tierra mexiquense); de inmediato el señor Videgaray explicó que “la transacción se había realizado a precios de mercado” que HIGA le había otorgado un crédito (con una tasa de interés muy por debajo de la de mercado) y el había “decidido” pagar la totalidad cuando tuvo dinero.

Pues parece que, de manera espontánea, Grupo HIGA adquirió la casa para Videgaray y simplemente realizó un contrato de compra-venta, sin obtener ganancias (es más perdiendo) con tal de que el señor Videgaray, tuviera la casita de sus sueños, así opera el orden espontáneo en nuestro país.

A raíz del “despido” de Carmen Aristegui de MVS y tras quedar demostrado que ya desde octubre pasado el señor Vargas, había discrepado con la conductora del noticiero matutino e incluso que había “evitado” publicar en los espacios de la radiodifusora el reportaje de la Casa Blanca de Peña Nieto, ayer el señor Osorio Chong (que sigue cobrando como Secretario de Gobernación) nos “aclara” que ese es un problema entre particulares, aunque Jorge Castañeda (que sigue proponiéndose para sustituir a Osorio Chong) insista en que “debe intervenir el gobierno, pues es el principal afectado

Así, providencialmente el “gobierno” parece alejarse del conflicto que l despido causó y además, de las consecuencias sociales que está generando esa arbitrariedad, el “gobierno” olvida que las concesiones del espectro radioeléctrico, son nuestras (de la sociedad) y que los concesionarios están obligados a servir al público (por encima de su interés económico).  Ellos esperan que “la mano invisible” arregle el “problema entre particulares.

Así pasan la vida nuestros administradores, volteando a ver si el “mercado” resuelve los problemas sociales y económicos en que estamos sumidos desde hace unos 30 años, esperando que por "un orden espontáneo" se resuelvan.

Será posible que “la mano invisible” un día decida que ellos son innecesarios, en tanto que no hacen más que repetir teorías liberales del siglo antepasado.

SALUD

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