domingo, 29 de marzo de 2015

Autoritarismo y represión

El más grande de los “ilustres” filósofos del priismo, dijo algún día de 1992: “Llegamos a balazos y no nos sacarán los votos", pese a ello en el 2000, los votos los sacaron de la presidencia de la república.

Antes, en una entrevista concedida a Mariano Ayala, Secretario de Prensa y Propaganda del Sindicato de Trabajadores de la UANL en 1984; se había hecho depositario de la revolución y casi aseguró que ese proceso era de ellos y sólo con otro igual lo sacarían de la presidencia.

Pues bien el señor Velázquez Sánchez; “olvidó” convenientemente la historia de violencia oficializada que desde 1929 existía; olvidó la represión estatal contra opositores en 1940 y 1952 resultado de actos fraudulentos en los procesos electorales federales; omitió el México absolutamente inconforme con sus gobiernos que desde 1955 y hasta 1974 había vivió luchas gremiales, disidencias estudiantiles y movimientos reivindicatorios de colectivos diversos.

El grupo en el poder, para mantenerse en él a toda costa usó la represión de todos los que de alguna manera se oponían, fue implacable con los disidentes.

Ser opositor significaba estar marcado, señalado por las estructuras de poder y destinado a ser colocado como muestra al resto de los mexicanos, era convertirse en “enemigo” de México; fueron muchos años de lucha, muchos años de intentar llegar a las grandes masas, muchos años de persecución política permanente y de muertos.

Sí bien cuando en 2000, de manera pacífica los echamos del poder parecía el momento de retomar las reivindicaciones por las que habíamos luchado, se presentó un proceso de retraimiento de las organizaciones democráticas y se distendió la lucha; cuando en 2006 las estructuras de poder volvieron a asumir sus roles autoritarios e impusieron a Calderón, esas agrupaciones sociales mostraron un nuevo rostro y reiniciaron su lucha.

Diez años después la sociedad está mucho más organizada, es capaz de demandar en casi cualquier punto del país lo que cree que es justo; se planta ante sus “mandatarios” para hacerles ver que somos sus mandantes, para increparles de manera directa lo que es nuestro derecho; pese a lo cual ese grupo que se cree como don Fidel, que son los dueños de México (y no estoy hablando de estructura partidista alguna, pues todos son resultado del autoritarismo) responden con violencia, usan sus estructuras policiacas contra los que consideran sus enemigos.

Sólo dos ejemplos recientes: el violento desalojo de mujeres indígenas chontales que demandaban ser incluidos como beneficiarios de un programa estatal en Macuspana (Tabasco) y el brutal ataque que ayer realizaron las fuerzas de seguridad de Guerrero en contra de estudiantes de la normal de Ayotzinapa.

En los 30, 40 y 50; los grupos de poder no tuvieron respuesta o más bien fueron brutalmente sometidos; en la segunda parte del siglo pasado la incipiente organización de los opositores mostró al estado represor ante el mundo y parte de la sociedad mexicana; en 2006 el Estado usó a sus “aliados” para señalarnos como violentos y antidemocráticos, consiguiendo limitados resultados; pero ahora, la violencia contra la sociedad sólo exacerba los ánimos sociales.

Escalar esos niveles de violencia, para justificar su permanencia en el poder, sólo hace más fuerte a la sociedad y como dijo Fidel Velázquez, tendrán su revolución, para acabar con su impunidad.

SALUD

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1 comentario:

  1. Aun falta mucho por mejorar a nuestro país, y poco a poco lograremos que las tazas de violencia disminuyan, con nuestra participación activa en la denuncia de hechos ilegales y delictivos, y apoyando a nuestras fuerzas federales como lo son el EJERCITO MEXICANO, la MARINA, la PFP y demás instituciones que se encargan de salvaguardar nuestra integridad, combatiendo el crimen organizado. Nosotros como mexicanos tenemos la obligación de contribuir por el bienestar de los nuestros y el bienestar general.

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