martes, 13 de junio de 2017

Pacto

“La historia es una ciencia tan recta como la matemática y en donde la humanidad debe leer claramente su destino escrito de preferencia con los errores de su pasado”
Francisco Bulnes


Cuando se mira la historia como un evento o una serie de eventos o de aconteceres cotidianos y se olvida la interrelación, concatenación e integración de los acontecimientos se cae en la banalidad del anecdotario; sistematizarla, interpretarla e incluso transponerla nos permite evitar los errores del pasado.

No puedo más que recordar aquel año de 1987 en que se “congregó” una gran alianza opositora al PRI, para llevar a Cuauhtémoc Cárdenas al poder (cuando Cárdenas era el heredero del creador del PRI y había militado toda su vida en ese partido político) es decir una gran alianza para sacar al PRI y meter al otro PRI a la presidencia de la república.

Tampoco puedo dejar de acordarme de los bruscos “cambios” de partido de innumerables personajes para ser nominados por las fuerzas políticas “opositoras” ya sea a presidencias municipales, gubernaturas y hasta a las cámaras legislativas, incluso el caso de “diostinguidos” (así) miembros de partidos políticos nacionales que “aparecen” en el primero o los primeros lugares de las listas plurinominales de otros partidos políticos.

Para desgracia de la política nacional pues la vía electoral desde 1987 ha mostrado que sólo sirve a los intereses de los grupos políticos y de las élites económica reales y fácticas.  No ha servido más que para hacer un país más desigual y una población mucho más consiente de tomar su destino en sus manos.

Hoy las fuerzas políticas nacionales están llenas de chapulines que han pasado por el PRI o por otras fuerzas políticas e incluso de oportunistas que simplemente están ahí sólo mientras sangran al erario o reciben prebendas.

Ahora que escucho aquel discurso de una gran alianza en la que primero se tenga programa y después al hombre que lo llevará a cabo, como me acuerdo de Don Jesús, que en 1975 dijo lo mismo y luego fue “superado” por las verdaderas estructuras del poder.

En la tan cacareada "alianza", unión o connivencia del PAN y el PRD, me imagino las hordas de políticos que al interior de los partidos políticos defienden sus intereses y los intereses de grupos de sus secuaces o cómplices intentando “posicionar” a un personaje “afín” para el perfil del programa definido, me imagino a el borrachín caldeRon tratando de colocar en ese programa lo que sabe hacer Margarita (es decir intentando suponer que podría hacer la señora para colocarlo en el programa)

No puedo menos que suponer como podrán “acordar” temas como los niveles impositivos o la gradación de los subsidios; o, un poco más filosóficos como el “modelo” educativo o la salud pública universal; ya ni que decir respecto a aspectos fundamentales como el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo o la equidad de género.

Aun dejando de lado esas cosas y sólo buscando y acordando un programa (como aquellos de finales del siglo pasado del PRI) en el que todo quepa, en el que cualquiera pueda acomodar lo que él (o ella, por lo de equidad de género) entienda al respecto y que por ende, puede realizar cualquiera pues pa qué acordar un programa.

Como dije antes en vamos a supongar, que acuerdan un programa (aunque parece ser que el programa es sólo evitar que Andrés Manuel López Obrador sea presidente) y que tras ese programa que cualquiera puede poner en práctica, entonces el agarrón será sólo por decidir quién será el candidato y como ya lo vimos en 2000 no cederán sus cotos de poder y a menos que el personaje sea un JuanRa o un “independiente” o un Meade (que al final es sacar al PRI para meter al PRI) no veo personajes, no veo ni mujeres ni hombres capaces de hacer un verdadero cambio en el rumbo nacional, es más sigo viendo primero intereses personales y después grupos políticos que se apropian de esos intereses.

El miedo que todos ellos tienen a perder el poder los hace ser entre idiotas y superhéroes, pero no los presenta como verdaderos políticos sino como bandoleros.

SALUD

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