Dicen los que saben que un jugador medio de ajedrez
adelanta tres o cuatro jugadas del oponente con dos o tres variantes en ellas,
que un buen jugador debe prever entre siete y diez jugadas de su contendiente y
realizar cuando menos tres variantes al respecto, eso es la estrategia del
juego del ajedrez; en el boxeo la estrategia, ocasionalmente consiste en fintar,
en mostrarse carente de recursos y sorprender al contrincante; en el póker hay
una habilidad denominada blof para hacerse aparecer como muy seguro y desanimar
a los otros participantes.
Pues esas y otras capacidades, habilidades, destrezas o “competencias”
(como dice el nuevo
modelo educativo) debe tener un estratega
político, el sistemático ataque a López
Obrador por parte de los “líderes” de las fuerzas políticas “mayoritarias”
es la “estrategia” del sistema político corrupto al posicionamiento
logrado por Morena y su líder en tres años de operación política; es la única
posibilidad que han encontrado, así de limitadas son sus “competencias”
estratégicas o como diría mi
compadre Don Chato: “son incompetentes políticos”
Los gritos del cabecilla
de la banda tricolor el bandolero mayor Enrique
Ochoa (que por cierto ya está a punto de dejar ese cargo que le dio su
amigo peñejo),
señalándolo como corrupto (por las corruptelas de Ponce, Bejarano y otros),
cuando en su
haber tiene una estela de corrupción propia además sin el mínimo nivel de
autocrítica pues debían avisarle que Bejarano, Ponce y otros enfrentaron cargos
por sus conductas mientras que cientos de correligionarios están siendo
protegidos por él.
El estruendoso desgatiñamiento, del
imberbe Ricardo Anaya en el
sentido de “detener” el populismo autoritario (como si no supiera del desperdicio
de Vicente Fox) o la andanada de
improperios que lanza sin ton ni son, señalando, indicando, mostrando,
puntuando, “revelando” la pus de enfrente pero
ignorando la propia.
En el corral de los
chuchos las voces (mesuradas) de Zambrano y compañía en el sentido de no aceptar un mesías, de voltear
a ver otros liderazgos, de (incluso) pensar en alguien de la sociedad civil
antes que pensar en López Obrador
(olvidándose que ellos fueron quienes lo apoyaron en las dos ocasiones
anteriores) ignorando que gracias a ese mesías, al liderazgo de él, el PRD se
posicionó.
El buen chente, tan solícito siempre,
tan metiche y bocón como siempre, sale a decir que él personalmente se hará cargo,
pero como al señor Fox ya no le
podemos creer nada (es más nunca fue digno de crédito) pues sólo podríamos
pensar que decidió matarlo, ahora hay que ver exactamente como piensa hacerlo.
Todos ellos escupen al cielo, no por gusto sino por su
limitada capacidad, por su incompetencia real, por su imposibilidad de ir más
allá, en fin, por la falta de estrategia; ellos ni se adelantan a las jugadas
de su oponente, ni saben hacer fintas y no tienen con qué blofear.
La confrontación que despliegan, sólo genera malestar en la
sociedad, de hecho y sin ser limitativos, la campaña del edoMex nos enseña que
el nivel de ataque es inversamente proporcional a la capacidad de sumar el PRIMazo
(pese a los recursos públicos y cooptación del voto) y la corruptina (gracias a la
inmensa desorganización de las estructuras partidarias) y sus ataques a los
otros candidatos, no lograron los resultados que esperaban, es más, estuvieron
muy por debajo de ellos.
Ellos en su nivel de incompetencia, están haciendo
exactamente lo que espera López Obrador que hagan.
SALUD
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