Cuando inició esta “administración” federal, ligué a Gerardo Ruiz Esparza como la parte más
obscura y sucia de la estructura del PRI, junto con “personajes” como Enrique Martínez y Martínez, Ramírez Marín e Ildelfonso Guajardo.
El señor Ruiz,
temprano salió a relucir un obscuro caso del salinato, en el que Ruiz Esparza (como enviado personal de Salinas, pues había sido su coordinador
de giras) se convirtió en “enlace” personal para “acordar”
con Tribasa y David Peñaloza para
que a cambio de la Autopista del Sol, “aceptaran” las concesiones de las
carreteras México-Toluca (que entonces era la más cara del mundo), la
Toluca-Ixtapan de la Sal y la Texcoco-Pirámides (que era una de las más
productivas de ese entonces) como pueden ver todas están en edoMex.
Poco después, un “accidente” en la carretera
México-Pachuca, en la zona conurbada de la ciudad de México, en pleno corazón del
Municipio de Ecatepec, en una obra carretera realizada cuando Peña Nieto era Gobernador, Ruiz Esparza su secretario de
Transportes y Eruviel presidente
municipal de Ecatepec, se mostró corrupción e impunidad aun sin castigo.
En junio de 2015, en pleno proceso electoral intermedio
del edoMex, se dieron a conocer tres audios (de febrero de 2015) que
involucraban directamente a Gerardo Ruiz, con actos claros de
corrupción en la asignación de un tramo carretero, también en el estado de
México a OHL.
Esos eventos quedaron sin castigo, más bien con un
castigo a empleados muy menores.
Me permito (sin conjeturar) comunicarles que el “enlace”
entre la señora Ángélica
Rivera e Hinojosa
Cantú (HIGA) para la
construcción de la Casa Blanca, fue precisamente el señor Ruiz Esparza.
En este caso, primero la “vocería” de la presidencia
de la república, aseveró que eran puras
mentiras y al final Peña
pidió que lo disculpáramos pues el “error” (que en realidad es delito) de
la señora Rivero afectó la
credibilidad del gobierno y “encabronó” a los mexicanos contra él
y su familia.
Hace tres meses (cien días para ser exactos) se “inauguró
la obra magna” “un ejemplo de la ingeniería mexicana en el
mundo” en la que se: “cambió el drenaje” y “se logró que la ciudad de México y Acapulco
se “conectaran” en
tan solo tres horas y media”, todo el aparato de comunicación del
Estado se enfocó a comunicar la importancia de esa obra.
Pero cien días después una “falla” colapsó la
estructura, causó la muerte de dos personas, mostró (nuevamente) el rostro de corrupción
e impunidad de las estructuras gubernamentales (especialmente en materia de
asignación de contratos)
Pero ayer el señor Peña,
nos dice “no hay que adelantar juicios”, así como diciéndonos no se
encabronen hoy, esperen para después, posterguen su encabronamiento.
El señor Peña
no ha entendido que parte importante de los mexicanos estamos ya hasta la
madre, muy cansados de la ineficiencia, hartos de que ese nivel de corrupción
de la estructura gubernamental y de la impunidad que le acompaña.
Esas “viejas prácticas” o “costumbres”
o “formas
coloquiales” o “viejos vicios”, pero indudablemente
parte de la tradición de la administración pública, que sin explicación alguna
entrega una obra se que paga al final por el doble de lo presupuestado, hace
hospitales que no son incluidos en los programas de asignación de personal y
son simplemente cerrados, gastos obscuros sin explicación alguna y corrupción
sin aplicación de la ley.
No se han podido disminuir, menos erradicar, pues no se
han querido erradicar, no nos ha dado la gana erradicar, con un “discúlpenme”
tras un “se aplicará la ley” (contra
quien genere esos infundios)
Llegamos pues al final de una “administración” sin pena
ni gloria o con más pena que gloria, llegamos al momento que ya dejaron de
servir y sólo sirven para robar, que nos pide "posterguemos la indignación" que está a punto de generar una revolución y ellos siguen sin darse cuenta.
SALUD
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