Nuevamente violencia incontrolable en Tamaulipas, ahora en
el “corredor”
Altamira-Tampico; nuevamente una “autoridad” que se limita a decir a
través de su cuenta de twitter @SSPTAM
“eviten
zona”
Aun no pasa la cruda de lo sucedido (menos de una semana) en
Reynosa y hay una nueva borrachera de sangre y fuego en las calles de otra
localidad de ese estado, que por cierto es desde hace ya casi una década la
entidad con mayor incidencia del delito de portación de armas de fuego de uso
exclusivo del Ejército.
Ahí, operan tres grupos delictivos perfectamente
identificados “los zeta”; “El Golfo” y “Sinaloa” de hecho, hace
unos meses (quizá un año) parece que estos dos últimos grupos establecieron un “acuerdo”
para operar sin interferir en las operaciones del otro; desde entonces “los
zeta” han sufrido merma importante de territorio, negocio y capacidad de
negociación.
También parece que la “autoridad” ahí ha (cuando menos)
volteado para otro lado, aunque según me dice un amigo que trabajó por allá
hasta hace unos meses “parece que hay un franco acuerdo entre el
cartel del Golfo y los mandos, hasta se reúnen de vez en cuando para que se
pongan a mano entregando a algunos y poder estar bien ante la prensa y ante los
jefes”
Como dije en Reynosa el regreso de Luis Reyes Enriquez, (a) El Rex o El Z-12, uno de los dos
más cercanos colaboradores de Osiel
Cárdenas Guillén, parece ser auspiciado por este contubernio y la caída de José Hugo Rodríguez Sánchez (a) El Gafe; también es parte del mismo
juego, en el que había que “entregar” a un grande.
El Cartel del Golfo (en esa alianza con un grupo del cartel
de Sinaloa) controla la garita y con ello controla el paso de mercancías
ilegales de aquí hacia allá y de allá hacia acá; mientras que los zeta desde
hace un año también ha tenido que “limitarse” a extorción de comercios,
secuestro y robo, pero es responsable también de parte del tráfico de armas de
allá para acá y de indocumentados de aquí hacia allá.
Esta guerra desencarnada que se presenta desde hace menos de
una semana es por territorio, en por el control de rutas y es por la
redefinición de mandos del crimen organizado; el estado de guerra en que se
encuentra Tamaulipas, es responsabilidad sí, de las bandas del crimen
organizado, pero también y en muy buena medida de la “autoridad” federal y
local que desde hace tiempo es parte del problema local al haberse plegado a
los intereses del crimen organizado.
Pero parece que cada día es más común "recomendar"
a la población que se abstenga de hacer, mientras ellos también han dejado de
hacer su trabajo e incluso han hecho acuerdos con los criminales
SALUD
Te recomiendo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario