lunes, 8 de diciembre de 2014

Parece que ya se va

El primer día del año, en el inicio del declive escribí: “al final del año estaremos muy cercanos a un proceso de guerra civil por la incapacidad de losadministradores”, fuerzas armadas ylegisladorespara hacer su chamba” y pues parece que se va.

Hacia mayo de manera circunstancial me encontré un patrón cíclico de la economía mexicana de siete años (entre 28 y 29 trimestres) que muestra sus puntos más bajos en el primer trimestre de 1995 y la caída del segundo trimestre de 2009; los valores de la actual “administración” y su incapacidad para influir en aspectos económicos y su pasividad respecto de los grandes problemas económicos nacionales; habrá de tener otro punto mínimo en el tercer trimestre de 2015.

Ya hoy todos los sectores de la economía ven una descomposición de las variables económicas sustantivas (inflación, devaluación y bajo crecimiento económico) que “pueden” llevar a una debacle desde el principio del año venidero.

En diferentes “instituciones” educativas especializadas se observa que factores como corrupción e impunidad, asociados a la debilidad de la economía y falta de capacidad de negociación para cerrar las brechas de desigualdad social o imposibilidad de los reguladores para regular (pues la mayoría de ellos son parte de los entes regulados), una gran debilidad para mejorar las condiciones socioeconómicas nacionales.

Además, desde hace más de un año, las estructuras castrenses cerraron filas en torno a Cienfuegos y marcaron límites a Peña Nieto respecto de lo que puede y no puede comunicar, respecto de lo que puede y no puede hacer, respecto de la necesidad de “salvaguardar las instituciones, que es su primer mandato” y generaron una burbuja para mantenerlo a salvo de sí mismo, el Ejército tomo control total hasta del discurso presidencial.

Sin embargo, el mayor vacío se notó el fin de semana, en que parece que el círculo más cercano a la televisora y a la gerencia o dirección de otras empresas nacionales se deslindan, pintan su raya respecto de Peña Nieto y hacen un inmenso hueco al gobierno y a las “instituciones”

Hay indicios serios que hacen pensar en la “soledad del Presidente” en las decisiones que ahora debe estar tomando Peña respecto de su futuro político, pues perdió primero la confianza del pueblo (que de hecho parece ser lo menos importante para él), después la del Ejército mexicano y ahora mismo la de sus aliados económicos; está al borde de una crisis social y el el preludio de un desastre económico.

México ya no es el mismo que en 1994 han pasado más de 20 años y los mexicanos vemos con mayor claridad la incapacidad, los “aliados” naturales del presidente, del presidencialismo a ultranza y beneficiarios directos de los entramados del poder, lo están dejando sólo, están brincando del barco antes de que se hunda.

No re requiere tener poderes especiales para observar el nivel de descomposición del equipo compacto de Peña Nieto, ya Murillo, Osorio y hasta Videgaray buscan en el infinito la salida, su mirada se queda fija en un extraño punto del horizonte, como tratando de encontrar la “luz divina” que les ilumine el camino (el entendimiento decía mi abuela) de lo que pasa y la salida al atolladero en que se encuentran.

Parece que si se va.

SALUD

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